La llegada esperada
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Harken
Npc
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Final Paradise :: :: Kilika :: Templo de Kilika
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La llegada esperada
El rol de Harken, Nicole, Kirian y Aldur viene de aquí
Tras un buen rato andando por el angosto bosque, vislumbraron la llegada al templo. El grupo entero se apresuró para llegar a tiempo ante aquel enfrentamiento desconocido al que estaban dispuestos a hacer cara.
Tras un buen rato andando por el angosto bosque, vislumbraron la llegada al templo. El grupo entero se apresuró para llegar a tiempo ante aquel enfrentamiento desconocido al que estaban dispuestos a hacer cara.
Npc- Señor del rol
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Re: La llegada esperada
Y, finalmente, tras mucho caminar, el templo se mostró imponente ante ellos. La figura de aquel fabuloso coloso de piedra atrajo la atención de todos los allí presentes y Harken, qyue iba en cabeza, manifestó la noticia con ilusión.
-Ahí está el templo, apresurémonos!
Comenzó a correr escaleras arriba, sin preocuparse demasiado de que los demás lo siguiesen. Shisui había desaparecido y no había vuelto a dar señales de vida, pero mientras él estuviese allí podría hablar en nombre del grupo. No sabía como abrodarían aquel tema tan complicado, pero no tenía tiempo para parar a comentar la situación, lo único que deseaba era entrar de una vez en el templo y detener a aquel canalla, su mente no podía pensar en nada más... Imaginaba a una negra silueta caminando entre los silencioso y místicos pasillos del templo, totalmente libre, capaz de hacer lo que desease, por muy terrible que fuese. La sangre le hervía por dentro sólo de pensarlo...
-Sólo espero que no sea demasiado tarde...
Y continuó subiendo a gran velocidad, seguido de cerca por aquel grupo. La entrada del templo ya se vislumbraba a lo lejos.
-Ahí está el templo, apresurémonos!
Comenzó a correr escaleras arriba, sin preocuparse demasiado de que los demás lo siguiesen. Shisui había desaparecido y no había vuelto a dar señales de vida, pero mientras él estuviese allí podría hablar en nombre del grupo. No sabía como abrodarían aquel tema tan complicado, pero no tenía tiempo para parar a comentar la situación, lo único que deseaba era entrar de una vez en el templo y detener a aquel canalla, su mente no podía pensar en nada más... Imaginaba a una negra silueta caminando entre los silencioso y místicos pasillos del templo, totalmente libre, capaz de hacer lo que desease, por muy terrible que fuese. La sangre le hervía por dentro sólo de pensarlo...
-Sólo espero que no sea demasiado tarde...
Y continuó subiendo a gran velocidad, seguido de cerca por aquel grupo. La entrada del templo ya se vislumbraba a lo lejos.
Harken- Humano Guerrero
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Re: La llegada esperada
El templo ya se vislumbraba a lo lejos. Nicole siguió subiendo las escaleras a pesar del cansancio que sentía. Subió los peldaños uno a uno, tirando de las pocas fuerzas que le quedaban.
-¡Sí, ya lo veo! ¡Vamos, hay que darse prisa!
Continuó subiendo. Una vez llegaron, observó medio aterrorizada medio esperanzada el edificio. Sólo esperaba haber llegado a tiempo.
-¡Sí, ya lo veo! ¡Vamos, hay que darse prisa!
Continuó subiendo. Una vez llegaron, observó medio aterrorizada medio esperanzada el edificio. Sólo esperaba haber llegado a tiempo.
Nicole- Humano Invocador
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Re: La llegada esperada
Después de la larga caminata, consiguieron llegar al templo sin perderse.
"O quizás nos perdimos y volvimos a encontrar el camino correcto, o salimos desde el camino equivocado y al perdernos pillamos el buen trayecto, o... ¡Me importa una Mierd*!
Kirian observó como el grupo subía los escalones que llevaban a las puertas del templo, tras las cuales estaba aquello por lo que habían corrido tanto. Antes de subir, echó una mirada hacia atrás, pensando en qué andaría haciendo el otro guía que se había separado del grupo anteriormente.
Se encogió de hombros y comenzó a subir los escalones de dos en dos, con aquella hiperactividad que le caracterizaba. Una vez reunido con todo el grupo, trató de cortar la tensión que parecía haberse adueñado de la compañía.
- Ahora no me digais que os habeis dejado la llave de la puerta en el pueblo...
Esbozó una sonrisa mientras apoyaba sujetaba su arma apoyándola sobre su hombro en una posición relativamente relajada, pues Icarius pesaba más que una lanza ordinaria.
"O quizás nos perdimos y volvimos a encontrar el camino correcto, o salimos desde el camino equivocado y al perdernos pillamos el buen trayecto, o... ¡Me importa una Mierd*!
Kirian observó como el grupo subía los escalones que llevaban a las puertas del templo, tras las cuales estaba aquello por lo que habían corrido tanto. Antes de subir, echó una mirada hacia atrás, pensando en qué andaría haciendo el otro guía que se había separado del grupo anteriormente.
Se encogió de hombros y comenzó a subir los escalones de dos en dos, con aquella hiperactividad que le caracterizaba. Una vez reunido con todo el grupo, trató de cortar la tensión que parecía haberse adueñado de la compañía.
- Ahora no me digais que os habeis dejado la llave de la puerta en el pueblo...
Esbozó una sonrisa mientras apoyaba sujetaba su arma apoyándola sobre su hombro en una posición relativamente relajada, pues Icarius pesaba más que una lanza ordinaria.
Kirian- Draconarius Guerrero
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Re: La llegada esperada
Tras una larga escalinata por fin llegaron al dichoso templo. A diferencia del de Besaid, aquel templo estaba regido por un centenar de antorchas llameantes a su alrededor, así como una gran vegetación en las zonas no edificadas, ya que estaba aún en terreno boscoso. Kirian hizo algún que otro comentario con intenciones graciosas, pero había tal tensión en ese momento que nadie la rió. Posiblemente Aldur la hubiese reído en otra ocasión, quién sabe.
Se fijó en la gente, en sus rostros. Lo decía todo, pues no había nadie alegre.
-Vamos, tenemos que detener a algo o alguien.
Se fijó en la gente, en sus rostros. Lo decía todo, pues no había nadie alegre.
-Vamos, tenemos que detener a algo o alguien.
Aldur- Humano Guerrero
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Re: La llegada esperada
Un sacerdote, miembro del templo, apareció destartalado y con las ropas sucias. Vio a Nicole a lo lejos y su rostro se iluminó como si fuera un milagro.
-¡Una invocadora, una invocadora! ¡¡ESTAMOS SALVADOS!! ¡Alabado sea Yevon!
Se acercó corriendo hacia ella e intentó cogerle las manos, sin pararse a pensar si aquellos que la acompañaban eran sus guardianes o no o si recibiría alguna reprimenda por lanzarse tan efusivamente sobre la joven.
-¡Una invocadora, una invocadora! ¡¡ESTAMOS SALVADOS!! ¡Alabado sea Yevon!
Se acercó corriendo hacia ella e intentó cogerle las manos, sin pararse a pensar si aquellos que la acompañaban eran sus guardianes o no o si recibiría alguna reprimenda por lanzarse tan efusivamente sobre la joven.
Npc- Señor del rol
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Re: La llegada esperada
Off: Alterno el turno de posteo por necesidad del rol. Los administradores lo aprueban.
La chica pareció algo asustada. Dio un paso hacia atrás, vacilando un poco.
-Por favor, simplemente dinos dónde tenemos que ir.
No quería parecer descortés, pero sabía que la urgencia era lo suficientemente importante como para hablar con aquel tono.
La chica pareció algo asustada. Dio un paso hacia atrás, vacilando un poco.
-Por favor, simplemente dinos dónde tenemos que ir.
No quería parecer descortés, pero sabía que la urgencia era lo suficientemente importante como para hablar con aquel tono.
Nicole- Humano Invocador
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Re: La llegada esperada
Todo el grupo se encontraba frente al templo cuando un sacerdote de este se aproximó alteradamente hacia Nicole, poniendo en tensión a Kirian que se había percatado de la figura del hombre antes de que este emprendiese su carrera hacia la invocadora. Sus ropas dejaban mucho que desear en comparación con los sacerdotes con los que había tratado Kirian anteriormente.
Frente a la efusiva muestra de "alegría" con la que se lanzó el demacrado hombre a Nicole, Kirian se interpuso, o mas bien, Icarius, haciendo que el hombre se detuviese en seco al observar el arma con la que se le apuntaba. El Draconarius miró sombríamente al sacerdote mientras le hablaba con un tono de voz bastante mas serio al habitual.
- Quizás en otro momento no sería tan brusco, pero viendo lo ocurrido recientemente, prefiero anticiparme a presenciar un accidente...Sobretodo si en ese accidente podría estar implicada Nicole. Por favor, como tan amablemente le ha pedido la señorita, díganos el camino a seguir.
Kirian mantuvo el arma en alto. A partir de aquel momento no podía fiarse de nadie, pues el mismo no conocía quien era el causante de aquellos problemas.
Frente a la efusiva muestra de "alegría" con la que se lanzó el demacrado hombre a Nicole, Kirian se interpuso, o mas bien, Icarius, haciendo que el hombre se detuviese en seco al observar el arma con la que se le apuntaba. El Draconarius miró sombríamente al sacerdote mientras le hablaba con un tono de voz bastante mas serio al habitual.
- Quizás en otro momento no sería tan brusco, pero viendo lo ocurrido recientemente, prefiero anticiparme a presenciar un accidente...Sobretodo si en ese accidente podría estar implicada Nicole. Por favor, como tan amablemente le ha pedido la señorita, díganos el camino a seguir.
Kirian mantuvo el arma en alto. A partir de aquel momento no podía fiarse de nadie, pues el mismo no conocía quien era el causante de aquellos problemas.
Kirian- Draconarius Guerrero
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Re: La llegada esperada
Aquel hombre, algo atemorizado, asintió con la cabeza, aunque aún contento. Los guió hasta las puertas del templo y, una vez allí, les mostró la puerta que daba al recinto de la ''Prueba''.
Un gran sacerdote apareció y habló.
-El templo ha sido profanado. Necesitamos de tu ayuda invocadora, así como la de tus guardianes. Podéis entrar cuando queráis, pues el futuro de Kilika está ahora mismo en vuestras manos.
Hizo el gesto típico de rezo a Yevon y mantuvo su rostro con serenidad. Por fin se le podría dar caza a aquello que había entrado.
Un gran sacerdote apareció y habló.
-El templo ha sido profanado. Necesitamos de tu ayuda invocadora, así como la de tus guardianes. Podéis entrar cuando queráis, pues el futuro de Kilika está ahora mismo en vuestras manos.
Hizo el gesto típico de rezo a Yevon y mantuvo su rostro con serenidad. Por fin se le podría dar caza a aquello que había entrado.
Npc- Señor del rol
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Re: La llegada esperada
Curioseando sin parar entró en el templo. Siguió un pasillo y se topó con un grupo de extraños. Eran muy grandes, parecían guerreros, había también sacerdotes, pero hasta él mismo daba más el pego, llevaban las ropas maltrechas, uno de ellos hablaba con una chica que hasta el momento no había visto.
-El templo ha sido profanado. Necesitamos de tu ayuda invocadora, así como la de tus guardianes. Podéis entrar cuando queráis, pues el futuro de Kilika está ahora mismo en vuestras manos.
Me acerqué interrupiendo la conversación, con mirada preocupada.
-¿Y ya no se puede visitar?
De pronto todos se giraron, como si se percataran de mi existencia. ¿Había sido demasiado sigiloso? Me puse muy nervioso y eso era lo peor, hacía tonterías cuando lo estaba, demasiadas.
-Ah... Hola... me llamo... mmm... vivo lejos, vine de visita. No busco problemas, de hecho ya me iba.
Cogi una bola de cristal de mi bastón (pensando que era una bola de humo) y la tiré al suelo para tratar de escapar. Resulto estúpida e incoherente la escena desde el exterior. Menos mal que no era materia, me habría costado cara la broma. Con cara de paisaje, volvi a dirigirme al grupo.
-Si el intruso iba descalzo, ¡Ya no podrá escapar!
Ya no sabía que decir, a falta de ideas aproveché la extraña escena para correr y meterme en una de las salas de más adelante, ponía "Prueba" o algo así. Aunque a la velocidad que corría, hasta una tortuga tullida podía interceptarme.
-El templo ha sido profanado. Necesitamos de tu ayuda invocadora, así como la de tus guardianes. Podéis entrar cuando queráis, pues el futuro de Kilika está ahora mismo en vuestras manos.
Me acerqué interrupiendo la conversación, con mirada preocupada.
-¿Y ya no se puede visitar?
De pronto todos se giraron, como si se percataran de mi existencia. ¿Había sido demasiado sigiloso? Me puse muy nervioso y eso era lo peor, hacía tonterías cuando lo estaba, demasiadas.
-Ah... Hola... me llamo... mmm... vivo lejos, vine de visita. No busco problemas, de hecho ya me iba.
Cogi una bola de cristal de mi bastón (pensando que era una bola de humo) y la tiré al suelo para tratar de escapar. Resulto estúpida e incoherente la escena desde el exterior. Menos mal que no era materia, me habría costado cara la broma. Con cara de paisaje, volvi a dirigirme al grupo.
-Si el intruso iba descalzo, ¡Ya no podrá escapar!
Ya no sabía que decir, a falta de ideas aproveché la extraña escena para correr y meterme en una de las salas de más adelante, ponía "Prueba" o algo así. Aunque a la velocidad que corría, hasta una tortuga tullida podía interceptarme.
Liriel- Genómido Mago Blanco
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Re: La llegada esperada
Se montó un numerito allí dentro tras la aparición del viejo sacerdote. Una extraña persona de cabellos rubios hizo acto de presencia en el lugar y estampó una bola de cristal contra el suelo, sin venir a cuento. Después, se dirigió a la entrada de la prueba.
Aldur observó como el sacerdote levantaba el brazo mirando al recién llegado, como iendo a decirle que aquello estaba prohibído. Aldur simplemente corrió hacia él y lo agarró desde su espalda para que no entrara.
-Eh, eh, eh... Está prohíbido, creo...
Tampoco sabía cual sería la reacción de aquel chico o la de todos los presentes ahí, así que simplemente tiró un poco de él hasta bajarlo de aquellas escaleras que llevaban a los dominios de la Prueba. Luego miró a Nicole como esperando que digiese algo.
Aldur observó como el sacerdote levantaba el brazo mirando al recién llegado, como iendo a decirle que aquello estaba prohibído. Aldur simplemente corrió hacia él y lo agarró desde su espalda para que no entrara.
-Eh, eh, eh... Está prohíbido, creo...
Tampoco sabía cual sería la reacción de aquel chico o la de todos los presentes ahí, así que simplemente tiró un poco de él hasta bajarlo de aquellas escaleras que llevaban a los dominios de la Prueba. Luego miró a Nicole como esperando que digiese algo.
Aldur- Humano Guerrero
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Re: La llegada esperada
Harken entró junto al resto del grupo y, en seguida, una serie de acelerados sucesos comenzaron a originarse en torno a él. Un sacerdote comenzó a gritar emocionado al ver a Nicole, reconociéndola rápidamente como una invocadora. La joven, rápida en su reacción, pidió que la guiasen hacia el problema, seguida muy de cerca por Kirian, que incluso había reaccionado antes que el propio guardián de Nicole.
Un sacerdote de mayor envergadura apareció entonces de la nada, dispuesto a mostrarle a Nicole el camino que debía seguir. El camino hacia la "prueba", que en esta ocasión tendría un obstáculo añadido: El intruso.
Nicole debía internarse con su guardián, aunque mientras todos permanecían un poco confusos, un hombre rubio, que nadie había visto antes, se encaminó hacia la entrada con gran naturalidad y desparpajo.
"¿De donde ha salido ese?"
Por suerte, Aldur lo detuvo a tiempo, haciendo gala de una fuerza enorme, tal y como su musculado cuerpo mostraba. El guardián se quedó observando a Nicole, esperando que diese la orden para entrar, y Harken deseó poder entrar también... Por desgracia, no era guardián de aquella jovencita, sólo el guía que la había llevado hasta allí. No podía pedirle que le dejase entrar junto a ella, no sería justo...
Lo único que podía hacer era depositar toda su confianza en Aldur.
-Aldur, detén a ese intruso por favor; yo ya no puedo hacer nada más...
Nicole parecía dispuesta a hablar.
Un sacerdote de mayor envergadura apareció entonces de la nada, dispuesto a mostrarle a Nicole el camino que debía seguir. El camino hacia la "prueba", que en esta ocasión tendría un obstáculo añadido: El intruso.
Nicole debía internarse con su guardián, aunque mientras todos permanecían un poco confusos, un hombre rubio, que nadie había visto antes, se encaminó hacia la entrada con gran naturalidad y desparpajo.
"¿De donde ha salido ese?"
Por suerte, Aldur lo detuvo a tiempo, haciendo gala de una fuerza enorme, tal y como su musculado cuerpo mostraba. El guardián se quedó observando a Nicole, esperando que diese la orden para entrar, y Harken deseó poder entrar también... Por desgracia, no era guardián de aquella jovencita, sólo el guía que la había llevado hasta allí. No podía pedirle que le dejase entrar junto a ella, no sería justo...
Lo único que podía hacer era depositar toda su confianza en Aldur.
-Aldur, detén a ese intruso por favor; yo ya no puedo hacer nada más...
Nicole parecía dispuesta a hablar.
Harken- Humano Guerrero
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Re: La llegada esperada
Nicole aguardó en la puerta, justo a la entrada, pensando qué podía hacer. Un nuevo personaje apareció de la nada, haciendo una serie de acciones que la joven invocadora no llegó a comprender. Pero lo que sí comprendió fueron sus ropajes. Un rayo cruzó su mente al verlos, y, casi por arte de magia, visualizó a su madre, sonriéndole en la oscuridad de sus recuerdos.
-¡Es un mago blanco! -murmuró, algo alejada ahora de la realidad del templo.
Comenzó a encajar piezas. Sí, lo necesitaban. Si dentro había algo lo suficientemente fuerte como para detener a todos los sacerdotes del templo, sin duda un apoyo mágico en cuanto a reponer fuerzas serían un arma poderosa.
Nicole comenzó a andar con paso decidido hacia la entrada. Aldur la siguió y, a su vez, el sumo sacerdote del templo, el cual le recordó que sólo los guardianes podrían entrar con ella.
-Ellos son mis guardianes -se giró hacia Harken, Kirian y el muchacho desconocido que acababa de irrumpir-. TODOS.
El sumo sacerdote se quedó con la boca abierta. Si era poco común ver a una invocadora, menos común era ver a un desfile de guardianes tras ella. Sin esperar una respuesta del anciano, Nicole se giró y comenzó a subir escalones, con intención de entrar.
Sabía que Aldur estaba a su lado cuando atravesó la puerta que la conducía a la sala anterior a la Cámara, pero no estaba segura de que los demás la siguieran. Aún así, su objetivo en ese momento era rescatar el templo.
Y eso haría.
-¡Es un mago blanco! -murmuró, algo alejada ahora de la realidad del templo.
Comenzó a encajar piezas. Sí, lo necesitaban. Si dentro había algo lo suficientemente fuerte como para detener a todos los sacerdotes del templo, sin duda un apoyo mágico en cuanto a reponer fuerzas serían un arma poderosa.
Nicole comenzó a andar con paso decidido hacia la entrada. Aldur la siguió y, a su vez, el sumo sacerdote del templo, el cual le recordó que sólo los guardianes podrían entrar con ella.
-Ellos son mis guardianes -se giró hacia Harken, Kirian y el muchacho desconocido que acababa de irrumpir-. TODOS.
El sumo sacerdote se quedó con la boca abierta. Si era poco común ver a una invocadora, menos común era ver a un desfile de guardianes tras ella. Sin esperar una respuesta del anciano, Nicole se giró y comenzó a subir escalones, con intención de entrar.
Sabía que Aldur estaba a su lado cuando atravesó la puerta que la conducía a la sala anterior a la Cámara, pero no estaba segura de que los demás la siguieran. Aún así, su objetivo en ese momento era rescatar el templo.
Y eso haría.
Nicole- Humano Invocador
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Re: La llegada esperada
Kirian sonrió ante el giro de la situación.
Estaba absorto avisando al sacerdote de ropas andrajosas y con la aparición del sacerdote que parecía mas emblemático, por lo que no se percató de la presencia del mago blanco hasta que estuvo a escasos metros del grupo. El hombre, que al principio había hablado con soltura, se encontraba de repente tartamudeando como todo un profesional. Para rematar la faena, tiró contra el suelo una bola de cristal, haciendola trizas en el acto.
El silencio que siguió a la acción fue algo patético y el Draconarius no pudo soportar una leve risa. Aquella situación no era lógica. Luego Liriel salió "corriendo" hacia la entrada del templo, pero Aldur lo detuvo en el acto, alertandole de que estaba prohibido entrar, aunque ni el mismo parecía saberlo muy bien...
"Menos mal que estos no son las cabezas pensantes del grupo..."
Harken, mientras tanto, observaba todo desde un segundo plano, aunque se le veía en la cara que estaba deseoso de entrar en la sala. Kirian ni siquiera se había planteado la idea de quedarse fuera. Iba a entrar, sí o sí. Y Nicole pareció de acuerdo, pues se dirigió hacia el gran sacerdote, informandole que entraría con todo el séquito a la sala de la prueba.
"Genial, fiesta... cuatro tios y una tia... ¿donde me he metido?
Y sin una palabra más, la invocadora entró a la Cámara. Kirian, con su característica sonrisa pícara, la siguió. Cada paso que daba era un crujido por el suelo lleno de cristales. Se agachó para coger uno particularmente grande para luego tenderselo en la mano al mago blanco, mientras le decía muy seriamente:
- Creo que esto es tuyo...
Al darle la espalda, sonrió de nuevo. La verdad es que solo buscaba poner algo mas nervioso al pobre hombre. Más crujidos. Se detuvo justo delante de la puerta que daba a la sala de la Prueba. Volvió a girarse y, haciendo una reverencia, inclinandose mientras hacía aspavientos con la mano libre, mientras la mano que portaba a Icarius quedaba a su espalda.
- Señoritas...-Dijo, dirigiendose a toda la comitiva.
Y acto seguido, siguió los pasos de Nicole, adentrandose en el tan famoso lugar que habian profanado.
Estaba absorto avisando al sacerdote de ropas andrajosas y con la aparición del sacerdote que parecía mas emblemático, por lo que no se percató de la presencia del mago blanco hasta que estuvo a escasos metros del grupo. El hombre, que al principio había hablado con soltura, se encontraba de repente tartamudeando como todo un profesional. Para rematar la faena, tiró contra el suelo una bola de cristal, haciendola trizas en el acto.
El silencio que siguió a la acción fue algo patético y el Draconarius no pudo soportar una leve risa. Aquella situación no era lógica. Luego Liriel salió "corriendo" hacia la entrada del templo, pero Aldur lo detuvo en el acto, alertandole de que estaba prohibido entrar, aunque ni el mismo parecía saberlo muy bien...
"Menos mal que estos no son las cabezas pensantes del grupo..."
Harken, mientras tanto, observaba todo desde un segundo plano, aunque se le veía en la cara que estaba deseoso de entrar en la sala. Kirian ni siquiera se había planteado la idea de quedarse fuera. Iba a entrar, sí o sí. Y Nicole pareció de acuerdo, pues se dirigió hacia el gran sacerdote, informandole que entraría con todo el séquito a la sala de la prueba.
"Genial, fiesta... cuatro tios y una tia... ¿donde me he metido?
Y sin una palabra más, la invocadora entró a la Cámara. Kirian, con su característica sonrisa pícara, la siguió. Cada paso que daba era un crujido por el suelo lleno de cristales. Se agachó para coger uno particularmente grande para luego tenderselo en la mano al mago blanco, mientras le decía muy seriamente:
- Creo que esto es tuyo...
Al darle la espalda, sonrió de nuevo. La verdad es que solo buscaba poner algo mas nervioso al pobre hombre. Más crujidos. Se detuvo justo delante de la puerta que daba a la sala de la Prueba. Volvió a girarse y, haciendo una reverencia, inclinandose mientras hacía aspavientos con la mano libre, mientras la mano que portaba a Icarius quedaba a su espalda.
- Señoritas...-Dijo, dirigiendose a toda la comitiva.
Y acto seguido, siguió los pasos de Nicole, adentrandose en el tan famoso lugar que habian profanado.
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Re: La llegada esperada
Una mano extraña tiró de mi hacia atrás. Las ropas y adornos que llevaba eran muy bonitos, muy estéticos, pero al mínimo movimiento se desbarataba todo. Cuando me soltó, cai al suelo. Traté de recomponer mi preciada túnica, mis joyas y el peinado. Cuando terminé, miré al grupo con detenimiento y en silencio.
Al parecer al sitio al que me dirigía también tenían que ir ellos, pero no parecían muy convencidos. Hasta que la chica, con voz solemne habló, dijendo que todos eran sus guardianes, hasta yo. Me la estuve mirando sorprendido, ¿Quien era? ¿Quienes eran? No parecían mala gente. Empezaron a entrar, tras la chica, vino un chico que sin ningún tipo de desparpajo iba destrozando los cristales de la bola que tiré anteriormente, cuando pasó por mi lado se agachó y me entregó uno.
- Creo que esto es tuyo...
Lo cogí con la mano y él siguió con su camino, destrozando más cristales. Yo destrocé el grande que me acababa de dar con la mano, cortándome. Me hinchó la vena.
"Asqueroso."
Me pusé de pie de un salto, conjurando de nuevo, pusé mi otra mano encima de la cortada y sané. Me dirigi a entrar, pero antes de eso tambíen me giré hablando a los presentes.
-Si le pongo la zancadilla en algún momento, no digáis que he sido yo.
Tras esto, entré por fin. No sabía donde me dirigía ni que me encontraría, pero nunca lo sabía. Ese templo era un sitio sagrado y de culto, merecía la pena llegar lo más lejos posible ahora que ya estaba ahí, sobretodo ahora que le permitieron la entrada.
Al parecer al sitio al que me dirigía también tenían que ir ellos, pero no parecían muy convencidos. Hasta que la chica, con voz solemne habló, dijendo que todos eran sus guardianes, hasta yo. Me la estuve mirando sorprendido, ¿Quien era? ¿Quienes eran? No parecían mala gente. Empezaron a entrar, tras la chica, vino un chico que sin ningún tipo de desparpajo iba destrozando los cristales de la bola que tiré anteriormente, cuando pasó por mi lado se agachó y me entregó uno.
- Creo que esto es tuyo...
Lo cogí con la mano y él siguió con su camino, destrozando más cristales. Yo destrocé el grande que me acababa de dar con la mano, cortándome. Me hinchó la vena.
"Asqueroso."
Me pusé de pie de un salto, conjurando de nuevo, pusé mi otra mano encima de la cortada y sané. Me dirigi a entrar, pero antes de eso tambíen me giré hablando a los presentes.
-Si le pongo la zancadilla en algún momento, no digáis que he sido yo.
Tras esto, entré por fin. No sabía donde me dirigía ni que me encontraría, pero nunca lo sabía. Ese templo era un sitio sagrado y de culto, merecía la pena llegar lo más lejos posible ahora que ya estaba ahí, sobretodo ahora que le permitieron la entrada.
Liriel- Genómido Mago Blanco
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Fecha de inscripción : 01/11/2010
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Re: La llegada esperada
Harken observó a Aldur con confianza, justo después de expresar su sincera petición. No conocía demasiado bien a aquel hombre, pero si de algo estaba seguro, era de su gran sentido de la justicia; algo que no dejaba de demostrar acto tras acto.
Sin embargo, el destino quiso que la situación diese un pequeño vuelco, introduciéndolo también a él en aquella extraña situación que se había originado. Se trataba de Nicole, quien no había dudado en remarcar que todos sus acompañantes eran también sus guardianes.
Harken no podía creérselo y abrió los ojos de par en par. Estaba tan sorprendido como todos los allí presentes, pues no parecía una decisión demasiado correcta. Si ya era extraño tener cuatro guardianes, que tres de ellos fuesen personas totalmente desconocidas todavía lo era más. Sin embargo, el guerrero aceptó de muy buena gana, gracias a la aquella noble joven podría defender el templo con sus propias manos...
"Gracias..."
Ya se lo diría en persona cuando la istuación fuese más propicia, pero por el momento solamente debía apresurarse hacia la entrada de la prueba. Nicole y Aldur iban al frente, mientras que Kirian y el mago blanco los seguían de cerca, El portador de aquella larga lanza seguía tan amistoso como siempre y no dudó en bromear con el Liriel. Una broma pesada, que le dio la oportunidad de ganarse un nuevo "enemigo". Por suerte, todavía no se había inmiscuido en los asuntos del guerrero, aunque tarde o temprano lo haría, seguro.
Harken caminó hacia la entrada cerrando la comitiva, mientras trataba de tranquilizar a los sacerdotes.
-Detendremos a ese intruso, os lo prometo.
Y entró en la prueba, soñando con poder traer la paz a aquella isla que tanto había aprendido a valorar. Era curioso, uno se levantaba tan tranquilo una mañana, una mañana de un día como otro cualquiera, y, de pronto, todo comenzaba a complicarse. Quien podría haber imaginado que acabaría adentrándose en el interior del templo junto a cuatro desconocidos? Aquella era una de esas aventuras que tanto deseaba vivir...
Sin embargo, el destino quiso que la situación diese un pequeño vuelco, introduciéndolo también a él en aquella extraña situación que se había originado. Se trataba de Nicole, quien no había dudado en remarcar que todos sus acompañantes eran también sus guardianes.
Harken no podía creérselo y abrió los ojos de par en par. Estaba tan sorprendido como todos los allí presentes, pues no parecía una decisión demasiado correcta. Si ya era extraño tener cuatro guardianes, que tres de ellos fuesen personas totalmente desconocidas todavía lo era más. Sin embargo, el guerrero aceptó de muy buena gana, gracias a la aquella noble joven podría defender el templo con sus propias manos...
"Gracias..."
Ya se lo diría en persona cuando la istuación fuese más propicia, pero por el momento solamente debía apresurarse hacia la entrada de la prueba. Nicole y Aldur iban al frente, mientras que Kirian y el mago blanco los seguían de cerca, El portador de aquella larga lanza seguía tan amistoso como siempre y no dudó en bromear con el Liriel. Una broma pesada, que le dio la oportunidad de ganarse un nuevo "enemigo". Por suerte, todavía no se había inmiscuido en los asuntos del guerrero, aunque tarde o temprano lo haría, seguro.
Harken caminó hacia la entrada cerrando la comitiva, mientras trataba de tranquilizar a los sacerdotes.
-Detendremos a ese intruso, os lo prometo.
Y entró en la prueba, soñando con poder traer la paz a aquella isla que tanto había aprendido a valorar. Era curioso, uno se levantaba tan tranquilo una mañana, una mañana de un día como otro cualquiera, y, de pronto, todo comenzaba a complicarse. Quien podría haber imaginado que acabaría adentrándose en el interior del templo junto a cuatro desconocidos? Aquella era una de esas aventuras que tanto deseaba vivir...
Harken- Humano Guerrero
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Re: La llegada esperada
Lo que Nicole dijo en aquel momento hizo que Aldur se parase en seco y se plantease como sería aquel viaje acompañados ahora por todas aquellas personas. La presencia de Harken le tranquilizaba. Era un tipo honesto y con un sentido del deber amplio, algo que el rubio admiraba. Pero Kirian y aquel nuevo tipo, Liriel, no gozaban aún de su confianza. Sin embargo no tuvo nada que objetar, ya que aquel era el viaje de Nicole y se haría lo que ella desease.
La muchacha se adentró en los recintos de la prueba y Aldur la siguió, tras aceptar la petición de Harken con una pulgada hacia arriba. Kirian y Liriel tuvieron una broma pesada entre ambos. El chico simplemente suspiró mientras entraba. Fuera lo que fuera, había que detenerlo.
La muchacha se adentró en los recintos de la prueba y Aldur la siguió, tras aceptar la petición de Harken con una pulgada hacia arriba. Kirian y Liriel tuvieron una broma pesada entre ambos. El chico simplemente suspiró mientras entraba. Fuera lo que fuera, había que detenerlo.
Aldur- Humano Guerrero
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