El falso invocador
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Final Paradise :: :: Kilika :: Templo de Kilika
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El falso invocador
El rol de Shisui viene de aquí
Shisui siguió al niño hasta la misma entrada del templo. Una vez allí, lo perdió de vista. Aún así, un gentío alborotado andaba de aquí para allá, sin saber qué hacer. Los sacerdotes estaban alterados, las profetisas indignadas. Todo era un revuelo de gente sin control.
-¡Un guerrero! ¡Un guerrero! -exclamó uno de ellos al ver a Shisui-. ¡Tiene que ayudarnos! ¡Hay alguien indevido dentro de la Cámara! ¡Ayúdenos!
Shisui siguió al niño hasta la misma entrada del templo. Una vez allí, lo perdió de vista. Aún así, un gentío alborotado andaba de aquí para allá, sin saber qué hacer. Los sacerdotes estaban alterados, las profetisas indignadas. Todo era un revuelo de gente sin control.
-¡Un guerrero! ¡Un guerrero! -exclamó uno de ellos al ver a Shisui-. ¡Tiene que ayudarnos! ¡Hay alguien indevido dentro de la Cámara! ¡Ayúdenos!
Npc- Señor del rol
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Re: El falso invocador
Shisui no pudo dejar pasar por alto lo que decian esas personas,aunque el no fuera un creyente lo que habia echo aquel hombre no era lo correcto,aunque el tampoco debia de entrar en el templo tenia el consentimiento de los sacerdotes,el joven se acerco a todos los sacerdotes
-Diganme lo sucedido
Tras escuchar a los sacerdotes Takeshi les hizo una reverencia y antes de adentrarse en el templo les dirigio unas ultimas palabras
-Puede que quizas se complique la cosa y tenga que recurrir a la fuerza...y eso puede que cause algunos "pequeños" destrozos en el interior o tambien existe la posbilidad de que ese alguien indevido me descuartize y esconda mis pedazitos por el templo...pero les aseguro que intentare detenerlo con todo lo que tengo
Tras esas palabras el joven espadachin se descalzo y le dedico una calida sonrisa a los sacerdotes y lentamente desenfundo su espada mientras su cara de alegria y felicidad se templaba ante los acontecimientos y se adentraba en el templo
-Diganme lo sucedido
Tras escuchar a los sacerdotes Takeshi les hizo una reverencia y antes de adentrarse en el templo les dirigio unas ultimas palabras
-Puede que quizas se complique la cosa y tenga que recurrir a la fuerza...y eso puede que cause algunos "pequeños" destrozos en el interior o tambien existe la posbilidad de que ese alguien indevido me descuartize y esconda mis pedazitos por el templo...pero les aseguro que intentare detenerlo con todo lo que tengo
Tras esas palabras el joven espadachin se descalzo y le dedico una calida sonrisa a los sacerdotes y lentamente desenfundo su espada mientras su cara de alegria y felicidad se templaba ante los acontecimientos y se adentraba en el templo
Shisui- Humano Guerrero
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Re: El falso invocador
Las cortinas que había al fondo de la sala se movieron bruscamente. De ellas salió un hombre anciano, calvo y con manchas que marcaban su edad sobre el rostro y la calva. Alzó sus brazos, dejando que sus mangas anchas se balancearan entre el incienso.
-¡Basta!
Su grito fue suficiente para que todos se detuvieran. Incluso Shisui, ya descalzo y con interior de entrar, se detuvo en su camino. El anciano cerró los ojos por un momento, murmurando unas palabras no comprensibles. Realizó el acostumbrado gesto de devoción a Yevon y suspiró hondamente.
-No vas a profanar el templo. No lo permitiré.
En ese mismo momento, una muchacha descalza y alterada llegó dando traspiés al edificio sagrado.
-¡Traigo un guerrero! ¡Él nos ayudará!
El rol de Harken proviene de aquí
-¡Basta!
Su grito fue suficiente para que todos se detuvieran. Incluso Shisui, ya descalzo y con interior de entrar, se detuvo en su camino. El anciano cerró los ojos por un momento, murmurando unas palabras no comprensibles. Realizó el acostumbrado gesto de devoción a Yevon y suspiró hondamente.
-No vas a profanar el templo. No lo permitiré.
En ese mismo momento, una muchacha descalza y alterada llegó dando traspiés al edificio sagrado.
-¡Traigo un guerrero! ¡Él nos ayudará!
El rol de Harken proviene de aquí
Npc- Señor del rol
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Re: El falso invocador
Harken no tardó en comprobar que la energía de la muchacha no se había visto mermada a causa de tanto ajetreo. Como era de esperar, y a pesar de su débil aspecto de sacerdotisa, no tenía pensado detenerse a descansar mientras el templo y el orador estuviesen en peligro.
La siguió muy de cerca durante el viaje hace el templo, aunque en realidad tuvo que contenerse para no adelantar a la muchacha. Le ponía mucho entusiasmo, no había duda de eso, pero no podía competir con un guerrero en algo así.
El trayecto no se hizo demasiado largo y Harken observó como los árboles pasaban a toda velocidad a ambos lados de él. Ya que no podía emplearse a fondo en la carrera, aprovechó el tiempo para cerciorarse de que no había ningún monstruo acechando. Encontrar un obstáculo como aquel sería la peor noticia posible para su objetivo, que no era otro que llegar al templo cuanto antes. Por suerte, nada de eso sucedió y los monstruos se mantuvieron alejados de la pareja durante el transcurso de la carrera.
El templo comenzó a hacerse visible desde la lejanía. Sus arcaicas y bellas formas emitían esa aura mística que lo caracterizaban. Pero junto a ese noble sentimiento, el temor por lo que pudiese estar sucediendo allí dentro crecía con cada paso. Se trataba de una curiosidad un tanto macabra, pues aquella excitación que comenzaba a sentir era una mezcla de entusiasmo y temor. Miedo a que el templo pudiese sufrir algún daño, a que ese peligro pudiese perjudicar a la aldea; pero entusiasmo a causa de aquel derroche de adrenalina que llevaba tanto tiempo sin percibir en su propia sangre. Realmente echaba de menos su afán aventurero, todas aquellos periplos que había realizado antes de que todo se viniese abajo, antes de que terminase "recluido" en aquella aldea, antes de aquel terrible aniquilamiento...
Imágenes de aquellos horribles sucesos inundaban su mente en rápidas secuencias intermitentes, acompañándolo mientras subía las escaleras que conducían al templo. Su acompañante comenzaba a aminorar la marcha, a quedarse sin fuerzas; pero ya sólo restaban un par de pasos, un último esfuerzo.
Penetró en la antecámara del templo como alma que lleva el diablo y de repente se encontró en medio de una fuerte discusión. La sacerdotisa no tardó en gritar para informar de su hallazago, aunque el ambiente parecía realmente tenso a causa de algo que acababa de suceder. La gente intercambiaba miradas de preocupación y suspense, como si aquel peligro que atormentaba la tranquilidad del orador no fuese el único problema.
"¿Que es lo que está pasando aquí? ¿Por que todos se miran sin hacer nada más?"
Todos los allí presentes permanecían atentos a un anciano de enormes y amplios ropajes. Todos clavaban su mirada en él, como a la espera de una orden por su parte. Sin duda se trataba de alguien con mucho poder dentro de la jerarquía del templo. Los ojos de Harken se perdían en el oscuro interior de aquella sala, llena de estatuas, relieves y demás ornamentación. Realmente no era como se lo imaginaba, no exactamente... El fuerte olor a incienso, los tonos oscuros, las figuras imponentes; quizás eso sí se parecía a la imagen mental de la que disponía; pero había algo más allí dentro, algo que no era capaz de describir con palabras, una sensación muy fuerte que jamás había sentido, una sensación... Que se aferraba con fuerza a su alma.
Su mente se había bloqueado a causa de tanto misterio y aquel silencio que reinaba en la cámara lo hizo enmudecer de inmediato.
No sabía que decir o que hacer, simplemente le quedaba esperar...
Fue en ese mismo instante cuando percibió una presencia que hasta entonces había permanecido oculta ante sus ojos. Se trataba de un hombre moreno, enjuto, portador de una espada de hoja larga y delgada. Nunca antes lo había visto y desde luego no era un sacerdote, por lo que no era muy difícil suponer que provenía de algún otro lugar de Spira. Pero... Que estaba haciendo allí? Había terminado en el templo por la misma razón que él? O había algo más?
La siguió muy de cerca durante el viaje hace el templo, aunque en realidad tuvo que contenerse para no adelantar a la muchacha. Le ponía mucho entusiasmo, no había duda de eso, pero no podía competir con un guerrero en algo así.
El trayecto no se hizo demasiado largo y Harken observó como los árboles pasaban a toda velocidad a ambos lados de él. Ya que no podía emplearse a fondo en la carrera, aprovechó el tiempo para cerciorarse de que no había ningún monstruo acechando. Encontrar un obstáculo como aquel sería la peor noticia posible para su objetivo, que no era otro que llegar al templo cuanto antes. Por suerte, nada de eso sucedió y los monstruos se mantuvieron alejados de la pareja durante el transcurso de la carrera.
El templo comenzó a hacerse visible desde la lejanía. Sus arcaicas y bellas formas emitían esa aura mística que lo caracterizaban. Pero junto a ese noble sentimiento, el temor por lo que pudiese estar sucediendo allí dentro crecía con cada paso. Se trataba de una curiosidad un tanto macabra, pues aquella excitación que comenzaba a sentir era una mezcla de entusiasmo y temor. Miedo a que el templo pudiese sufrir algún daño, a que ese peligro pudiese perjudicar a la aldea; pero entusiasmo a causa de aquel derroche de adrenalina que llevaba tanto tiempo sin percibir en su propia sangre. Realmente echaba de menos su afán aventurero, todas aquellos periplos que había realizado antes de que todo se viniese abajo, antes de que terminase "recluido" en aquella aldea, antes de aquel terrible aniquilamiento...
Imágenes de aquellos horribles sucesos inundaban su mente en rápidas secuencias intermitentes, acompañándolo mientras subía las escaleras que conducían al templo. Su acompañante comenzaba a aminorar la marcha, a quedarse sin fuerzas; pero ya sólo restaban un par de pasos, un último esfuerzo.
Penetró en la antecámara del templo como alma que lleva el diablo y de repente se encontró en medio de una fuerte discusión. La sacerdotisa no tardó en gritar para informar de su hallazago, aunque el ambiente parecía realmente tenso a causa de algo que acababa de suceder. La gente intercambiaba miradas de preocupación y suspense, como si aquel peligro que atormentaba la tranquilidad del orador no fuese el único problema.
"¿Que es lo que está pasando aquí? ¿Por que todos se miran sin hacer nada más?"
Todos los allí presentes permanecían atentos a un anciano de enormes y amplios ropajes. Todos clavaban su mirada en él, como a la espera de una orden por su parte. Sin duda se trataba de alguien con mucho poder dentro de la jerarquía del templo. Los ojos de Harken se perdían en el oscuro interior de aquella sala, llena de estatuas, relieves y demás ornamentación. Realmente no era como se lo imaginaba, no exactamente... El fuerte olor a incienso, los tonos oscuros, las figuras imponentes; quizás eso sí se parecía a la imagen mental de la que disponía; pero había algo más allí dentro, algo que no era capaz de describir con palabras, una sensación muy fuerte que jamás había sentido, una sensación... Que se aferraba con fuerza a su alma.
Su mente se había bloqueado a causa de tanto misterio y aquel silencio que reinaba en la cámara lo hizo enmudecer de inmediato.
No sabía que decir o que hacer, simplemente le quedaba esperar...
Fue en ese mismo instante cuando percibió una presencia que hasta entonces había permanecido oculta ante sus ojos. Se trataba de un hombre moreno, enjuto, portador de una espada de hoja larga y delgada. Nunca antes lo había visto y desde luego no era un sacerdote, por lo que no era muy difícil suponer que provenía de algún otro lugar de Spira. Pero... Que estaba haciendo allí? Había terminado en el templo por la misma razón que él? O había algo más?
Harken- Humano Guerrero
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Re: El falso invocador
Shisui perplejo ante tal escena se quedo parado delante del anciano,la gente discutia sin actuar no sabian que hacer estaban algo perdidos...depronto aparecio una muchacha que parecia pertenecer al templo seguido de un hombre con una gran armadura de ojos claros y mirada aunque atenta ante la situacion pero noble
-...Que es lo que pasa aqui,expliquense por favor..
Takeshi de forma respetuosa dejo la pregunta en el aire...al parecer pasaba algo grande en ese templo y por algun motivo el anciano de ropas anchas y extrañas parecia ser alguien muy importante en el templo pues todo el mundo lo miraba como esperando un milagro,de vuelta al joven que llego acompañado de la muchacha se veia a leguas que era un guerrero pues portaba una espada de un gran tamaño y una armadura que parecia bastante pesada,al parecer ambos estaban hay por la misma razon aunque por la expresion del guerrero el tampoco sabia que estaba pasando...
El ambiente estaba tenso...y el templo no traia buenas vibraciones
Shisui guardo la espada aun dejando su mano izquierda sobre la empuñadura de esta,el joven se quedo donde estaba sin hacer nada esperando una respuesta por parte de alguien
-...Que es lo que pasa aqui,expliquense por favor..
Takeshi de forma respetuosa dejo la pregunta en el aire...al parecer pasaba algo grande en ese templo y por algun motivo el anciano de ropas anchas y extrañas parecia ser alguien muy importante en el templo pues todo el mundo lo miraba como esperando un milagro,de vuelta al joven que llego acompañado de la muchacha se veia a leguas que era un guerrero pues portaba una espada de un gran tamaño y una armadura que parecia bastante pesada,al parecer ambos estaban hay por la misma razon aunque por la expresion del guerrero el tampoco sabia que estaba pasando...
El ambiente estaba tenso...y el templo no traia buenas vibraciones
Shisui guardo la espada aun dejando su mano izquierda sobre la empuñadura de esta,el joven se quedo donde estaba sin hacer nada esperando una respuesta por parte de alguien
Shisui- Humano Guerrero
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Re: El falso invocador
El anciano sacerdote suspiró. Todo el mundo pareció contener la respiración esperando sus palabras. Alzó la mirada hasta posarla en los dos guerreros que habían acudido en su auxilio.
-Un infiltrado ha entrado en la Cámara del Orador. Es un habitáculo sagrado al que sólo pueden acceder los invocadores. Tememos por el Orador, pero no permitiré que se ofenda más a Yevon con la entrada de guerreros que pueden destrozar su templo.
Alzó la barbilla, haciendo que su orgullo se viera impulsado por su fe en su dios.
-En la Cámara del Orador sólo puede entrar un invocador... o sus guardianes. E imagino que no sois ninguna de las dos cosas.
Ante el repentino silencio de los dos, el anciano habló.
-Encontrad a un invocador. Él y sus guardianes vendrán a solucionar el problema. Os pido esto como favor personal. A nosotros sólo nos queda rezar para que Yevon protega al Orador.
Volvió a realizar el gesto sagrado. Ahora sólo quedaba que aquellos guerreros fueran por buen camino y decidieran ayudarlos. No todos los días tenían la suerte de acoger a un invocador para su oración.
-Un infiltrado ha entrado en la Cámara del Orador. Es un habitáculo sagrado al que sólo pueden acceder los invocadores. Tememos por el Orador, pero no permitiré que se ofenda más a Yevon con la entrada de guerreros que pueden destrozar su templo.
Alzó la barbilla, haciendo que su orgullo se viera impulsado por su fe en su dios.
-En la Cámara del Orador sólo puede entrar un invocador... o sus guardianes. E imagino que no sois ninguna de las dos cosas.
Ante el repentino silencio de los dos, el anciano habló.
-Encontrad a un invocador. Él y sus guardianes vendrán a solucionar el problema. Os pido esto como favor personal. A nosotros sólo nos queda rezar para que Yevon protega al Orador.
Volvió a realizar el gesto sagrado. Ahora sólo quedaba que aquellos guerreros fueran por buen camino y decidieran ayudarlos. No todos los días tenían la suerte de acoger a un invocador para su oración.
Npc- Señor del rol
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Re: El falso invocador
Shisui tras las palabras del anciano,comprendio la situacion y si el anciano habia tomado su decision asi seria
-Encontrar a un invocador ahora?para cuando regresemos quizas el infiltrado ya se aya marchado de aqui...
Analizando la situacion,seria peligroso dejar el templo asi e ir a buscar al invocador...pero si el anciano lo habia decidido...
Pensando y pensando Shisui recordo que cerca de Kilika esta Besaid...la isla donde todo invocador comienza el llamado "peregrinaje",aunque no entendia muy bien de lo que iba todo sobre el peregrinaje habia escuchado a mucha gente hablar sobre el y de la importancia para Spira...por fin podria hacer algo bueno por su tierra aunque esta le trato mal en su momento su padre le habia enseñado a ayudar en todo lo que este a su alcanze y a vivir con sus miedos y temores...y aunque al joven siempre le habian dado "respeto" los templos,esta vez no tenia ninguna duda de afrontar la responsabilidad y junto con el guerrero de la gran armadura ir a buscar un invocador para poder salvar ese templo
Shisui miro al guerrero y caminando hacia el se detuvo a poca distancia y sonrio extendiendo su brazo en forma de saludo
-Un gusto en conocerlo señor...
Este se quedo callado pues aun no se habian presentado y no sabia el nombre de aquel guerrero pero era de mala educacion preguntar sin presentarse asi que...
-Perdon,mi nombre es Shisui Takeshi encantado
Dijo esperando una respuesta de aquel guerrero mientras escuchaba las plegarias de salvacion de los sacerdotes de Yevon
-Encontrar a un invocador ahora?para cuando regresemos quizas el infiltrado ya se aya marchado de aqui...
Analizando la situacion,seria peligroso dejar el templo asi e ir a buscar al invocador...pero si el anciano lo habia decidido...
Pensando y pensando Shisui recordo que cerca de Kilika esta Besaid...la isla donde todo invocador comienza el llamado "peregrinaje",aunque no entendia muy bien de lo que iba todo sobre el peregrinaje habia escuchado a mucha gente hablar sobre el y de la importancia para Spira...por fin podria hacer algo bueno por su tierra aunque esta le trato mal en su momento su padre le habia enseñado a ayudar en todo lo que este a su alcanze y a vivir con sus miedos y temores...y aunque al joven siempre le habian dado "respeto" los templos,esta vez no tenia ninguna duda de afrontar la responsabilidad y junto con el guerrero de la gran armadura ir a buscar un invocador para poder salvar ese templo
Shisui miro al guerrero y caminando hacia el se detuvo a poca distancia y sonrio extendiendo su brazo en forma de saludo
-Un gusto en conocerlo señor...
Este se quedo callado pues aun no se habian presentado y no sabia el nombre de aquel guerrero pero era de mala educacion preguntar sin presentarse asi que...
-Perdon,mi nombre es Shisui Takeshi encantado
Dijo esperando una respuesta de aquel guerrero mientras escuchaba las plegarias de salvacion de los sacerdotes de Yevon
Shisui- Humano Guerrero
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Re: El falso invocador
Harken se quedó pasmado a la espera de que alguien dijese algo. El primero en hablar fue aquel extraño tío que aguardaba en la otra punta, que rápidamente comenzó a guardar su arma y adoptar una pose más relajada, más dedicada a la tertulia. Preguntó que es lo que estaba ocurriendo, tratando de despejar así la misma duda que todos los allí presentes tenían...
El anciano no tardó en hacerse notar, contestando con una voz seca y tajante, que expresaba a la perfección su enorme autoridad.
Todo lo que dijo fue más de lo mismo, más de lo que ya sabían a grandes rasgos, aunque con alguna que otra pincelada que detallaba el asunto.
-Un infiltrado ha entrado en la Cámara del Orador. Es un habitáculo sagrado al que sólo pueden acceder los invocadores. Tememos por el Orador, pero no permitiré que se ofenda más a Yevon con la entrada de guerreros que pueden destrozar su templo. En la Cámara del Orador sólo puede entrar un invocador... o sus guardianes. E imagino que no sois ninguna de las dos cosas.
Una palabras claras y concisas, que no podrían ser tomadas a la ligera viniendo de la boca de aquel sabio... Al parecer, tanto trabajo y por encontrar ayuda y tantas prisas por llegar al templo no servirían de nada.
Harken mantuvo el ceño fruncido y no dejó de mirar a aquel orgulloso hombre. Por mucho que la ley les impidiese entrar allí, no era aún peor dejar que un intruso campase a sus anchas en el interior del templo? Que clase de razonamiento moral estaba aplicando aquel anciano?
El guerrero se armó de valor y se dispuso a encarar al sumo sacerdote, no permitiría aquello bajo ningún concepto, no permitiría que la isla pudiese resultar dañada por culpa de su arrogancia... Sin embargo, sus nuevas palabras consiguieron apaciguar ligeramente su ira.
-Encontrad a un invocador. Él y sus guardianes vendrán a solucionar el problema. Os pido esto como favor personal. A nosotros sólo nos queda rezar para que Yevon protega al Orador.
En ese momento abrió los ojos de par en par. Aquello rozaba lo absurdo... Tenía pensado mantener a aquel intruso allí dentro hasta que un invocador se dispusiese a entrar? Aquel anciano estaba loco... Sin embargo, al fin logró entender que no conseguiría nada mediante la dialéctica, mucho menos alzando la voz o intentando imponerse a través de la violencia... No le quedaba más remedio que aceptar sus condiciones, por mucho que le pesase...
Entonces observó como el hombre de la espada se encaminaba hacia él. Por sus palabras podía imaginar que tampoco estaba de acuerdo con el sacerdote, aunque aceptaría a regañadientes.
El misterioso extraño se acercó y le saludó antes de presentarse. Se llamaba Shisui, aunque no le había gustado ese modo de tratarlo. Señor... Acaso parecía tan viejo?
Harken le devolvió el saludo con una sonrisa en la boca y se dispuso a presentarse como era debido.
-Encantado, mi nombre es Harken Solidor, y te agradecería que te dirigieses a mi con más naturalidad y menor cortesía.
Trató de decirlo de la manera más educada posible para que su nuevo compañero no se molestase, pero aquello poco importaba. Lo que debían hacer era ponerse en marcha y encontrar un invocador cuanto antes. Aunque era un verdadero reto... Donde iban a localizar uno? Los invocadores no crecían debajo de las piedras...
-Será mejor que volvamos al pueblo, dudo que encontremos un invocador en este lugar...
Trataba de ser optimista, pero realmente tenía pocas esperanzas... En todo aquel tiempo que llevaba en Kilika jamás había visto a un invocador, ni autóctono de extranjero... O la suerte se ponía a su favor, o ese intruso podría quedarse a vivir en el templo eternamente...
El anciano no tardó en hacerse notar, contestando con una voz seca y tajante, que expresaba a la perfección su enorme autoridad.
Todo lo que dijo fue más de lo mismo, más de lo que ya sabían a grandes rasgos, aunque con alguna que otra pincelada que detallaba el asunto.
-Un infiltrado ha entrado en la Cámara del Orador. Es un habitáculo sagrado al que sólo pueden acceder los invocadores. Tememos por el Orador, pero no permitiré que se ofenda más a Yevon con la entrada de guerreros que pueden destrozar su templo. En la Cámara del Orador sólo puede entrar un invocador... o sus guardianes. E imagino que no sois ninguna de las dos cosas.
Una palabras claras y concisas, que no podrían ser tomadas a la ligera viniendo de la boca de aquel sabio... Al parecer, tanto trabajo y por encontrar ayuda y tantas prisas por llegar al templo no servirían de nada.
Harken mantuvo el ceño fruncido y no dejó de mirar a aquel orgulloso hombre. Por mucho que la ley les impidiese entrar allí, no era aún peor dejar que un intruso campase a sus anchas en el interior del templo? Que clase de razonamiento moral estaba aplicando aquel anciano?
El guerrero se armó de valor y se dispuso a encarar al sumo sacerdote, no permitiría aquello bajo ningún concepto, no permitiría que la isla pudiese resultar dañada por culpa de su arrogancia... Sin embargo, sus nuevas palabras consiguieron apaciguar ligeramente su ira.
-Encontrad a un invocador. Él y sus guardianes vendrán a solucionar el problema. Os pido esto como favor personal. A nosotros sólo nos queda rezar para que Yevon protega al Orador.
En ese momento abrió los ojos de par en par. Aquello rozaba lo absurdo... Tenía pensado mantener a aquel intruso allí dentro hasta que un invocador se dispusiese a entrar? Aquel anciano estaba loco... Sin embargo, al fin logró entender que no conseguiría nada mediante la dialéctica, mucho menos alzando la voz o intentando imponerse a través de la violencia... No le quedaba más remedio que aceptar sus condiciones, por mucho que le pesase...
Entonces observó como el hombre de la espada se encaminaba hacia él. Por sus palabras podía imaginar que tampoco estaba de acuerdo con el sacerdote, aunque aceptaría a regañadientes.
El misterioso extraño se acercó y le saludó antes de presentarse. Se llamaba Shisui, aunque no le había gustado ese modo de tratarlo. Señor... Acaso parecía tan viejo?
Harken le devolvió el saludo con una sonrisa en la boca y se dispuso a presentarse como era debido.
-Encantado, mi nombre es Harken Solidor, y te agradecería que te dirigieses a mi con más naturalidad y menor cortesía.
Trató de decirlo de la manera más educada posible para que su nuevo compañero no se molestase, pero aquello poco importaba. Lo que debían hacer era ponerse en marcha y encontrar un invocador cuanto antes. Aunque era un verdadero reto... Donde iban a localizar uno? Los invocadores no crecían debajo de las piedras...
-Será mejor que volvamos al pueblo, dudo que encontremos un invocador en este lugar...
Trataba de ser optimista, pero realmente tenía pocas esperanzas... En todo aquel tiempo que llevaba en Kilika jamás había visto a un invocador, ni autóctono de extranjero... O la suerte se ponía a su favor, o ese intruso podría quedarse a vivir en el templo eternamente...
Harken- Humano Guerrero
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Re: El falso invocador
Shisui tras escuchar lo que dijo Harken sonrio
-De acuerdo Harken
Ami me habian educado para que siempre tratase con respeto a la gente y la tratase de usted o similares,sino conocia el nombre de tal persona no podria llamarla tu ni nada por el estilo pues eso le parecia una falta hacia su persona,pero cada cual tiene su forma de ser y eso era importante en cada uno pues conociendo su forma de ser se puede llegar a formar un gran compañerismo e incluso amistad
Volviendo al tema de los invocadores alzo la vista al cielo y luego la volvio a fijar en Harken
-Nose como son los invocadores pero se que sus atuendos son parecidos al de los sacerdotes,y cuando llegue a esta isla estuve un tiempo en el puerto y no vi ninguno...supongo que sera mejor volver al pueblo y decidir alli
El joven miro al anciano,todavia estaba alterado,nuestra presencia sin compañia de alguna "divinidad" no le hacia gracia aun asi el nos pidio aquello como favor,asi que este estaba dispuesto a hacerlo,a intentar una buena accion despues de tanto tiempo de pecados,decidido,Shisui volvio a mirar a Harken
-Marchemos pues
-De acuerdo Harken
Ami me habian educado para que siempre tratase con respeto a la gente y la tratase de usted o similares,sino conocia el nombre de tal persona no podria llamarla tu ni nada por el estilo pues eso le parecia una falta hacia su persona,pero cada cual tiene su forma de ser y eso era importante en cada uno pues conociendo su forma de ser se puede llegar a formar un gran compañerismo e incluso amistad
Volviendo al tema de los invocadores alzo la vista al cielo y luego la volvio a fijar en Harken
-Nose como son los invocadores pero se que sus atuendos son parecidos al de los sacerdotes,y cuando llegue a esta isla estuve un tiempo en el puerto y no vi ninguno...supongo que sera mejor volver al pueblo y decidir alli
El joven miro al anciano,todavia estaba alterado,nuestra presencia sin compañia de alguna "divinidad" no le hacia gracia aun asi el nos pidio aquello como favor,asi que este estaba dispuesto a hacerlo,a intentar una buena accion despues de tanto tiempo de pecados,decidido,Shisui volvio a mirar a Harken
-Marchemos pues
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Re: El falso invocador
La propuesta de Harken sonaba tan lógica que tras formularla se sintió un poco idiota. Desde luego que no se quedarían a esperar en aquel templo, debían salir a la búsqueda del invocador, y la aldea era el único lugar posible. Sin embargo, a alguien le tocaba hablar primero y en esta ocasión le había tocado a él dar la información evidente.
Como era previsible, Shisui aceptó centrar sus esfuerzos en rastrear la aldea, aunque Harken sabía de buena mano que ningún invocador habitaba aquella isla, o al menos ninguno que se presentase como tal abiertamente.
Shisui decidió dar su propia y breve opinión del tema, aunque lógicamente era tal y como Harken ya sabía: En la isla no había ni un solo invocador...
-No sé como son los invocadores pero sé que sus atuendos son parecidos al de los sacerdotes, y cuando llegué a esta isla estuve un tiempo en el puerto y no vi ninguno... Supongo que será mejor volver al pueblo y decidir allí.
Harken asintió levemente como evidenciando que todo aquello era totalmente cierto, que no era necesario profundizar más en el tema. Su nuevo compañero de aventuras observó al anciano sacerdote por última vez. También parecía molesto debido a su actitud, algo totalmente normal después de oír sus premisas. Incluso los demás sacerdortes parecían contrariados, aunque ninguno estaba en disposición de oponerse a un superior...
Finalmente, Shisui dio el primer paso hacia el exterior, invitándolo a seguirlo.
-Si no encontramos un aliado en la suerte, entraremos a la fuerza...
Aquellas últimas palabras las dijo en un tono prácticamente imperceptible, aunque seguramente había llegado a oídos de Shisui. No le gustaban ese tipo de métodos autoritarios y tiránicos, que le obligasen a rebelarse contra gente inocente; pero lo haría si no le dejaban otra opción. Su partida estaba muy cerca, pero no abandonaría la isla mientras ese intruso permaneciese en ella, tenía mucho que agradecer a sus gentes...
Salió del templo tras Shisui, dispuesto a comenzar la inspección. Pondría todo el empeño del que disponía y no se detendría hasta alcanzar el fin de sus energías. Si es que su paciencia se lo permitía... Le gustaba vivir aventuras, pero no a contrarreloj. Para empezar debían atravesar el bosque, algo que ya constituía una pequeña prueba dentro de aquella difícil misión.
El rol de Harken y de Shisui sigue aquí.
Como era previsible, Shisui aceptó centrar sus esfuerzos en rastrear la aldea, aunque Harken sabía de buena mano que ningún invocador habitaba aquella isla, o al menos ninguno que se presentase como tal abiertamente.
Shisui decidió dar su propia y breve opinión del tema, aunque lógicamente era tal y como Harken ya sabía: En la isla no había ni un solo invocador...
-No sé como son los invocadores pero sé que sus atuendos son parecidos al de los sacerdotes, y cuando llegué a esta isla estuve un tiempo en el puerto y no vi ninguno... Supongo que será mejor volver al pueblo y decidir allí.
Harken asintió levemente como evidenciando que todo aquello era totalmente cierto, que no era necesario profundizar más en el tema. Su nuevo compañero de aventuras observó al anciano sacerdote por última vez. También parecía molesto debido a su actitud, algo totalmente normal después de oír sus premisas. Incluso los demás sacerdortes parecían contrariados, aunque ninguno estaba en disposición de oponerse a un superior...
Finalmente, Shisui dio el primer paso hacia el exterior, invitándolo a seguirlo.
-Si no encontramos un aliado en la suerte, entraremos a la fuerza...
Aquellas últimas palabras las dijo en un tono prácticamente imperceptible, aunque seguramente había llegado a oídos de Shisui. No le gustaban ese tipo de métodos autoritarios y tiránicos, que le obligasen a rebelarse contra gente inocente; pero lo haría si no le dejaban otra opción. Su partida estaba muy cerca, pero no abandonaría la isla mientras ese intruso permaneciese en ella, tenía mucho que agradecer a sus gentes...
Salió del templo tras Shisui, dispuesto a comenzar la inspección. Pondría todo el empeño del que disponía y no se detendría hasta alcanzar el fin de sus energías. Si es que su paciencia se lo permitía... Le gustaba vivir aventuras, pero no a contrarreloj. Para empezar debían atravesar el bosque, algo que ya constituía una pequeña prueba dentro de aquella difícil misión.
El rol de Harken y de Shisui sigue aquí.
Harken- Humano Guerrero
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