El ritual del envío
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Harken
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El ritual del envío
por Npc Dom Oct 31, 2010 4:18 pm
Todos los acompañantes de la invocadora llegaron a aquel fatídico punto, donde aquella pequeña niña de ojos cristalínos lloraba todavía sobre el cadáver de su difunto padre. No había tiempo que perder. Harken y Shisui a la cabeza, la habían guiado hacia allí.
Offtopic:
Orden de posteo: Harken, Shisui, Nicole, Kirian, Aldur.
Npc- Señor del rol
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Re: El ritual del envío
por Harken Lun Nov 01, 2010 7:43 pm
Harken se abrió paso entre la multitud mientras continuaba ejerciendo de guía del grupo. Lo más complicado fue salir del abarrotado puerto, pues el resto del camino se encontraba menos congestionado. Sin embargo, el guerrero había tomado la delantera y ya no la perdería. Aquel extraño grupo avanzaba conjuntamente, aunque las razones que los había llevado a reunirse eran muy distintas. Él y Shisui ya se conocían un poco más o, por lo menos, tenían más confianza entre ellos. De los otros tres poco podía decir... Nicole era la invocadora que necesitaban y, por la forma que esta tenía de interactuar con el tío de pelo rubio, podía intuirse que ambos viajaban juntos. El quinto en discordia era aquel otro hombre que corría junto al resto, aquel que portaba una lanza y había saltado hacia el barco. Sus intenciones eran totalmente desconocidas para Harken, imposibles de intuir a simple vista...
Cuando al fin llegaron a junto el cadáver del hombre muerto, la pequeña seguía llorando sobre él. Era una situación muy frustrante, pero pronto podrían aliviar el dolor de la desdichada niña...
-Aquí está...
Se detuvo en seco frente al cuerpo y lo observó con ojos imbuidos en lástima. El ritual del Envío estaba a punto de comenzar, pero aquello no terminaría allí, todavía debían buscar al asesino de aquel pobre hombre y, desde luego, acudir al templo cuanto antes. Las cosas no quedarían así...
Cuando al fin llegaron a junto el cadáver del hombre muerto, la pequeña seguía llorando sobre él. Era una situación muy frustrante, pero pronto podrían aliviar el dolor de la desdichada niña...
-Aquí está...
Se detuvo en seco frente al cuerpo y lo observó con ojos imbuidos en lástima. El ritual del Envío estaba a punto de comenzar, pero aquello no terminaría allí, todavía debían buscar al asesino de aquel pobre hombre y, desde luego, acudir al templo cuanto antes. Las cosas no quedarían así...
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Re: El ritual del envío
por Shisui Lun Nov 01, 2010 9:53 pm
El grupo avanzó hasta llegar al lugar del asesinato,el cuerpo del hombre aun estaba en el piso con un charco de sangre alrededor y la hija de aquel pobre lugareño con los brazos sobre el pecho apuñalado de su padre..
Shisui soltó la mano de la joven invocadora para que pudiera hacer el "envio" del que tanto habia oido hablar pero nunca habia visto...
Este se aparto a un lado dejando espacio suficiente a la invocadora,no podia evitar escuchar los incesantes gritos de dolor de la niña
Bufón...bufón...bufón...
Susurraba Shisui para si mismo.
Ahora que la invocadora estaba en Kilika podrian ayudar a esas gentes en todo lo que necesitaban pero lo mas importante era encontrar a aquel bufón del que habló el hombre antes de morir...ya habia matado a una persona...y podia seguir haciendolo sino se lo impedian...
Este no habia dirigido palabra alguna desde que salieron del puerto,pero ya habria tiempo para hablar,aquello era mas importante..
Shisui con la mano encima de la empuñadura de su espada observaba los alrededores...no le gustaria que nadie ni nada interrumpiera el "envio"
Shisui soltó la mano de la joven invocadora para que pudiera hacer el "envio" del que tanto habia oido hablar pero nunca habia visto...
Este se aparto a un lado dejando espacio suficiente a la invocadora,no podia evitar escuchar los incesantes gritos de dolor de la niña
Bufón...bufón...bufón...
Susurraba Shisui para si mismo.
Ahora que la invocadora estaba en Kilika podrian ayudar a esas gentes en todo lo que necesitaban pero lo mas importante era encontrar a aquel bufón del que habló el hombre antes de morir...ya habia matado a una persona...y podia seguir haciendolo sino se lo impedian...
Este no habia dirigido palabra alguna desde que salieron del puerto,pero ya habria tiempo para hablar,aquello era mas importante..
Shisui con la mano encima de la empuñadura de su espada observaba los alrededores...no le gustaria que nadie ni nada interrumpiera el "envio"
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Re: El ritual del envío
por Nicole Mar Nov 02, 2010 1:25 pm
Nicole fue guiada a través del gentío. Estaba algo nerviosa y alterada por la situación, pero el saber que su guardián estaba ahí para apoyarla la hizo estar algo más segura de sí misma. Todos llegaron al punto exacto en el que el hombr había fallecido. Shisui soltó a la joven pelirrosa y ésta se acercó por paso lento hacia el cadáver. Una niña lloraba desconsoladamente sobre él. Nicole se inclinó y le tocó la cabecita.
-No te preocupes. Ya estoy aquí.
La cría alzó la mirada y sus ojos acuosos chocaron con los de Nicole, que le sonrió todo lo que pudo. Apartó a la muchacha con cuidado y examinó el cuerpo. Aún había tiempo. No mucho, pero aún era posible. Suspiró y terminó cerrándole los ojos al hombre. Se levantó, con cuidado.
-El Envío es posible. Llegará al Etéreo.
Hubo un murmullo de aprovación general que Nicole pasó por alto. Aquello no era una buena noticia. Nunca lo era. Aunque librara a ese pobre espíritu de pasar a ser algo mucho peor, el Envío siempre implicaba una pérdida para una familia, para un pueblo, para Spira.
Se giró en silencio y con la cabeza medio agachada. Se quitó los zapatos y se los entregó a Aldur.
-Ahora tengo que Enviarlo. Este es un ritual muy importante aquí en Spira. Más tarde te lo explicaré...
Su voz era algo apagada, pero estaba decidida. Se giró de nuevo y alzó su mano derecha. Con cuidado, se soltó el pelo. La brisa lo meció suavemente mientras acariciaba a todos los presentes. Nicole avanzó un par de pasos y abrió los brazos durante un instante. Sus pendientes brillaron ante un foco de luz inexistente. Sin dudarlo ni un momento, comenzó a bailar. Sus pies se movían con gracia y agilidad sobre los tablones de madera, que temblaron ligeramente. Se giraba como una bailarina experta y grácil, delicada hasta en la parte más recóndita de su ser. El agua que había bajo los tablones del muelle que constituía a la ciudad de Kilika empezó a filtrarse por las rendijas. Pronto, envolvió tanto a la invocadora como al cuerpo del hombre muerto. Una serie de luces flotantes comenzó a danzar con ella, entrelazándose con sus movimientos y sus pasos de baile.
Poco a poco, todo se fue deteniendo. El agua volvió a su lugar de origen, las luciérnagas cesaron y las maderas se mantuvieron igual de firmes que antes. Nicole se tambaleó un poco, aturdida por el esfuerzo.
Era su primer Envío.
-No te preocupes. Ya estoy aquí.
La cría alzó la mirada y sus ojos acuosos chocaron con los de Nicole, que le sonrió todo lo que pudo. Apartó a la muchacha con cuidado y examinó el cuerpo. Aún había tiempo. No mucho, pero aún era posible. Suspiró y terminó cerrándole los ojos al hombre. Se levantó, con cuidado.
-El Envío es posible. Llegará al Etéreo.
Hubo un murmullo de aprovación general que Nicole pasó por alto. Aquello no era una buena noticia. Nunca lo era. Aunque librara a ese pobre espíritu de pasar a ser algo mucho peor, el Envío siempre implicaba una pérdida para una familia, para un pueblo, para Spira.
Se giró en silencio y con la cabeza medio agachada. Se quitó los zapatos y se los entregó a Aldur.
-Ahora tengo que Enviarlo. Este es un ritual muy importante aquí en Spira. Más tarde te lo explicaré...
Su voz era algo apagada, pero estaba decidida. Se giró de nuevo y alzó su mano derecha. Con cuidado, se soltó el pelo. La brisa lo meció suavemente mientras acariciaba a todos los presentes. Nicole avanzó un par de pasos y abrió los brazos durante un instante. Sus pendientes brillaron ante un foco de luz inexistente. Sin dudarlo ni un momento, comenzó a bailar. Sus pies se movían con gracia y agilidad sobre los tablones de madera, que temblaron ligeramente. Se giraba como una bailarina experta y grácil, delicada hasta en la parte más recóndita de su ser. El agua que había bajo los tablones del muelle que constituía a la ciudad de Kilika empezó a filtrarse por las rendijas. Pronto, envolvió tanto a la invocadora como al cuerpo del hombre muerto. Una serie de luces flotantes comenzó a danzar con ella, entrelazándose con sus movimientos y sus pasos de baile.
Poco a poco, todo se fue deteniendo. El agua volvió a su lugar de origen, las luciérnagas cesaron y las maderas se mantuvieron igual de firmes que antes. Nicole se tambaleó un poco, aturdida por el esfuerzo.
Era su primer Envío.
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Re: El ritual del envío
por Kirian Mar Nov 02, 2010 3:41 pm
Siguiendo a la pelirosa entre la muchedumbre que campaba por el lugar, Kirian se fue abriendo paso. No quería perder a Nicole justo después de encontrarla, a pesar de que en un par de ocasiones creía haberlo hecho, pero volvió a localizarla despues de no pocos empujones.
- Perdooon, disculpeee, paso que voyy...
Algunas personas se retiraban algo confusas por las maneras del joven, mientras otras le miraban hoscamente, como diciendo si debían castigar al chaval. Un hombre de aspecto fuertudo se le interpuso, y Kirian, por miedo a perderle la pista a la invocadora, dijo, mientras ponía una cara de inocencia asombrosa:
- Yo solo hago lo que me dice mi hermano mayor... Me ha dicho que le siga y me está dejando atrás...-Dijo, mientras señalaba a Aldur, que iba por delante con prisas.
El tipo se giró para ver a quien señalaba el Draconarius. Al descubrir la silueta del rubio, pareció recular un poco, ya que Aldur tenía su misma corpulencia o más si cabia, pero luego adoptó una expresión seria mientras le daba una palmadita en el hombro a Kirian.
- Ten cuidado chico, no te vayas a perder.
Kirian compuso una sonrisa como pudo. Odiaba que le llamasen "chico" o "niño" o derivados... pero bueno, al menos se había quitado el marrón de encima y, para mejor, se lo había echado a aquel rubio que tan mal le caía a pesar de acabar de conocerlo.
Mientras reía interiormente, apenas se percató de que la comitiva a la que seguía se había detenido, formando un espacio en el cuyo centro se encontraba Nicole. Kirian se le quedó mirando mientras esta empezaba a bailar con su largo pelo ondeando al viento, junto una figura que reposaba en el suelo, rodeada por un charco de sangre.
"¿Qué demonios es esto?"
Al poco rato, el agua que se encontraba a los pies de todos, por debajo de las tablas de madera, flotó, rodeando el cuerpo de la invocadora y el del hombre herido, dejando reflejadas sus siluetas contra el agua cristalina durante unos instantes. Durante unos instantes, perduró así, hasta que todo volvio a la "normalidad".
Entonces Nicole se tambaleó, visiblemente cansada por el esfuerzo. Kirian, insconcientemente, se acercó rápidamente a ella, posando sus manos en los hombros de la invocadora para evitar una posible caida... Más valía prevenir que curar.
- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? -Mientras preguntaba, cayó en la cuenta de que ella ni siquiera le conocía.- Lo siento, soy Kirian, encantado de conocerte.
Le sonrió de manera cálida a la joven, tratando de reconfortarla.
- Perdooon, disculpeee, paso que voyy...
Algunas personas se retiraban algo confusas por las maneras del joven, mientras otras le miraban hoscamente, como diciendo si debían castigar al chaval. Un hombre de aspecto fuertudo se le interpuso, y Kirian, por miedo a perderle la pista a la invocadora, dijo, mientras ponía una cara de inocencia asombrosa:
- Yo solo hago lo que me dice mi hermano mayor... Me ha dicho que le siga y me está dejando atrás...-Dijo, mientras señalaba a Aldur, que iba por delante con prisas.
El tipo se giró para ver a quien señalaba el Draconarius. Al descubrir la silueta del rubio, pareció recular un poco, ya que Aldur tenía su misma corpulencia o más si cabia, pero luego adoptó una expresión seria mientras le daba una palmadita en el hombro a Kirian.
- Ten cuidado chico, no te vayas a perder.
Kirian compuso una sonrisa como pudo. Odiaba que le llamasen "chico" o "niño" o derivados... pero bueno, al menos se había quitado el marrón de encima y, para mejor, se lo había echado a aquel rubio que tan mal le caía a pesar de acabar de conocerlo.
Mientras reía interiormente, apenas se percató de que la comitiva a la que seguía se había detenido, formando un espacio en el cuyo centro se encontraba Nicole. Kirian se le quedó mirando mientras esta empezaba a bailar con su largo pelo ondeando al viento, junto una figura que reposaba en el suelo, rodeada por un charco de sangre.
"¿Qué demonios es esto?"
Al poco rato, el agua que se encontraba a los pies de todos, por debajo de las tablas de madera, flotó, rodeando el cuerpo de la invocadora y el del hombre herido, dejando reflejadas sus siluetas contra el agua cristalina durante unos instantes. Durante unos instantes, perduró así, hasta que todo volvio a la "normalidad".
Entonces Nicole se tambaleó, visiblemente cansada por el esfuerzo. Kirian, insconcientemente, se acercó rápidamente a ella, posando sus manos en los hombros de la invocadora para evitar una posible caida... Más valía prevenir que curar.
- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? -Mientras preguntaba, cayó en la cuenta de que ella ni siquiera le conocía.- Lo siento, soy Kirian, encantado de conocerte.
Le sonrió de manera cálida a la joven, tratando de reconfortarla.
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Re: El ritual del envío
por Aldur Mar Nov 02, 2010 4:40 pm
-Pre... precioso.
La danza de Nicole fue alucinante. A pesar de la triste escena que vio antes con la niña y su padre, aquella nube de colores que envolvía todo el ambiente era muy acogedora. El agua brotaba através de los huecos de la madera y Nicole bailaba al son de su oleaje.
La niña lloraba un poco alejada del lugar pero mucho más tranquila que antes. Al parecer, este ritual que sus ojos estaban viendo era de vital importancia en Spira, algo totalmente desconocido para él en su tierra natal. Allí directamente se les daba entierro a los caídos o se les incineraba... ¿pero ''un Envío''? Ni sabía que era.
Todos en el lugar observaban con ojos de esperanza a la invocadora. Algunos lloraban y otros parecían felices por aquello. Era algo realmente extraño. Y como esta vez no tenía a Nicole para que se lo explicase y su curiosidad era una de sus mayores virtudes, ojeó la zona hasta dar con aquel hombre que los guió; Harken.
Con paso lento y sin dejar de mirar todo aquello, se acercó al guerrero y le habló en voz baja mientras nadie le veía. Obviamente estaban todos observando a la joven danzante.
-Oye perdona... tú que tienes cara de entendido -se rascó el pelo de forma pausada, algo raro en él.- ¿Qué exactamente esto? ¿Qué es el envío?
Esperó paciente la respuesta de aquel hombre, cuando de repente, Nicole dejó de bailar. El agua volvió a su reposo original y la chica se tambaleó ligeramente, casi para caer al suelo.
Su pie de apoyo se movió lo más rápido que pudo pero lo único que sus ojos pudieron comprobar fue como aquel molesto chico, que momentos antes había saltado hacia el barco, rescataba a la invocadora de una caida segura. Era sin duda más rápido que él.
''¡Mierda!"
Se acercó hacia ellos corriendo. Ahora era guardián y, desde luego, él no conocía a aquel chico de nada, y Nicole al parecer tampoco. No tenía tiempo para dudar, pero sí para actuar. ¿Y si en realidad era alguien que quería aprovecharse de ella? Las indicaciones de Kramer resonaron en su cabeza, y protegerla de todo era eso; de todo.
Lo siguiente que sintieron sus nudillos fue la carne de la mejilla derecha de Kirian, la cual había golpeado con un fuerte puñetazo. Tras ello tomó a Nicole en brazos y la miró con ojos de preocupación.
-¿Estás bien?
Si aquel chico era alguien de fiar, ya se disculparía de esto en un futuro.
La danza de Nicole fue alucinante. A pesar de la triste escena que vio antes con la niña y su padre, aquella nube de colores que envolvía todo el ambiente era muy acogedora. El agua brotaba através de los huecos de la madera y Nicole bailaba al son de su oleaje.
La niña lloraba un poco alejada del lugar pero mucho más tranquila que antes. Al parecer, este ritual que sus ojos estaban viendo era de vital importancia en Spira, algo totalmente desconocido para él en su tierra natal. Allí directamente se les daba entierro a los caídos o se les incineraba... ¿pero ''un Envío''? Ni sabía que era.
Todos en el lugar observaban con ojos de esperanza a la invocadora. Algunos lloraban y otros parecían felices por aquello. Era algo realmente extraño. Y como esta vez no tenía a Nicole para que se lo explicase y su curiosidad era una de sus mayores virtudes, ojeó la zona hasta dar con aquel hombre que los guió; Harken.
Con paso lento y sin dejar de mirar todo aquello, se acercó al guerrero y le habló en voz baja mientras nadie le veía. Obviamente estaban todos observando a la joven danzante.
-Oye perdona... tú que tienes cara de entendido -se rascó el pelo de forma pausada, algo raro en él.- ¿Qué exactamente esto? ¿Qué es el envío?
Esperó paciente la respuesta de aquel hombre, cuando de repente, Nicole dejó de bailar. El agua volvió a su reposo original y la chica se tambaleó ligeramente, casi para caer al suelo.
Su pie de apoyo se movió lo más rápido que pudo pero lo único que sus ojos pudieron comprobar fue como aquel molesto chico, que momentos antes había saltado hacia el barco, rescataba a la invocadora de una caida segura. Era sin duda más rápido que él.
''¡Mierda!"
Se acercó hacia ellos corriendo. Ahora era guardián y, desde luego, él no conocía a aquel chico de nada, y Nicole al parecer tampoco. No tenía tiempo para dudar, pero sí para actuar. ¿Y si en realidad era alguien que quería aprovecharse de ella? Las indicaciones de Kramer resonaron en su cabeza, y protegerla de todo era eso; de todo.
Lo siguiente que sintieron sus nudillos fue la carne de la mejilla derecha de Kirian, la cual había golpeado con un fuerte puñetazo. Tras ello tomó a Nicole en brazos y la miró con ojos de preocupación.
-¿Estás bien?
Si aquel chico era alguien de fiar, ya se disculparía de esto en un futuro.
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Re: El ritual del envío
por Harken Jue Nov 04, 2010 3:29 pm
En cuanto todo el grupo se agrupó en torno a la dramática escena, fue Nicole quien tomó el mando de la situación. Nadie mejor que ella para saber que es lo que debía hacer en aquel caso...
La niña continuaba llorando aunque la joven invocadora consiguió calmarla ligeramente, apartándola con delicadeza de su difunto padre.
Shisui se había llevado la mano a la empuñadura de la Katana, como si temiese que alguien pudiese impedir el ritual, mientras que el resto de los allí presentes observaba con atención y mucha tensión a Nicole. Seguramente mucha de aquella gente no había observado un ritual de Envío en su vida, pero Harken, para su propia desgracia, los conocía bastante bien; su vida como legionario no sólo le había otorgado buenos momentos y grandes aventuras... De hecho, lo sucedido en su último día como sirviente del dogma de Yevon todavía le provocaba pesadillas por las noches.
Sin embargo, aquel ritual tenía algo distinto... Nicole comenzó a bailar de forma hábil y fluida, y poco después el agua avanzó hacia sus pies desde el propio puerto. Cientos de lucecillas comenzaron a volar en torno a la invocadora y el cadáver, mientras el espíritu de aquel pobre hombre volaba hacia su salvación. La tristeza siempre inundaba aquellos rituales, aunque aquel en concreto también emitía una belleza impactante.
Tras terminar el Envío, la joven se tambaleó y aquel extraño forastero saltarín decidió agarrarla antes de que pudiese desplomarse. Entonces, el rubio acompañante de Nicole se abalanzó sobre él como una fiera y le propinó un fuerte puñetazo en la cara, para acto seguido tomar a la joven en brazos.
Harken observó la situación con cara de preocupación y el ceño fruncido. Aquel hombre había conseguido salvarse de una terrible transformación, pero ese no era el único problema que sufría la isla en aquellos momentos...
Se acercó a Nicole y la observó de cerca, tras lo que soltó un comentario por el que quizás se mereciese también un buen puñetazo.
-Siento ser tan impulsivo y parecer desagradecido, pues realmente me importa la salud de la invocadora, pero necesitamos que llegue al templo cuanto antes. Un intruso lleva allí dentro varias horas y no nos han permitido entrar sin ir acompañados de un invocador...
No se sentía orgulloso de intentar forzar aquella delicada muchacha, pero alguien tenía que decir aquello, la vida de mucha gente estaba en juego y ella entendería mejor que nadie lo importante que era proteger un lugar tan sagrado...
La niña continuaba llorando aunque la joven invocadora consiguió calmarla ligeramente, apartándola con delicadeza de su difunto padre.
Shisui se había llevado la mano a la empuñadura de la Katana, como si temiese que alguien pudiese impedir el ritual, mientras que el resto de los allí presentes observaba con atención y mucha tensión a Nicole. Seguramente mucha de aquella gente no había observado un ritual de Envío en su vida, pero Harken, para su propia desgracia, los conocía bastante bien; su vida como legionario no sólo le había otorgado buenos momentos y grandes aventuras... De hecho, lo sucedido en su último día como sirviente del dogma de Yevon todavía le provocaba pesadillas por las noches.
Sin embargo, aquel ritual tenía algo distinto... Nicole comenzó a bailar de forma hábil y fluida, y poco después el agua avanzó hacia sus pies desde el propio puerto. Cientos de lucecillas comenzaron a volar en torno a la invocadora y el cadáver, mientras el espíritu de aquel pobre hombre volaba hacia su salvación. La tristeza siempre inundaba aquellos rituales, aunque aquel en concreto también emitía una belleza impactante.
Tras terminar el Envío, la joven se tambaleó y aquel extraño forastero saltarín decidió agarrarla antes de que pudiese desplomarse. Entonces, el rubio acompañante de Nicole se abalanzó sobre él como una fiera y le propinó un fuerte puñetazo en la cara, para acto seguido tomar a la joven en brazos.
Harken observó la situación con cara de preocupación y el ceño fruncido. Aquel hombre había conseguido salvarse de una terrible transformación, pero ese no era el único problema que sufría la isla en aquellos momentos...
Se acercó a Nicole y la observó de cerca, tras lo que soltó un comentario por el que quizás se mereciese también un buen puñetazo.
-Siento ser tan impulsivo y parecer desagradecido, pues realmente me importa la salud de la invocadora, pero necesitamos que llegue al templo cuanto antes. Un intruso lleva allí dentro varias horas y no nos han permitido entrar sin ir acompañados de un invocador...
No se sentía orgulloso de intentar forzar aquella delicada muchacha, pero alguien tenía que decir aquello, la vida de mucha gente estaba en juego y ella entendería mejor que nadie lo importante que era proteger un lugar tan sagrado...
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Re: El ritual del envío
por Shisui Jue Nov 04, 2010 4:00 pm
El joven seguia pendiente de los alrededores,la invocadora habia echo su trabajo en la aldea lo cual la habia dejado un poco debilitada...seria su primer envio...
El envio era una de las cosas mas increibles que Shisui habia visto en su vida,la manera de danzar de la invocadora y el poder de enviar un alma al etereo para que alcanze su descanso eterno era digno de admiración
El Guerrero que acompañaba a la invocadora lanzó un tremendo puñetazo contra el hombre de la lanza,seguramente fuera el guardián de la invocadora...otro trabajo que admiraba el joven guerrero era el de guardián...su padre siempre le habia hablado de ello
Tras eso,Harken dirigio unas palabras a Nicole
Shisui miró a Nicole y le sonrió
-Buen trabajo invocadora^^
Suspiro apenado y dijo
-Debemos apresurarnos al templo como bien a dicho Harken,pero si no se encuentra bien mejor que descanse...ese "Bufón" que mencionó el hombre antes de morir...puede ser el responsable del ataque al templo y parece muy peligroso...ademas no sabemos si se encuentra solo o acompañado...debemos estar en el mejor estado posible a la hora de entrar en el templo...
Tras hablar volvio a suspirar...en teoria el no deberia entrar en los templos ya que no es un invocador ni un guardián pero no podia quedarse de brazos cruzados...
-Si necesita cualquier cosa señorita...no dude en pedirlo y lo mismo va para su guardián
Dijo mirando a Aldur
El envio era una de las cosas mas increibles que Shisui habia visto en su vida,la manera de danzar de la invocadora y el poder de enviar un alma al etereo para que alcanze su descanso eterno era digno de admiración
El Guerrero que acompañaba a la invocadora lanzó un tremendo puñetazo contra el hombre de la lanza,seguramente fuera el guardián de la invocadora...otro trabajo que admiraba el joven guerrero era el de guardián...su padre siempre le habia hablado de ello
Tras eso,Harken dirigio unas palabras a Nicole
Shisui miró a Nicole y le sonrió
-Buen trabajo invocadora^^
Suspiro apenado y dijo
-Debemos apresurarnos al templo como bien a dicho Harken,pero si no se encuentra bien mejor que descanse...ese "Bufón" que mencionó el hombre antes de morir...puede ser el responsable del ataque al templo y parece muy peligroso...ademas no sabemos si se encuentra solo o acompañado...debemos estar en el mejor estado posible a la hora de entrar en el templo...
Tras hablar volvio a suspirar...en teoria el no deberia entrar en los templos ya que no es un invocador ni un guardián pero no podia quedarse de brazos cruzados...
-Si necesita cualquier cosa señorita...no dude en pedirlo y lo mismo va para su guardián
Dijo mirando a Aldur
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Re: El ritual del envío
por Nicole Jue Nov 04, 2010 4:21 pm
El ritual la había dejado un poco trastocada. Se mareó y alguien la agarró antes de que cayera, pero no era Aldur.
- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? Lo siento, soy Kirian, encantado de conocerte.
Una gran y tentadora sonrisa apareció ante su nublosa mirada.
-S-sí... Gracias. Yo soy...
Pero no pudo terminar la frase. Algo apartó de su vista de un solo golpe a Kirian y, de pronto, su guardián estaba frente a sus ojos.
-¿Estás bien?
Nicole se agarró la cabeza y terminó de incorporarse y ponerse de pie con la ayuda de Aldur.
-Sí. Creo que sí. Lo siento, era mi primer Envío.
De pronto, todos se acercaron a ella. El otro hombre que desconocía, junto con el que la había guiado hasta allí, se acercó rápidamente. Habló de problemas en el templo, de invasores, de raptores. Seguramente el Orador estaba en peligro, y sólo de imaginárselo la cabeza le dio vueltas de nuevo. Se agarró de Aldur hasta que, tras unos segundos, recuperó del todo la compostura.
-Entonces hay que ir ¡Y rápido!
Se acercó corriendo a Harken. Aún estaba débil, y no sabía porqué. Quizá eran demasiadas emociones fuertes para tan poco tiempo.
-Hay que ir al Templo de Kilika. De todos modos, era mi segunda parada. Si el Orador está en peligro, no hay tiempo que perder. ¡Vamos Kir... digo, Aldur!
La sonrisa del draconarius aún brillaba en su cabeza cuando decidió salir corriendo hacia el templo.
- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? Lo siento, soy Kirian, encantado de conocerte.
Una gran y tentadora sonrisa apareció ante su nublosa mirada.
-S-sí... Gracias. Yo soy...
Pero no pudo terminar la frase. Algo apartó de su vista de un solo golpe a Kirian y, de pronto, su guardián estaba frente a sus ojos.
-¿Estás bien?
Nicole se agarró la cabeza y terminó de incorporarse y ponerse de pie con la ayuda de Aldur.
-Sí. Creo que sí. Lo siento, era mi primer Envío.
De pronto, todos se acercaron a ella. El otro hombre que desconocía, junto con el que la había guiado hasta allí, se acercó rápidamente. Habló de problemas en el templo, de invasores, de raptores. Seguramente el Orador estaba en peligro, y sólo de imaginárselo la cabeza le dio vueltas de nuevo. Se agarró de Aldur hasta que, tras unos segundos, recuperó del todo la compostura.
-Entonces hay que ir ¡Y rápido!
Se acercó corriendo a Harken. Aún estaba débil, y no sabía porqué. Quizá eran demasiadas emociones fuertes para tan poco tiempo.
-Hay que ir al Templo de Kilika. De todos modos, era mi segunda parada. Si el Orador está en peligro, no hay tiempo que perder. ¡Vamos Kir... digo, Aldur!
La sonrisa del draconarius aún brillaba en su cabeza cuando decidió salir corriendo hacia el templo.
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Re: El ritual del envío
por Kirian Sáb Nov 06, 2010 12:11 am
Kirian recibió de improvisto el golpe de Aldur... Bueno, no de tan imprevisto, ya que en el momento en el que se acercaba a Nicole sabía que se estaba exponiendo fácilmente a la prepotencia del armario con gabardina, pero su caballerosidad le pudo, haciendo que se lanzase hacia la invocadora antes de que esta cayese al suelo. Tan solo tuvo tiempo de amortiguar el golpe alejando la cabeza del puño mientras este impactaba contra su mejilla, impidiendo así que le saltasen un par de muelas... por no decir media mandíbula. Aun así, dolió, y bastante.
Apenas cayó el suelo, Aldur habló con Nicole, a la que también se le acercaron aquellos dos desconocidos que habían hecho de guias hace un momento. Nicole, ante aquella situación, se mostró algo confusa, pero reaccionó rápidamente, dirigiendose de camino hacia el templo. Justo mientras partía, se equivocó con los nombres, fallo que a Kirian no se le pasó por alto y le hizo sonreir, mientras se levantaba del suelo de un salto.
Aldur se disponía a seguir a Nicole, pero el Draconarius se le interpuso, apuntando con Icarius hacia su cuello mientras le dedicaba una mirada de desprecio.
- No vuelvas a tocarme, o entonces tendremos algo más que unas palabras... Me encantaría arreglar esto ahora mismo pero, te guste o no, estoy aquí para proteger también a Nicole. Y viendo los reflejos que tienes, que ni siquiera puedes atraparla cuando va a caer, estoy seguro de que mi ayuda será de agradecer. Al menos por alguien con una inteligencia normal, no se si me entiendes...
Acto seguido apartó el arma del cuello de Aldur y sin volver a mirarle a la cara, siguió a Nicole. Estaba debil por el reciente Envio, por mucho que ella se negase, asi que se situó cerca de esta, para asegurarse de que nos precipitaría al suelo por un fallo en sus fuerzas.
A pesar del reciente confrontamiento con Aldur, ansiaba que dentro del templo hubiese al menos algo de acción donde poder demostrar su valía ante aquellas personas, pero sobretodo ante la invocadora y su bravucón guardián.
Apenas cayó el suelo, Aldur habló con Nicole, a la que también se le acercaron aquellos dos desconocidos que habían hecho de guias hace un momento. Nicole, ante aquella situación, se mostró algo confusa, pero reaccionó rápidamente, dirigiendose de camino hacia el templo. Justo mientras partía, se equivocó con los nombres, fallo que a Kirian no se le pasó por alto y le hizo sonreir, mientras se levantaba del suelo de un salto.
Aldur se disponía a seguir a Nicole, pero el Draconarius se le interpuso, apuntando con Icarius hacia su cuello mientras le dedicaba una mirada de desprecio.
- No vuelvas a tocarme, o entonces tendremos algo más que unas palabras... Me encantaría arreglar esto ahora mismo pero, te guste o no, estoy aquí para proteger también a Nicole. Y viendo los reflejos que tienes, que ni siquiera puedes atraparla cuando va a caer, estoy seguro de que mi ayuda será de agradecer. Al menos por alguien con una inteligencia normal, no se si me entiendes...
Acto seguido apartó el arma del cuello de Aldur y sin volver a mirarle a la cara, siguió a Nicole. Estaba debil por el reciente Envio, por mucho que ella se negase, asi que se situó cerca de esta, para asegurarse de que nos precipitaría al suelo por un fallo en sus fuerzas.
A pesar del reciente confrontamiento con Aldur, ansiaba que dentro del templo hubiese al menos algo de acción donde poder demostrar su valía ante aquellas personas, pero sobretodo ante la invocadora y su bravucón guardián.
Kirian- Draconarius Guerrero
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Re: El ritual del envío
por Aldur Sáb Nov 06, 2010 12:31 am
Aldur apretó su puño con fuerza tras escuchar la confusión de Nicole, pero no le dio importancia. Al final el nombre que sus labios nombraron fue el suyo y no el de aquel chico que había aprecido de la nada.
Se ajustó sus guantes de cuero y se dispuso a partir junto a los demás cuando el joven Draconarius puso su amenzante lanza apuntando hacia su cuello. El rubio, en reacción, levantó la cabeza mientras sus pupilas miraban hacia Kirian.
- No vuelvas a tocarme, o entonces tendremos algo más que unas palabras... Me encantaría arreglar esto ahora mismo pero, te guste o no, estoy aquí para proteger también a Nicole. Y viendo los reflejos que tienes, que ni siquiera puedes atraparla cuando va a caer, estoy seguro de que mi ayuda será de agradecer. Al menos por alguien con una inteligencia normal, no se si me entiendes...
Aldur sonrió levemente ante aquella amenaza, a pesar de tener la lanza de aquel chaval como corbata. Por su cabeza rondaron miles de pensamientos, pero su única reacción fue esa, una sonrisa. Mantenía las manos en alto, como si le estuviese apuntando alguien de las fuerzas de seguridad. De todas formas no tuvo que esperar mucho a que el chico bajase su arma. Aldur solamente habló tras aquello, mientras ponía su mano sobre el pelo del Draconarius y lo frotaba. Eso sí, siempre manteniendo esa sonrisa.
-Lo que tú digas, crio. Pero si quieres conservar esa cara tan enternecedora que tienes... será mejor que no vuelvas a levantar esa lanza contra mi otra vez.
Retomó su avance con el resto del grupo cuando recordó las palabras de Kirian. Fue entonces cuando aún de forma simpática volvió a dirigirle la palabra, mientras ambos corrían en dirección al Templo de Kilika y, por lo tanto, al bosque.
-Por cierto. No sé porqué tienes que proteger a Nicole... pero espero que solamente sea eso. Porque como le ocurra algo por tu culpa yo personalmente me encargaré de este asunto.
Se ajustó sus guantes de cuero y se dispuso a partir junto a los demás cuando el joven Draconarius puso su amenzante lanza apuntando hacia su cuello. El rubio, en reacción, levantó la cabeza mientras sus pupilas miraban hacia Kirian.
- No vuelvas a tocarme, o entonces tendremos algo más que unas palabras... Me encantaría arreglar esto ahora mismo pero, te guste o no, estoy aquí para proteger también a Nicole. Y viendo los reflejos que tienes, que ni siquiera puedes atraparla cuando va a caer, estoy seguro de que mi ayuda será de agradecer. Al menos por alguien con una inteligencia normal, no se si me entiendes...
Aldur sonrió levemente ante aquella amenaza, a pesar de tener la lanza de aquel chaval como corbata. Por su cabeza rondaron miles de pensamientos, pero su única reacción fue esa, una sonrisa. Mantenía las manos en alto, como si le estuviese apuntando alguien de las fuerzas de seguridad. De todas formas no tuvo que esperar mucho a que el chico bajase su arma. Aldur solamente habló tras aquello, mientras ponía su mano sobre el pelo del Draconarius y lo frotaba. Eso sí, siempre manteniendo esa sonrisa.
-Lo que tú digas, crio. Pero si quieres conservar esa cara tan enternecedora que tienes... será mejor que no vuelvas a levantar esa lanza contra mi otra vez.
Retomó su avance con el resto del grupo cuando recordó las palabras de Kirian. Fue entonces cuando aún de forma simpática volvió a dirigirle la palabra, mientras ambos corrían en dirección al Templo de Kilika y, por lo tanto, al bosque.
-Por cierto. No sé porqué tienes que proteger a Nicole... pero espero que solamente sea eso. Porque como le ocurra algo por tu culpa yo personalmente me encargaré de este asunto.
Aldur- Humano Guerrero
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