A la caza de recompensas
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Final Paradise :: :: Kalm
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A la caza de recompensas
Provengo de aqui...
Despues del paseito desde el pantano, Kirian llegó al pequeño pueblo, donde parecía que había mas actividad, quizás por la hora, quizás por el histérico hombre que habría estado dando vueltas por todo el pueblo dando la lata... sin resultado, seguramente, pues el joven no se había cruzado con nadie en su camino hasta Kalm.
Se acercó a un grupo de mujeres que cuchicheaban entre ellas... Cotillas de pueblo, perfectas si necesitas cualquier información en lo que respecta a cualquier tema.
- Perdon, señoritas...-Dijo, a pesar de que la mas joven de las mujeres tendría unos 35 años.- Alguna podría decirme si ha visto a un hombre, de... esta estatura... emm....-Genial, ahora caía en la cuenta de que no recordaba ningun rasgo significativo del hombre. Se llevo la mano a la nuca mientras hacía una mueca, algo parecido a una sonrisa y a una cara de decepcion a la vez, cuando vio de reojo al hombre que buscaba al final de la calle, hablando con un grupo personas.- ¡Oh, siento las molestias, pero ya lo encontre, gracias de todos modos!
Y, dejando a las cotillas atras, que seguro que ya se habían puesto a hablar sobre el muchacho, sobre la ropa que llevaba, su fardo a la espalda, etc etc... Se dirigió hacia la comitiva que escuchaba al hombre histerico, como lo bautizó Kirian. Este estaba ensimismado hablando, así que no se percató de la llegada del joven, que interrumpió su monologo.
- Su monstruo ya ha sido despachado, siento decirle que se comió a varios chocobos antes de que llegase... ¡no se pudo hacer nada! Aun así, la mayoría sobrevivieron...-Dijo, mientras la cara del hombre pasaba de una expresión de sorpresa, a tristeza y luego a felicidad, en ese orden.
Despues del paseito desde el pantano, Kirian llegó al pequeño pueblo, donde parecía que había mas actividad, quizás por la hora, quizás por el histérico hombre que habría estado dando vueltas por todo el pueblo dando la lata... sin resultado, seguramente, pues el joven no se había cruzado con nadie en su camino hasta Kalm.
Se acercó a un grupo de mujeres que cuchicheaban entre ellas... Cotillas de pueblo, perfectas si necesitas cualquier información en lo que respecta a cualquier tema.
- Perdon, señoritas...-Dijo, a pesar de que la mas joven de las mujeres tendría unos 35 años.- Alguna podría decirme si ha visto a un hombre, de... esta estatura... emm....-Genial, ahora caía en la cuenta de que no recordaba ningun rasgo significativo del hombre. Se llevo la mano a la nuca mientras hacía una mueca, algo parecido a una sonrisa y a una cara de decepcion a la vez, cuando vio de reojo al hombre que buscaba al final de la calle, hablando con un grupo personas.- ¡Oh, siento las molestias, pero ya lo encontre, gracias de todos modos!
Y, dejando a las cotillas atras, que seguro que ya se habían puesto a hablar sobre el muchacho, sobre la ropa que llevaba, su fardo a la espalda, etc etc... Se dirigió hacia la comitiva que escuchaba al hombre histerico, como lo bautizó Kirian. Este estaba ensimismado hablando, así que no se percató de la llegada del joven, que interrumpió su monologo.
- Su monstruo ya ha sido despachado, siento decirle que se comió a varios chocobos antes de que llegase... ¡no se pudo hacer nada! Aun así, la mayoría sobrevivieron...-Dijo, mientras la cara del hombre pasaba de una expresión de sorpresa, a tristeza y luego a felicidad, en ese orden.
Kirian- Draconarius Guerrero
- VIT : 250
PM : 150
AF : 20
AM : 15
DF : 17
DM : 17
E : 20
R : 15
S : 5
Mensajes : 90
Fecha de inscripción : 10/10/2010
Ficha de personaje
Nivel: 1
Experiencia:
(50/100)
Límite:
(19/20)
Re: A la caza de recompensas
El viejo se giró, eternamente agradecido hacia el joven muchacho.
-Increíble joven, lo que acabas de hacer es una proeza digna de un héroe. No hay límites de agradecimiento para decirte lo mucho que nos has ayudado matando a esa bestia. Estaré eternamente agradecido, hijo mío, porque...
Lo que venía era algo que seguro que Kirian no habría deseado, pues aquel anciano se tiró diez minutos largos de agradecimientos hacia el Draconarius.
Sus lágrimas de felicidad lo decían todo, así como sus gestos y sus tres pañuelos agotados para desastar su nariz.
Seguro que el muchacho estaba cerca de irse, cuando el viejo pareció por fin decir algo interesante.
-... y es terriblemente honesto hacer esto sin pedirme ni una sola moneda a cambio. Increíble, hijo, increíble. Y discúlpame por ser tan pesado... son cosas de la edad. Por agradecerte este enorme gesto de escucharme sin rechistar, voy a recompensarte con algo...
El ya viejo hombre metió una de sus arrugadas manos en el bolsillo de su chaqueta de lana, al parecer hecha a mano. Con pesadez y como si le costase, sacó de ella una especie de botón de color dorado. El anciano le hizo entrega a Kirian de aquella especie de joya, y, tras cogerla, siguió escuchando al hombre.
-Debes volver a la granja hijo. Una vez allí, llama a la puerta tres veces. Ni una más y ni una menos. Mi nieto Bill te abrirá la puerta. Entonces quiero que le muestres este ''botón'' y que le digas que vas de parte del ''abuelo''. Él sabrá que hacer, es un chico muy listo.
Sonrió de tal manera que la dentadura postiza casi se le desencaja de la boca y, tras una leve despedida con la mano, se giró para seguir hablando de sus cosas con sus compañeros en la plaza de Kalm.
-Increíble joven, lo que acabas de hacer es una proeza digna de un héroe. No hay límites de agradecimiento para decirte lo mucho que nos has ayudado matando a esa bestia. Estaré eternamente agradecido, hijo mío, porque...
Lo que venía era algo que seguro que Kirian no habría deseado, pues aquel anciano se tiró diez minutos largos de agradecimientos hacia el Draconarius.
Sus lágrimas de felicidad lo decían todo, así como sus gestos y sus tres pañuelos agotados para desastar su nariz.
Seguro que el muchacho estaba cerca de irse, cuando el viejo pareció por fin decir algo interesante.
-... y es terriblemente honesto hacer esto sin pedirme ni una sola moneda a cambio. Increíble, hijo, increíble. Y discúlpame por ser tan pesado... son cosas de la edad. Por agradecerte este enorme gesto de escucharme sin rechistar, voy a recompensarte con algo...
El ya viejo hombre metió una de sus arrugadas manos en el bolsillo de su chaqueta de lana, al parecer hecha a mano. Con pesadez y como si le costase, sacó de ella una especie de botón de color dorado. El anciano le hizo entrega a Kirian de aquella especie de joya, y, tras cogerla, siguió escuchando al hombre.
-Debes volver a la granja hijo. Una vez allí, llama a la puerta tres veces. Ni una más y ni una menos. Mi nieto Bill te abrirá la puerta. Entonces quiero que le muestres este ''botón'' y que le digas que vas de parte del ''abuelo''. Él sabrá que hacer, es un chico muy listo.
Sonrió de tal manera que la dentadura postiza casi se le desencaja de la boca y, tras una leve despedida con la mano, se giró para seguir hablando de sus cosas con sus compañeros en la plaza de Kalm.
Última edición por Npc el Mar Oct 12, 2010 7:30 pm, editado 1 vez
Npc- Señor del rol
- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 11/10/2010
Re: A la caza de recompensas
Aquello le recordó a los viejos tiempos, se dijo Kirian...
En cuanto le dio la información al hombre, se inició un monologo que quebraría la paciencia de mas de uno, asi que el joven se puso en modo "desconectado" mientras el viejo le expresaba su agradecimiento de mil maneras diferentes, gestos, expreciones y demás. Más de una vez se le pasó por la cabeza el irse, pero el hombre parecía tan agradecido y conmovido que, seguramente, le ofrecería una recompensa...
Su intuición no le falló, y es que cuando parecia que el hombre se iba a deshidratar de tanta saliva y lágrimas gastadas, el hombre entró en temas interesantes. Kirian captó la frase "voy a recompensarte" entre tanta palabreria y el joven bajó de las nubes.
El viejo, del cual aun desconocía el nombre, sacó una especie de botón dorado de su bolsillo, el cual Kirian miró con una expresion de sorpresa.
"¿No se referirá a eso como recompensa, no?"
Pero por fortuna, eso solo era una especie de "moneda de cambio" con la cual podría obtener su verdadera recompensa.
"Bueno, me toca darme un ligero paseito de nuevo..."
Despidiendose del viejo, que volvió a charlar con aquel grupo con renovado entusiasmo, se puso en camino hacia la granja de nuevo, notando como a sus espaldas, las cotillas le miraban y cuchicheaban de nuevo, seguro que habían prestado atención al dialogo con el viejo... serie un tema de conversacion con el que tendrian varias horas de entretenimiento...
El rol continua aquí
En cuanto le dio la información al hombre, se inició un monologo que quebraría la paciencia de mas de uno, asi que el joven se puso en modo "desconectado" mientras el viejo le expresaba su agradecimiento de mil maneras diferentes, gestos, expreciones y demás. Más de una vez se le pasó por la cabeza el irse, pero el hombre parecía tan agradecido y conmovido que, seguramente, le ofrecería una recompensa...
Su intuición no le falló, y es que cuando parecia que el hombre se iba a deshidratar de tanta saliva y lágrimas gastadas, el hombre entró en temas interesantes. Kirian captó la frase "voy a recompensarte" entre tanta palabreria y el joven bajó de las nubes.
El viejo, del cual aun desconocía el nombre, sacó una especie de botón dorado de su bolsillo, el cual Kirian miró con una expresion de sorpresa.
"¿No se referirá a eso como recompensa, no?"
Pero por fortuna, eso solo era una especie de "moneda de cambio" con la cual podría obtener su verdadera recompensa.
"Bueno, me toca darme un ligero paseito de nuevo..."
Despidiendose del viejo, que volvió a charlar con aquel grupo con renovado entusiasmo, se puso en camino hacia la granja de nuevo, notando como a sus espaldas, las cotillas le miraban y cuchicheaban de nuevo, seguro que habían prestado atención al dialogo con el viejo... serie un tema de conversacion con el que tendrian varias horas de entretenimiento...
El rol continua aquí
Kirian- Draconarius Guerrero
- VIT : 250
PM : 150
AF : 20
AM : 15
DF : 17
DM : 17
E : 20
R : 15
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Mensajes : 90
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Ficha de personaje
Nivel: 1
Experiencia:
(50/100)
Límite:
(19/20)
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