Celda del tercer piso.

por **[WM]Equidna** Vie Oct 15, 2010 10:26 am

Una celda de una sola habitación, sin nada más, con paredes metalizadas e irrompibles.

por **Npc** Vie Oct 15, 2010 10:28 am

Tras ser conducida completamente inconsciente en helicóptero, Claire se despertó sola en la celda. No podía saber dónde estaba. Una vez consciente, se percató de que no tenía ataduras ni impedimentos para moverse por la sala, pero sus muñecas y sus tobillos mostraban claros indicios de que había estado atada y amordazada. La cara también le escocía un poco por el largo momento que había pasado con una cinta aislante sobre la boca, así como el fuerte tirón que parecieron darle sin consideración alguna.
Mogutaro no está por ningún lado.

por **Claire** Vie Oct 15, 2010 7:19 pm

El rol procede de aquí.

Flashback:

La joven albhed abrió poco a poco los ojos. Lo único que podía visualizar no eran más que unas paredes que apenas podía ver debido a la pérdida de conocimiento que tuvo en momentos anteriores. Se mantenía tirada en un suelo frío que le provocaba dolor de cabeza y, aunque intentase levantarse de allí, su cuerpo no se lo permitía. No tenía ni fuerzas, ni ganas. Su mirada permanecía entornada, trataba de buscar la nitidez de su visión, pero le era imposible. Pasó allí unos minutos, mientras sentía un fuerte dolor en sus muñecas y tobillos, y cuando ya se vió capaz de levantarse, lo hizo apoyándose seguidamente en una de aquelles paredes metalizadas. Se mantuvo allí quieta observando aquel escenario monótono durante unos segundos, y entonces sintió un leve pinchazo en su pierna derecha que hizo que la chica se inclinase para ver si bajo aquellas botas de gran tamaño había algo que le estuviese molestando. Introdujo una de sus manos allí y no saco otra cosa que un colgante hecho de plata, impecable, brillante, y... precioso. Aquello tenía forma de espada con una empuñadura que mostraba la cabeza de un dragón que portaba alas. La muchacha en ese momento quedó totalmente fascinada, porque aunque realmente siempre lo hubiese llevado encima, ella no recordaba absolutamente nada en aquel momento. Claire entonces, cerró los ojos con fuerza tratando de hacer memoria, pero nada, absolutamente nada aparecía en su mente.

Celda del tercer piso. Hhaca96eo98caja2bc8cag1

Flashback:

- "¡¡¡Lloyd!!!"

La joven abrió de par en par los ojos, la fuerza y energía que no tenía, las recuperó de golpe y entonces, volvió a guardar el colgante en su bota derecha y se echó las manos a la cabeza negando continuamente con ésta.

- "¿Qué cojones a pasado? No recuerdo NADA"

Claire se encontraba confusa, no tenía ni la menor idea de que hacía ahí encerrada ni por qué no permanecía con sus dos compañeros habituales. Pero una vez más, volvió a sentir un leve dolor que esta vez más agudo, lo notó en el estómago. Aquello le recordó absolutamente todo.

- "¡Mierda, mierda, mierda! Estamos jodidos, Lloyd herido, Mogutaro desaparecido y yo encerrada... maldita sea..."

por **Npc** Sáb Oct 16, 2010 9:23 am

-Últimamente tiene un humor de perros, sí.

-Pero es que es normal. El de la sección 2 metió la pata hasta el fondo, era de esperar que actuase así.

-Lo único que sé es que no me gustaría estar en su pellejo.

Los pasos resonaban de fondo. Las voces se filtraban hasta el interior de la celda de la albhed. Parecía que arrastraban algo, pero eso no era perceptible con facilidad.

-¿Y ésta quién es?

-El traslado número 15 del Pabellón de la Bruja. Ya te digo que el tío hizo una chapuza enorme.

La puerta se abrió. La luz era dañina para los ojos de la presidiaria, lo suficiente como para taparse la cara. Ambos guardias entraron arrastrando un cuerpo que parecía inmóvil. Era una chica, una chica joven y desmayada. La dejaron cerca de Claire y se marcharon en seguida.

La muchacha quedó en el suelo, completamente desnuda, en un rincón. Tenía el pelo largo y de color negro, la piel blanquecina, las manos y los pies pequeños. No era tampoco muy alta. Se quedó allí, inmóvil, con el precioso pelo negro rizado adornando su cuerpo desnudo, cubierta únicamente por las señales que indicaban que no había tenido un trato especialmente bueno del lugar desde el que la trasladaban.

por **Claire** Sáb Oct 16, 2010 3:16 pm

El silencio era el rey en aquel momento, no había ruidos, ni voces, ni sonidos extraños que lo perturbasen, tan sólo aquella respiración acelerada que llevaba consigo la albhed debido a la tensión que recorría todo su cuerpo. Se mantenía de pie, apoyada en una de aquellas enormes paredes metalizadas y de brazos cruzados. Mientras tanto, miraba fijamente el suelo, como si hubiese algo intrigante en aquel espacio. No sabía que hacer ni que pensar, directamente no sabía nada. Lo único que hacía era inundarse una y otra vez en aquellos nombres que brotaban en su cabeza, nombres de personas y seres que consideraba importantes, y que, aunque nunca lo demostrase, quería con todo su corazón. Su orgullo y su pasado le impedían mostrar todo aquello que sentía por sus pasiones, como eran Mogutaro y Lloyd, pero todo se debía a una buena razón, y es que perder una vez más, le causaría la muerte. Tal vez, si nunca hubiese perdido a su querido Jak, jamás hubiese sido de la forma en la que era ahora, una clase de persona incapaz de demostrar aprecio, una persona suya, orgullosa y aparentemente sin corazón, pero que en realidad necesitaba que alguien le transmitiera cariño. Un ángel inofensivo, oculto bajo la imagen de un demonio.

- "Mogutaro, espero que estés bien".

La joven permaneció allí durante unos minutos, cerraba los ojos de vez en cuando para dejar su mente en blanco, y suspiraba una y otra vez para tratar de relajarse ante tanta preocupación que le recorría por dentro. El silencio seguía siendo el dueño de aquella celda, pero no por mucho tiempo. En cuestión de segundos, dos soldados de Galbadia aparecieron charlando sobre no sé quién que estaba de un humor de perros y cierto personaje que metió la pata al que Claire relacionó con aquel hombre de gabardina negra. Aquellos dos individuos, abrieron la puerta de la celda haciendo que la albhed se cegará con la luz que de allí salía, y seguidamente introdujeron en ésta a una chica que jamás había visto antes. Claire se acercó a ella despacio y se puso de rodillas para analizarla desde más cerca. El cuerpo de la joven estaba repleto de señales, señales que seguramente hacían referencia a un gran número de golpes recibidos y no sólo eso, sino que también permanecía desnuda.

- "¿Quién te ha hecho ésto...?"

La albhed no se lo pensó dos veces, cogió el cuerpo de la joven y lo apoyó con cuidado y delicadeza en una de las paredes, dejándola así sentada y en una mejor postura que tirada en aquel helado suelo. Claire, comenzó a llamarla, le meneaba muy despacio la cabeza para ver si así espabilaba o abría aunque fuera los ojos, pero nada. Aún así, no pararía hasta saber qué había ocurrido con ella.

- "¿Qué es este lugar? ¿Qué se supone que hacen con la gente? Tsk. Lloyd, Mogutaro... espero que vosotros estéis en una mejor situación... ésto pinta algo negro".

por **Npc** Sáb Oct 16, 2010 4:01 pm

Poco a poco, fue recuperando la consciencia. Abrió los ojos tímida y cansadamente, como si el esfuerzo supusiera mucha más energía de la que poseía. Sintió frío, pero no lo demostró.

-¿Qui... quién eres?

La imagen se fue haciendo más clara. Vio la imagen de una chica ante sí. Otra más... pero, de pronto, se dio cuenta de que iba vestida. Se alejó rápidamente, con movimientos bruscos pero torpes.

-¡No, no! ¡Aléjate de mí! ¡No soy una bruja, ya lo he dicho! Quiero volver a mi casa, por favor...

por **Claire** Sáb Oct 16, 2010 7:12 pm

Claire, al ver que no se despertaba la joven por mucho que la llamase e intentase mantenerla consciente, se puso de rodillas ante ella pendiente de cualquier movimiento que pudiese hacer ésta. La desesperación le había hecho dejar de intentar que la muchacha abrierse los ojos y por ello, se mantuvo quieta hasta que por fín la chica se despertó. La albhed sonrió levemente como gesto de alivio y la joven extrañada, comenzó a hablar de una forma tranquila.

- ¿Qui... quién eres?

Claire tomó un tono de voz amable posando una de sus manos en el hombro de la chica y viendo así que ésta estaba congelada de frío. Al instante la muchacha reaccionó ante aquel gesto con una mirada de asustada y seguidamente realizó un movimiento brusco como temiendo que Claire le fuese a hacer algo.

- ¿Cómo te encuentras?

- ¡No, no! ¡Aléjate de mí! ¡No soy una bruja, ya lo he dicho! Quiero volver a mi casa, por favor...

- ¡Eh! Tranquila, tranquila. Cálmate, no voy a hacerte daño. Yo también estoy prisionera aquí ¿vale? No te va a ocurrir nada. - Claire miró fijamente a aquella asustada joven y se acercó lentamente para que ésta no temiese nada, acto seguido la abrazó y prosiguió dirigiéndole algunas palabras. - Te prometo que no te ocurrirá nada. Te lo prometo...

La albhed se mantuvo allí, teniendo a aquella chica entre sus brazos para que no pasase frío y frotando su espalda para darle también algo más de calor. Realmente no sabía en qué lío estaba metida, pero eso ya le daba igual. Sólo quería escapar de allí cuanto antes, y darle aquel deseo a esa pobre muchacha que sufría desesperadamente.

- "Qué difícil se me hace ésto Lloyd... encerrada, sin ti, sin Mogutaro... que extraña me siento sin vosotros...".

por **Npc** Dom Oct 17, 2010 10:51 am

La chica pareció sospechar al principio, pero su temor fue disminuyendo a medida que Claire era más amable con ella. Comenzó a sollozar amargamente.

-¿También creen que eres una bruja...? ¿Dónde estamos? ¿Es un Pabellón nuevo?

Tembló ligeramente a causa del frío. Se abrazó sus propias piernas y se acurrucó como pudo contra la pared fría de metal.

-Ten cuidado. Ellos... ellos son malos. Y ella... Espero que no te encuentres con ELLA.

Se estremeció de sólo pensar en la figura de aquella altiva, atractiva pero fatal mujer.

por **Claire** Dom Oct 17, 2010 11:50 am

Aquella asustadiza joven fue tranquilizándose poco a poco al ver la amabilidad que mostraba Claire. La muchacha entonces, comenzó a hablar tímidamente junto a una serie de sollozos que transmitían el gran sufrimiento que le habían hecho pasar en aquel lugar. Por otro lado, la albhed se mantenía atenta a aquellas palabras que pronunciaba, por si en algún momento podía sacar información de todo aquello.

- ¿También creen que eres una bruja...? ¿Dónde estamos? ¿Es un Pabellón nuevo?

Esas preguntas provocaron en Claire una sensación bastante incómoda, y todo se debía a que en un mismo día había oído la palabra "bruja" unas tres o cuatro veces y era algo que le daba realmente repelús. La albhed rió entonces irónicamente, deseaba quitar fuego al asunto y esa creía que era la mejor forma.

- ¿Bruja? Que va, que va. A ver... ¡Ah sí! Hoy me han llamado boca-grande y rata, si no recuerdo mal, de todo menos bruja. Pero puedes estar tranquila, estemos donde estemos o digan lo que digan, me encargaré de que salgamos las dos con vida de aquí.

Claire, con palabras tranquilizadoras se apoyó junto a la joven en la pared y se mantuvo quieta y callada durante unos segundos mirando fíjamente un punto del suelo. Aquello cesó en el momento que la asustadiza muchacha volvió a hablar.

- Ten cuidado. Ellos... ellos son malos. Y ella... Espero que no te encuentres con ELLA.

La albhed entonces la miró con cara de intriga por "ella", que supuso que ni más ni menos se trataba de LA Bruja a la que se refería horas antes Seifer. Claire entonces miró hacia el techo con una sonrisa leve y algo triste y dijo.

- No importa lo que hagan conmigo. En esta vida sólo temo a la pérdida de dos cosas... y una de ellas está a salvo. Asi que, por ahora puedo estar tranquila. - giró la cabeza entonces para mirar a la muchacha - Por cierto, ¿cómo te llamas?

por **Npc** Dom Oct 17, 2010 2:21 pm

La chica se encogió más todavía. A pesar de que Claire le quería ofrecer confianza, ella parecía reacia, quizá por todo lo que había pasado mientras estaba encarcelada. En momentos así, no se podía fiar ni de su sombra.

-Me llamo... me llamo... -sollozó violentamente-. ¡No lo sé! ¡No lo recuerdo!

Agachó la cabeza, asustada y deprimida. Se llevó las manos a la cabeza mientras las lágrimas seguían cayéndole por el rostro.

-¡NO SALDREMOS JAMÁS DE AQUÍ! ¡QUIERO SALIR, QUIERO SALIR!

La chica se levantó de pronto. Al parecer, su desesperación había pasado a otro nivel.

-¡VAMOS A MORIR, VAMOS A MORIR LAS DOS! ¡TODAS VAMOS A MORIR! ¡ELLA NOS MATARÁ! ¡ÉL NOS MATARÁ! ¡SEIFER ACABARÁ CON NOSOTRAS COMO SI FUÉRAMOS POLVO!

Comenzó a golpear las paredes, mientras su largo pelo oscuro era lo único que ocultaba, a veces, sus intimidades.

por **Claire** Dom Oct 17, 2010 8:30 pm

- Me llamo... me llamo... ¡No lo sé! ¡No lo recuerdo! ¡NO SALDREMOS JAMÁS DE AQUÍ! ¡QUIERO SALIR, QUIERO SALIR!

El temor, el sufrimiento y la desesperación empezaban a convertirse en los protagonistas de aquella escena. Claire miraba incrédula a la joven que parecía estar enloquecida y la muchacha gritaba una y otra vez que jamás saldrían de allí, algo que por una parte hizo sentir a la albhed realmente mal, ¿a caso aquel lugar era tan terrible?

- ¡Eh! Cálmate, ¿vale? No podemos perder los nervios, si lo hacemos todo será peor.

Estaba claro, demasiado claro, a pesar de Claire estaba haciendo todo lo posible porque la chica se tranquilizase, ésta no lo hacía y seguía con aquella actitud de histérica que había tomado hacía unos segundos. La albhed empezaba a enfurecerse de verdad, odiaba el pesimismo, no lo soportaba.

- ¡VAMOS A MORIR, VAMOS A MORIR LAS DOS! ¡TODAS VAMOS A MORIR! ¡ELLA NOS MATARÁ! ¡ÉL NOS MATARÁ! ¡SEIFER ACABARÁ CON NOSOTRAS COMO SI FUÉRAMOS POLVO!

Gritaba, gritaba, volvía a gritar, y una y otra y otra vez más. La paciencia había cesado.

- ¡¡¡BASTAAAAAAA!!! No va a morir nadie, ¿me oyes? NADIE, asi que cálmate de una maldita vez.

La albhed se puso en pie y se apoyó de nuevo en una de esa paredes frías y metalizadas, mirando con el entrecejo fruncido a la víctima de al parecer, Seifer. Instantáneamente su mente se había transportado a otro lado, a otros momentos en los que su situación no se podía comparar. Pensó que todo aquello que le estaba ocurriendo, no era más que otra experiencia, pero una experiencia distinta. Una experiencia que le hizo darse cuenta de lo mucho que necesitaba a Lloyd, de lo mucho que éste hizo por ella durante aquellos dos años que llevaban juntos como mercenarios y del gran cariño que sentía por Mogutaro. Hacía tiempo que se sentía fría y sin vida, no había razones por las que continuar luchando contra su existencia... pero resultó ser que aquel chico de pelo grisaceo y ese bichito de pelaje suave y nariz redonda eran su razón de vivir. La razón por la que sobreviviría a lo que fuera, una razón que desconocía hasta ahora.

- "..."

por **Npc** Dom Oct 17, 2010 9:19 pm

Claire trató de calmar a la joven muchacha, pero fue inútil. Sus gritos de desesperación llegaron hacia los exteriores de las celdas. Al momento, entraron dos guardias a la celda, cerrando la puerta tras de sí.

-¡¿Qué es este jaleo?!

Los dos iban con sus respectivos uniformes de Galbadia, a diferencia de el armamento y el color de sus ropas, que indicaban claramente el rango de cada uno. El de azul era un simple soldado raso, mientras que el de ropas rojas era un cabo del ejército.

-¿Qué hacemos señor?

El soldado raso no parecía muy experimentado, pero se le notaba un tipo acatador de órdenes de primera, siempre esperando a las palabras de su superior. La chica se fue hacia una de las esquinas de la celda al verlos, mientras continuaba su griterío sin cesar. Ellos se acercaron a ella rápidamente.

-¡Ayúdame a sujetarla, imbécil!

Ambos la cogieron a la fuerza mientras la chica seguía su griterío, esta vez incluso forcejeando. La pobre lo estaba pasando mal, se le notaba, y parecía que había cogido pánico a cualquier soldado que llevase esos uniformes.
Sin dilación ninguna, el soldado Cabo sacó de sus pertenencias un rollo de cinta aislante mientras el de ropajes azules la retenía en contra de su voluntad. Toda esta escena se llevaba a cabo bajo la mirada de Claire, que veía claramente como su compañera de piso era atada a la fuerza de manos y pies para que no pudiese escaparse y, seguidamente, rodeaban su boca con abundante cantidad de cinta adhesiva. Sus enormes gritos poco a poco daban paso a lastimeros murmullos casi imperceptibles.

Con el trabajo terminado y dejándola caer al suelo como si fuera un simple objeto, ambos guardias se dirigieron a la puerta de la celda de nuevo. El de rojo antes de ello se dirigió a Claire, mirándola amenazadoramente.

-Si se te ocurre desatarla o quitarle la mordaza a tu compañera, tú sufrirás las mismas consecuencias. El que avisa no es traidor.

Con un fuerte portazo cerró la única salida de la celda, dejando solas a Claire y a la otra muchacha de aún nombre desconocido. Ella, entonces, intentó formular algunas palabras, llamando la atención de la Albhed. Cuando Claire la miró solo pudo ver como, tras ese sonido lastimero, unas lágrimas recorrían las mejillas de la chica. ¿La dejaría allí tal y como el guardia le pidió? ¿O sacaría su lado amable tras la notable pedida de ayuda de la muchacha inmobilizada y silenciada?

por **Claire** Lun Oct 18, 2010 6:12 pm

Lo imposible existía, y es que la joven muchacha no dejaba de gritar. El silencio no se creaba por mucho que la cabeza de Claire lo pidiese con fuerza y en aquella celda se estaba montando tal jaleo que incluso tuvieron que intervenir los soldados de Galbadia. Allí, se introdujeron dos miembros del ejército, uno de ellos de menor rango que el otro y ambos preguntaban a qué se debía tanto alboroto. Al ver que se trataba de la chica que encerraron apenas unos minutos, decidieron atarla y amordazarla para que dejara de chillar como una loca y Claire que era testigo de todo en aquel momento, tan sólo se dedicó a mirar fijamente en su posición de siempre, pegada a la pared y de brazos cruzados. Ella lo tenía claro y es que por mucho que intentase evitar aquello, no podría hacer nada contra dos hombres, y menos si estaba desarmada. Cuando finalmente decidieron salir, el jefazo miró amenazante a la albhed y le advertía de qué pasaría si se le ocurría soltar a la joven. Claire simplemente le sonrió, una forma de decir que poco le importaba.

- Si se te ocurre desatarla o quitarle la mordaza a tu compañera, tú sufrirás las mismas consecuencias. El que avisa no es traidor.

La puerta de aquella jaula sin salida se cerró de golpe y porrazo, y la albhed sin pensárselo dos veces se sentó junto a la morena de pelo rizado y comenzó a decir cosas que, tal vez, no tendrían mucho sentido para una persona que estuviese bien de la cabeza.

- El dolor, me hace sentir viva. No es más que sangre... sangre...

Como si hubiese enloquecido, Claire comenzó a arañarse con fuerza en la zona entre el cuello y el pecho. Trozos de piel comenzaban a introducirse entre sus uñas y la sangre comenzaba a bajar poco a poco hasta alcanzar el escote de la albhed. Con más constancia, volvía a hacer lo mismo una y otra vez, hasta ver sus dedos chorrear de aquel líquido rojizo. Cuando eso ocurrió, Claire se echó aquella mano con la que había realizado su autoataque a la cara, manchando así su rostro. Fue entonces cuando desató a la joven y le quitó la mordaza, mientras su cuerpo permanecía sentado, inclinando las rodillas hacia arriba y dejando su brazo derecho repleto de sangre extendido encima de una de éstas. Las gotas de aquello caían al suelo formando poco a poco un pequeño charco. Claire miraba fijamente aquel proceso de caída.

- Ya puedes gritar todo lo que quieras, no me importa.

por **Npc** Lun Oct 18, 2010 9:12 pm

Lo que aquella muchacha sintió al ver a Claire en aquel ''estado'' fue algo no pensado. Cuando observó la locura de la Albhed, la abrazó simplemente, ahora que ella le había liberado, y comenzó a llorar de manera lenta y apenas inperceptible.
Lo que sintió fue la misma pena que había sentido por todas aquellas que había visto anteriormente en el pabellón. Todas perdiendo su cordura por culpa de los despiadados actos de aquel ejército, el de Galbadia.

Quizás todo lo de Claire era un simple actuación, pero eso la muchacha de pelo negro no lo sabía. La agarró e intentó taponar la herida con la mano, mientras ahora, con un tono muy débil comparado al anterior, le habló.

-¿Porqué has hecho eso? Vas a perder mucha sangre... tengo que avisar a los guardias para que te curen -sollozó-. Mi nombre... es Raynn. Gracias por hacermelo recordar.

Tras agradecerle todo, llamó a los guardias con una voz completamente detectable para ambos. No tardaron en entrar. Lo que vieron fue a Raynn con Claire en sus brazos, llena de marcas de sangre. La reacción del novato fue absoluta.

-¡Señor! ¡Mire! -las señaló-. La Albhed ha liberado a la ruidosa y ahora está malherida.

El cabo no vaciló en sus palabras. No parecía tan tonto. Se acercó a la chica desnuda y le propinó una fortísima bofetada en la cara, que hizo que soltase a Claire al instante. Sus ordenes fueron claras.

-Átala y amordazala de nuevo. Yo me ocupo de esta otra...

Agarró a Claire del pelo y la levantó. No le importó en absoluto el echo de ver esa herida o la sangre de su cara. Su tono fue completamente amenazante.

-No sé que te ha hecho o que te has hecho, pero mis palabras fueron altas y claras, monada -sacó su rollo de cinta aislante, al parecer todos los guardias portaban uno-. Con un Cabo de Galbadia no se juega. Quien avisa no es traidor.

Le golpeó con el puño cerrado en el estómago, un puño completamente metálico debido al uniforme del ejército. Dolió y Claire se inclinó hacia delante. El hombre no tardó en inmovilizarla completamente con las manos atadas a la espalda y los tobillos juntos. Obviamente, también la amordazó.
El soldado novato terminó la misma tarea con Raynn y la dejó en el frio suelo nuevamente para dirigirse con su superior de nuevo.

-¿Y ahora, señor?
-A esa estúpida loca la dejamos aquí. A esta nos la llevamos ahora que no puede traer problemas. Me dijeron que era muy bocona...

La levantó en brazos y salió de aquella celda con el soldado a su lado. Obviamente tampoco era tan tonto como para dejar a la Albhed con los ojos abiertos para que viese a donde la llevaban, así que antes de marchar se los vendó con un trozo de tela de cuero vieja.

Próxima parada... el último piso.

El rol de Claire continúa aquí.

por Contenido patrocinado

Celda del tercer piso.

Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.

Re: Celda del tercer piso.