Camino previo a la cámara

Aldur comenzó su búsqueda de esas ''esferas'' que la chica había comentado con anterioridad. Asegurándose de no perder a Nicole de vista, siempre vigilándola por el rabillo del ojo, el joven Seed se adentró unos cuantos metros dentro de aquel pequeño ''laberinto''.

Comenzó a tocar cada una de las paredes, a buscar por los rincones del lugar. Tenía que admitirse a sí mismo que, a pesar de parecer un poco tonto, el hecho de encontrarse en aquel lugar realizando su primera misión para el Jardín le hacía poner todo el empeño necesario en cada acción.

Y fue, tras largos minutos de búsqueda, cuando al tocar uno de los ladrillos del lugar una luz brillante de color celeste se acumuló en la palma de su mano. Ésta tomó forma rápidamente y se materializó, convirtiéndose en una esfera que Aldur agarró con fuerza. Estaba fría como el hielo, pero sus guantes le aislaban de esa sensación. Sin embargo no tardó en tomar una temperatura idónea para su agarre.

El chico se apresuró a Nicole corriendo, con una sonrisa de oreja a oreja, creada por el buen trabajo realizado.

-Ey Nicole, mira -le mostró la esfera que había conseguido-. ¿Es esto lo que buscábamos? Toma, anda, que no sé que hay que hacer con ella.

Segunda parte completada.

Tras estudiar con detenimiento, encontró un lugar que parecía bastante apto. Suspiró hondamente y acercó la esfera al agujero.

-Reza para que Yevon nos ayude... -le dijo a su compañero algo nerviosa.

La esfera brilló durante unos segundos y, más tarde, su resplandor se extendió a través de una línea en la pared. Ésta fue recorriendo los muros de la habitación, hasta que, como por arte de magia, mostró una salida igualmente brillante. De ella salía el canto del Orador.

Nicole sintió cómo el corazón se le encogía del nerviosismo. Ése era su camino, estaba segura. Miró a Aldur algo atemorizada unos instantes.

-Ahora debo entrar... -dijo con una sonrisa nerviosa-. No te preocupes si tardo en salir. Sé de gente que se tiró aquí días enteros... -resopló-. Pero espero que no sea mi caso. Tú... tú debes esperarme. Si consigo la aceptación del Orador, obtendré el eon... y podremos seguir nuestro camino.

Miró de nuevo el umbral lleno de brillo que la invitaba a entrar. Tomó aire muy hondo y lo soltó de golpe. Alzó la barbilla con decisión y dio un par de pasos hacia delante. Y, así, cruzó la puerta hacia la Cámara del Orador.

El rol sigue aquí

Tras todo aquel jaleo de las esferas y sus respectivos huecos, el cual Aldur fue entendiendo poco a poco, Nicole entró dentro de una sala que parecía llamarse ''Cámara del Orador'', de la que provenía una extraña melodía.

Recibió un beso en la mejilla que no se esperaba, pero que se tomó como una ''recompensa'' por el trabajo bien hecho. Sus mejillas se tornaron de un color rojizo y un escalofrío le recorrió el cuerpo durante un segundo. Si su madre le viese... ya empezaría con lo de ''¿Esque tienes novia, hijo? ¿Y sabrá cuidarte bien como te mereces?''. No sabía porqué se acordó de ella en aquel momento... quizás sería porque siempre le buscó una mujer para que cuidase de él, algo de lo que Aldur siempre había pasado completamente.

Tras todo aquel laberíntico aunque corto paraje, la muchacha por fín reunió el valor suficiente como adentrarse en aquella cámara.
Aldur hizo un amago de entrar, pero al parecer esa habitación estaba reservada únicamente para los Invocadores y no podía ser traspasada por un guardián.
Sabiendo lo importante que eran las normas en aquel lugar, no dijo nada y simplemente esperó fuera a que Nicole, tardase lo que tardase, saliese. No podía darse fallos ahora que era Seed. Ahora que era Guardián.

-¿Qué habrá ahí dentro? -comenzó a hablar en voz alta, como siempre-. Espero que no le pase nada...

La trama de Iris y Alex viene de acá.

Traspasamos el umbral y la puerta se cerró tras nosotros inmediatamente. Iris, que iba delante de mi, se había detenido a observar la estancia en la que nos encontrábamos, y yo la imité, mirando por encima de su cabeza, ya que era más alto que ella. Un pasillo de paredes de roca se extendía, aunque no demasiado largo, en nuestro frente, y al parecer teníamos que recorrerlo. Suspiré y me coloqué junto a Iris.

- Bueno, es la hora. Tenemos que llegar a la cámara.- dije, pensativo.

Caminé hacia adelante junto con Iris, y me fijé en cada detalle del claustro, porque probablemente el más mínimo de estos nos podría conducir hasta nuestro destino. Nuestros pasos resonaban silenciosamente en aquel sitio; incluso el himno del orador se había silenciado, inexplicablemente. Fruncí el entrecejo, pensando que aquello sería nada más parte de la magia de la antecámara, para evitar cualquier tipo de distracción o estímulo en la tarea. Finalmente doblamos el pasillo y pudimos observar lo que había luego.

- ¿Esferas?- susurré, extrañado.

Una larga hilera de esferas en receptáculos ovalados en las paredes permanecían, incrustadas. Y había una puerta al final de aquel sitio, labrada de un material desconocido pero hermoso, también repleta de agujeros donde a la perfección cabían cualquiera de las decenas de esferas que estaban en ese sitio. Supe con certeza lo que significaba, y estaba seguro de que Iris también: teníamos que hallar la esfera correcta y colocarla en el agujero correcto... lo cual quería decir problemas. Eran demasiadas.

- Umm... esto será complicado. Dejame probar primero.- le dije a mi acompañante.

Caminé para tomar una esfera.

Alexander ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 10 caras :

10

Ante nosotros habia una gran fila de esferas seguramente habia que acertar la esfera para poder entrar en la camara.Alex se adelanto.

-Umm... esto será complicado. Dejame probar primero.-Cogio una esfera y la coloco en uno de los agujeros.

-Vaya,esto sera mas dificil de lo que yo creia.Animo Alex,que lo conseguiremos-sonrei y me adelante a coger una esfera.

_____________________________
OFF:Perdon Alex, por no conectarme durante todo este tiempo estuve liada y no pude conectamer T.T

El miembro 'Iris' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de 10 caras' : 7