Comenzando el camino
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Comenzando el camino
Hacía ya un buen rato desde que había salido de la ciudad. Justo al salir del templo se tomó un respiro para reordenar sus ideas.
La idea que más le atraía había sido la de dirigirse a la Llanura de la Calma, ya que, según parecía ser, allí podria encontrarse facilmente con algo de acción, por lo que ese fue el objetivo principal. Dió una vuelta a la ciudad, tratando de ir memorizandola y descubrir cada uno de sus rincones. Cuando se dió por satisfecho, le preguntó a los lugareños por donde debía partir para encaminarse hacia la Llanura de la Calma. Algunos le miraban asombrados, pues aunque algunos le veían capaz de adentrarse allí al tener ese "aspecto" de guerrero, otros tan solo veian a un chiquillo de 18 años que ansiaba aventuras.
Este "chiquillo" se encontraba ya paseando por la Llanura, lanza en mano, pues aunque había una tranquilidad general, le gustaba ir siempre en guardia, alerta a cualquier movimiento repentino. La verdad es que el paisaje era exuberante, ya que la llanura parecía no tener fin de lo extensa que era, abarcando toda la vista del Draconarius.
"Espero que aquel maldito viejo no me mintiese al respecto y aquí haya algo de acción... Si sigo sin hacer nada, voy a terminar oxidandome."
Durante un buen trecho del camino, Kirian se volvía para mirar a su espalda de vez en cuando... Y estuvo tentado a usar aquella extraña verdura que le habían regalado en la granja de Bill con la que podría atraer a un chocobo y usarlo de montura, pero se dijo que debía guardarla para otro momento en el que fuese mas necesaria y no por el simple hecho de poder descansar un rato y dejar de andar.
Así que, estirando el cuello y respirando hondo, siguió su travesía por aquella llanura.
La idea que más le atraía había sido la de dirigirse a la Llanura de la Calma, ya que, según parecía ser, allí podria encontrarse facilmente con algo de acción, por lo que ese fue el objetivo principal. Dió una vuelta a la ciudad, tratando de ir memorizandola y descubrir cada uno de sus rincones. Cuando se dió por satisfecho, le preguntó a los lugareños por donde debía partir para encaminarse hacia la Llanura de la Calma. Algunos le miraban asombrados, pues aunque algunos le veían capaz de adentrarse allí al tener ese "aspecto" de guerrero, otros tan solo veian a un chiquillo de 18 años que ansiaba aventuras.
Este "chiquillo" se encontraba ya paseando por la Llanura, lanza en mano, pues aunque había una tranquilidad general, le gustaba ir siempre en guardia, alerta a cualquier movimiento repentino. La verdad es que el paisaje era exuberante, ya que la llanura parecía no tener fin de lo extensa que era, abarcando toda la vista del Draconarius.
"Espero que aquel maldito viejo no me mintiese al respecto y aquí haya algo de acción... Si sigo sin hacer nada, voy a terminar oxidandome."
Durante un buen trecho del camino, Kirian se volvía para mirar a su espalda de vez en cuando... Y estuvo tentado a usar aquella extraña verdura que le habían regalado en la granja de Bill con la que podría atraer a un chocobo y usarlo de montura, pero se dijo que debía guardarla para otro momento en el que fuese mas necesaria y no por el simple hecho de poder descansar un rato y dejar de andar.
Así que, estirando el cuello y respirando hondo, siguió su travesía por aquella llanura.
Kirian- Draconarius Guerrero
- VIT : 250
PM : 150
AF : 20
AM : 15
DF : 17
DM : 17
E : 20
R : 15
S : 5
Mensajes : 90
Fecha de inscripción : 10/10/2010
Ficha de personaje
Nivel: 1
Experiencia:
(50/100)
Límite:
(19/20)
Re: Comenzando el camino
Todo estaba tranquilo, el aire era puro y el sol resplandecía sin ser abrasador. Pero esa paz se vio perturbada por al sonido de unas patas fuertes y ágiles que corrían a través de la hierba. Kirian observó el horizonte y encontró recortado en él las figuras de tres grandes y hermosos chocobos que se acercaban hacia él a paso veloz. Los tres llevaban su respectivo jinete.
-¡Alto en nombre de la Legión! -bramó uno de ellos.
-Esta zona está completamente prohibida para los ciudadanos y la gente de a pie. Estamos investigando una apariencia extraña y no identificada. Por favor, vuelva a la ciudad o nos veremos obligados a detenerle.
-¡Alto en nombre de la Legión! -bramó uno de ellos.
-Esta zona está completamente prohibida para los ciudadanos y la gente de a pie. Estamos investigando una apariencia extraña y no identificada. Por favor, vuelva a la ciudad o nos veremos obligados a detenerle.
Npc- Señor del rol
- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 11/10/2010
Re: Comenzando el camino
Kirian vió llegar a los chocobos con sus respectivos jinetes. Estos, que parecían ser soldados, miraron al joven arrogantemente, a la vez que le impedían el paso. El Draconarius puso una mueca al oir que tendría que dar la vuelta después de todo el camino que había recorrido.
"Vine a por algo de acción y no me voy a ir sin ella... Además, ¿qué puedo perder?
Mientras la mente de Kirian ideaba un plan a toda velocidad, este respondía inocentemente a los soldados:
- Oh, menuda suerte la mía... Bueno, supongo que tendré que dar la vuelta y volver por donde he venido...
El joven se dio la vuelta y hechó a andar, cuando se encontraba a unos pocos metros de los soldados, metió la mano en aquella bolsa que le había regalado Lucy, aquella que contenía la extraña verdura. Los chocobos parecieron olerla al instante, ya que levantaron la cabeza y miraron en dirección al Draconarius. Éste le quitó el envoltorio a la verdura y volvió a guardarla, quedando en su mano el papel que antes la había cubierto y que ahora estaba impregnado de su olor... Con una sonrisa en los labios, Kirian lo lanzó a lo lejos.
Suponiendo que los chocobos seguirian el papel, aunque tan solo fuese durante un par de segundos para intentar llevarse a la boca aquel manjar inexistente, el joven comenzó a correr hacia donde se había encontrado con los guardias hace un momento, solo que, a falta de un par de metros, hizo gala del potente salto que caracterizaba a los Draconarius, dejando en cuestion de segundos atrás el suelo.
"A ver como tratan de seguirme esos tres... Porque, los Chocobos no vuelan, ¿no?
"Vine a por algo de acción y no me voy a ir sin ella... Además, ¿qué puedo perder?
Mientras la mente de Kirian ideaba un plan a toda velocidad, este respondía inocentemente a los soldados:
- Oh, menuda suerte la mía... Bueno, supongo que tendré que dar la vuelta y volver por donde he venido...
El joven se dio la vuelta y hechó a andar, cuando se encontraba a unos pocos metros de los soldados, metió la mano en aquella bolsa que le había regalado Lucy, aquella que contenía la extraña verdura. Los chocobos parecieron olerla al instante, ya que levantaron la cabeza y miraron en dirección al Draconarius. Éste le quitó el envoltorio a la verdura y volvió a guardarla, quedando en su mano el papel que antes la había cubierto y que ahora estaba impregnado de su olor... Con una sonrisa en los labios, Kirian lo lanzó a lo lejos.
Suponiendo que los chocobos seguirian el papel, aunque tan solo fuese durante un par de segundos para intentar llevarse a la boca aquel manjar inexistente, el joven comenzó a correr hacia donde se había encontrado con los guardias hace un momento, solo que, a falta de un par de metros, hizo gala del potente salto que caracterizaba a los Draconarius, dejando en cuestion de segundos atrás el suelo.
"A ver como tratan de seguirme esos tres... Porque, los Chocobos no vuelan, ¿no?
Kirian- Draconarius Guerrero
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Ficha de personaje
Nivel: 1
Experiencia:
(50/100)
Límite:
(19/20)
Re: Comenzando el camino
Los chocobos se dislocaron por un momento. Cuando consiguieron calmarlos, los miembros de la Legión observaron como aquel joven parecía volar por los aires.
-Tsk... insensato.
El líder de los tres soldados agarró rápidamente el arco de su compañero y apuntó hacia el cielo. Una flecha cruzó el aire y chocó directamente con el cuerpo del Draconarius, dañándolo en la parte del hombro, justo en el punto ciego de su armadura. El muchacho cayó al suelo sin remedio alguno. Las pisadas del chocobo resonaron de manera grácil contra la mullida hierba.
-Cuando la Legión dice que no, es que no.
Lo siguiente que pudo notar el joven fue un fuerte golpe en la cabeza.
El rol de Kirian sigue aquí
-Tsk... insensato.
El líder de los tres soldados agarró rápidamente el arco de su compañero y apuntó hacia el cielo. Una flecha cruzó el aire y chocó directamente con el cuerpo del Draconarius, dañándolo en la parte del hombro, justo en el punto ciego de su armadura. El muchacho cayó al suelo sin remedio alguno. Las pisadas del chocobo resonaron de manera grácil contra la mullida hierba.
-Cuando la Legión dice que no, es que no.
Lo siguiente que pudo notar el joven fue un fuerte golpe en la cabeza.
El rol de Kirian sigue aquí
Npc- Señor del rol
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