Persecución en la noche.
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Final Paradise :: :: Deling
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Persecución en la noche.
El rol viene de Lloyd y Adler viene de aquí.
Los soldados de Galbadia obtuvieron al poco tiempo la imagen de Lloyd y Adler escapando cada uno en una moto, los dos prácticamente igualados en carrera. Fue entonces cuando todos ellos aceleraron la marcha mientras comenzaban a disparar. Tenían permiso para matar si así era necesario.
Los soldados de Galbadia obtuvieron al poco tiempo la imagen de Lloyd y Adler escapando cada uno en una moto, los dos prácticamente igualados en carrera. Fue entonces cuando todos ellos aceleraron la marcha mientras comenzaban a disparar. Tenían permiso para matar si así era necesario.
- Datos para continuar:
- Off:: Momento de escapar, pero no será tan facil. Los soldados de Galbadia empezaran un fuego de disparos contra vosotros desde vuestra retaguardia. Debéis tirar 1 dado de 3 caras cada post siguiente que hagáis. Si obtenéis un 1 o un 2 vuestros perseguidores seguirán siendo eso, perseguidores. Pero con un 3, alguno de sus disparos os alcanzará. Si a alguno de los dos les aciertan con 2 disparos, os tambalearéis y caeréis de la moto, así que tened cuidado y suerte. La persecución acabará dentro de 3 turnos, donde se dará por finalizada y podéis crear cualquier post chulo para dejar atrás a los soldados. Si alguno de los dos cae, posiblemente deberá batirse en combate y le costará mucho más escapar. Buena suerte. ::Off
Npc- Señor del rol
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Re: Persecución en la noche.
La moto de Adler rompía el silencio habitual que normalmente reinaba en la salida de la ciudad de Deling, los postes y señales de trafico que se apostaban a ambos lados de la carretera pasaban una tras otra a gran velocidad, hasta el punto de no permitir al conductor distinguirlas con facilidad, no obstante, el chico no tenia tiempo para pararse a mirar las señales de trafico, en principio su huida había sido todo un éxito, no obstante ya se había sobre acostumbrado a no tirar cohetes a la ligera, cuando llevase varios kilómetros corriendo en solitario, relajaría la marcha, hasta entonces, forzaría la recién “reclamada” moto al máximo. No obstante la ilusión de un escape pacifico se vio truncada de golpe, pues volvió a escuchar disparos a su trasera, se giró en marcha y pudo ver al mercenario en su propia moto, disparándole a el, no obstante no eran el tipo de disparos hirientes como los del restaurante, si no disparos de advertencia, pues pudo vislumbrar que tras este, se acercaba un gran grupo de soldados de Galbadia en sus propios vehículos, no se por que, se planteó en la mente de Adler un tipo de mutuo acuerdo de no agresión hasta que se hubiesen deshecho de los soldados de Galbadia, y en realidad, Adler no pudo permitirse el lujo de denegar tal proposición.
No tardó la moto del mercenario en igualarse a la suya, pues Adler redujo un poco la marcha con el fin de que pudiesen ir a la par. En ese momento, los soldados abrieron fuego contra los dos motoristas, Adler giró hacia su derecha, al fin de esquivar la ráfaga de disparos, no obstante, no estaba seguro de poder conseguirlo, ni mucho menos.
Precisión de los disparos:
1/2- Fallo
3- Tocado.
Turno 1.
Adler ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 3 caras :
No tardó la moto del mercenario en igualarse a la suya, pues Adler redujo un poco la marcha con el fin de que pudiesen ir a la par. En ese momento, los soldados abrieron fuego contra los dos motoristas, Adler giró hacia su derecha, al fin de esquivar la ráfaga de disparos, no obstante, no estaba seguro de poder conseguirlo, ni mucho menos.
Precisión de los disparos:
1/2- Fallo
3- Tocado.
Turno 1.
Adler ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 3 caras :
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Adler- Genómido Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
Pronto alcanzó a su enemigo, aunque en este momento no tenía intención de hacerle nada. Incluso Adler pareció ceder para cooperar contra aquellos soldados, y redujo un poco la marcha para quedar igualado al mercenario. Era algo obvio, ¿de qué le serviría a Lloyd atrapar al genómido si llevarlo consigo le resultaría una carga para evadir a los guardias? Y si, por contrario, le disparaba y lo dejaba caer a su suerte, ¿no serían los de Galbadia los encargados de recoger el cuerpo, robando así su objetivo? Necesitaba atraparlo él sólo, sin estorbos, y lo primero era burlar a aquellos entrometidos.
Pactando mutuamente la paz momentánea, trataron de evitarlos, haciendo un pequeño giro hacia el lado inverso de cada uno. Lloyd se abrió a la izquierda, mientras que Adler tomó la derecha. Una ráfaga de disparos surcó la distancia que los separaban de sus perseguidores, haciendo que la maniobra fuese casi imposible de realizar sin recibir siquiera algún tipo de rasguño. ¿Correrían buena suerte?
Pactando mutuamente la paz momentánea, trataron de evitarlos, haciendo un pequeño giro hacia el lado inverso de cada uno. Lloyd se abrió a la izquierda, mientras que Adler tomó la derecha. Una ráfaga de disparos surcó la distancia que los separaban de sus perseguidores, haciendo que la maniobra fuese casi imposible de realizar sin recibir siquiera algún tipo de rasguño. ¿Correrían buena suerte?
- Precisión de los disparos::
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Lloyd ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 3 caras :- 3
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Re: Persecución en la noche.
La persecución cada vez los llevaba más y más hacia als afueras de la ciudad. Los guardias no podían permitir eso y al ver que ambos jovenes seguían su camino sin detenerse, siguieron disparando contra ellos con intención de tambalearlos.
Al parecer, sus intentos estaban dando resultado, ya que ambos chicos fueron impactados por las balas y tuvieron que separar sus caminos. Los guardias hicieron lo mismo, una mitad fue hacia Adler y la otra hacia Lloyd. No podían dejar que se escaparan...
-¡Volved aquí ahora mismo!
Al parecer, sus intentos estaban dando resultado, ya que ambos chicos fueron impactados por las balas y tuvieron que separar sus caminos. Los guardias hicieron lo mismo, una mitad fue hacia Adler y la otra hacia Lloyd. No podían dejar que se escaparan...
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Npc- Señor del rol
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Re: Persecución en la noche.
La trepidante persecución continuó atravesando el abismo de la estrellada noche, cada segundo que transcurría, Deling quedaba un poco mas alejada de ellos, pero los soldados de Galbadia seguían pisando los talones a Adler y a su, aun, desconocido asesino y/o secuestrador. Proveyendo un ataque de los soldados de Galbadia, los dos motoristas emprendieron una maniobra de evasión, que al juzgar por el enorme boquete en uno de los laterales de la moto de Adler, no había tenido mucho éxito.
-“Mierda…” – pensó el chico valorando los daños que había sufrido su moto a causa del ataque.
No obstante había sido asistido esta vez por la suerte, la cual había echo que ninguna parte vital del funcionamiento de la moto se viese envuelta en el disparo, pero dudaba que eso pudiese ocurrir una segunda vez. Con un giro brusco, el mercenario desapareció por una intersección a la derecha de la carretera, la cual Adler no tenia claro a donde conducía, pero por la cara del otro chico, él si. De esa forma, consiguió que el grupo de mercenarios se fragmentase en la mitad, ya que una parte perseguía al mercenario y otra a Adler. El chico se reclinó más sobre la moto e intentó ganar toda la velocidad que le fue posible.
-¡Volved aquí ahora mismo!
-¡Sí, en eso estaba pensando yo! – dijo con tono ironico Adler lo suficientemente alto como para ser escuchado mientras rogando a todo lo rogable por que la siguiente oleada de disparos no tuviese tanta fortuna como la primera.
Precisión de los disparos:
1/2- Fallo
3- Tocado.
Turno 1.
Adler ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 3 caras :
-“Mierda…” – pensó el chico valorando los daños que había sufrido su moto a causa del ataque.
No obstante había sido asistido esta vez por la suerte, la cual había echo que ninguna parte vital del funcionamiento de la moto se viese envuelta en el disparo, pero dudaba que eso pudiese ocurrir una segunda vez. Con un giro brusco, el mercenario desapareció por una intersección a la derecha de la carretera, la cual Adler no tenia claro a donde conducía, pero por la cara del otro chico, él si. De esa forma, consiguió que el grupo de mercenarios se fragmentase en la mitad, ya que una parte perseguía al mercenario y otra a Adler. El chico se reclinó más sobre la moto e intentó ganar toda la velocidad que le fue posible.
-¡Volved aquí ahora mismo!
-¡Sí, en eso estaba pensando yo! – dijo con tono ironico Adler lo suficientemente alto como para ser escuchado mientras rogando a todo lo rogable por que la siguiente oleada de disparos no tuviese tanta fortuna como la primera.
Precisión de los disparos:
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Turno 1.
Adler ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 3 caras :
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Re: Persecución en la noche.
Una lluvia de disparos surcó el cielo a toda velocidad, mientras Lloyd y Adler deslizaban sus vehículos en direcciones opuestas para no ser alcanzados. Sin embargo, debido a la peligrosidad de la maniobra y a la impresionante cantidad de balas que salieron despedidas de las armas de los soldados, lograr evadir alguna sería sólo cuestión de suerte; y ésta no quiso aparecer ante ninguno de los dos individuos. Al genómido le imapactaron de lleno en un lateral de la moto, mientras que el mercenario sufrió un pequeño rasguño a la altura del antebrazo. Por suerte fue un arañazo sin importancia, que le permitía continuar con total y completa normalidad.
- ¡Volved aquí ahora mismo!
- ¡Sí, en eso estaba pensando yo!
La irónica respuesta del fugitivo creó en Lloyd una leve sonrisa, la cual mostraba en parte el agrado que le suponía escuchar aquello. Adler era un tipo hábil, de carácter indómito y con ciertos matices de humor. Una lástima, pues en otras condiciones incluso podrían haber sido "amigos".
Una nueva oleada de disparos fue emitida desde la posición de los soldados de Galbadia, que no se rendían en su afán por atrapar a los escurridizos muchachos. Lloyd no contaba con evitar un nuevo impacto, pero al menos lo intentaría para no ser dañado de gravedad.
- "Ahí vienen otra vez..."
- ¡Volved aquí ahora mismo!
- ¡Sí, en eso estaba pensando yo!
La irónica respuesta del fugitivo creó en Lloyd una leve sonrisa, la cual mostraba en parte el agrado que le suponía escuchar aquello. Adler era un tipo hábil, de carácter indómito y con ciertos matices de humor. Una lástima, pues en otras condiciones incluso podrían haber sido "amigos".
Una nueva oleada de disparos fue emitida desde la posición de los soldados de Galbadia, que no se rendían en su afán por atrapar a los escurridizos muchachos. Lloyd no contaba con evitar un nuevo impacto, pero al menos lo intentaría para no ser dañado de gravedad.
- "Ahí vienen otra vez..."
- Precisión de los disparos:
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Re: Persecución en la noche.
La segunda oleada de disparos había sido en vano, pues ambos fugitivos habían salido ilesos de aquella ráfaga de fuego y ahora parecían más motivados al ver que podían escapar de ellos.
Uno de los muchos soldados aceleró la moto para juntarse a ellos lo máximo posible, pero no estaba tan acostumbrado a la alta velocidad. El pobre sufrió un golpe mortal contra un muro mientras su moto volaba por los aires. Muchos de los soldados bajaron su velocidad, intimidados por el golpe, otros para socorrerle. Pero un número reducido siguió con la persecución y abrieron fuego de nuevo. Lo que estaba claro, es que Lloyd y Adler iban a tener que aguantar aquellas molestas ráfagas al menos una vez más...
Uno de los muchos soldados aceleró la moto para juntarse a ellos lo máximo posible, pero no estaba tan acostumbrado a la alta velocidad. El pobre sufrió un golpe mortal contra un muro mientras su moto volaba por los aires. Muchos de los soldados bajaron su velocidad, intimidados por el golpe, otros para socorrerle. Pero un número reducido siguió con la persecución y abrieron fuego de nuevo. Lo que estaba claro, es que Lloyd y Adler iban a tener que aguantar aquellas molestas ráfagas al menos una vez más...
Npc- Señor del rol
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Re: Persecución en la noche.
Las ráfagas de disparos se continuaron, pero esta vez fueron evadidas sin problema alguno para suerte de los dos chicos. Adler miró hacia atrás y pudo ver como uno de los temerarios soldados se empotraba brutalmente contra un muro al aumentar su velocidad con la que respecta a sus compañeros, al parecer las motos del ejercito de Galbadia no eran de muy buena calidad. Muchos de sus perseguidores redujeron la marcha, ya se por miedo a sufrir el mismo destino que su empotrado compañero o para socorrer a este, no obstante Adler y el mercenario continuaban con su marcha nocturna, aunque ahora un poco mas relajados, ya que su grupo de perseguidores se redujo drásticamente.
Adler giró la cabeza hacia la moto de aquel desconocido, al parecer había recibido una rozadura de bala en el hombro izquierdo, no obstante no parecía tener problemas y continuaba su avance con total normalidad. De pronto, otra ráfaga de disparos volvió a resonar esta noche, esta vez en mucha menor cantidad, no obstante igual de peligrosa. Adler esta vez aceleró la moto aun mas, a fin de librarse de los disparos por velocidad esta vez, pues con anterioridad, la maniobra de esquive no le había salido muy bien, esta vez confiaba en que, simplemente, los soldados tuviesen mala puntería, dando de manifiesto el desgaste que las altas velocidades suponían para ellos.
Adler giró la cabeza hacia la moto de aquel desconocido, al parecer había recibido una rozadura de bala en el hombro izquierdo, no obstante no parecía tener problemas y continuaba su avance con total normalidad. De pronto, otra ráfaga de disparos volvió a resonar esta noche, esta vez en mucha menor cantidad, no obstante igual de peligrosa. Adler esta vez aceleró la moto aun mas, a fin de librarse de los disparos por velocidad esta vez, pues con anterioridad, la maniobra de esquive no le había salido muy bien, esta vez confiaba en que, simplemente, los soldados tuviesen mala puntería, dando de manifiesto el desgaste que las altas velocidades suponían para ellos.
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Adler- Genómido Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
Para Adler, el mundo se paró entonces, no tuvo esa suerte, una de las balas, mas por suerte que por virtud, fue a destrozar la rueda delantera de la moto de Adler, haciendo que esta se clavase de lleno en el duro asfalto y formando un efecto catapulta sobre Adler, que salió disparado hacia arriba sin poder evitarlo, la moto siguió dando tumbos mientras el chico se mantenía suspendido en el aire, intentó derivar su cuerpo para quedar en posición vertical, con la cabeza mirando a la calzada. La moto ya yacía echa pedazos a uno de los lados de la cuneta, dejando desperdigados restos del chasis asía como partes de la maquinaria la cual había quedado reducida a hierros retorcidos. No obstante, no podía mantener ese estado eternamente, gracias a la inercia producida por la velocidad que llevaba, no calló en seco, si no que avanzó unos metros durante su caída.
-¡ME CAGO EN…. – mientras Adler maldecía contra todo ser viviente y no viviente de todos los continentes que habían surgido con el “crack” y en todos y cada uno de los discípulos de Yebon diez mil pares de veces. Le dio tiempo a desenfundar su espada e interponerla entre el suelo y él, arqueando levemente su parte inferior para que pudiese usar su espada y sus propios pies como freno.
La técnica salió a pedir de boca, ya que, con la facilidad de quien corta plastilina, la espada se clavó en el asfalto dejando un gran tajo en la carretera a medida que avanzaba Adler en su incesante intento de detenerse. Tras unos segundos que a Adler le parecieron horas, consiguió parar por fin, le dolían los brazos, los pulmones y las suelas de los zapatos le ardían. Respiró aliviado y levantó súbitamente la cabeza clavando una mirada asesina en sus perseguidores, acto seguido, se puso en pie, cegado por los focos de las motos, y aferró su espada con fuerza, poniéndose en modo de combate de nuevo.
-¡Venid aquí que os de lo vuestro, grandísimos hijos de $%&/!- blasfemó Adler de nuevo, retorciendo la empuñadura de su espada, la cual habia sido sacada de una moto, lo cual hizo que la espada se calentase hasta tal punto que su hoja adoptase un brillo rojizo, mientras esperaba a que sus captores entrasen en batalla.
-¡ME CAGO EN…. – mientras Adler maldecía contra todo ser viviente y no viviente de todos los continentes que habían surgido con el “crack” y en todos y cada uno de los discípulos de Yebon diez mil pares de veces. Le dio tiempo a desenfundar su espada e interponerla entre el suelo y él, arqueando levemente su parte inferior para que pudiese usar su espada y sus propios pies como freno.
La técnica salió a pedir de boca, ya que, con la facilidad de quien corta plastilina, la espada se clavó en el asfalto dejando un gran tajo en la carretera a medida que avanzaba Adler en su incesante intento de detenerse. Tras unos segundos que a Adler le parecieron horas, consiguió parar por fin, le dolían los brazos, los pulmones y las suelas de los zapatos le ardían. Respiró aliviado y levantó súbitamente la cabeza clavando una mirada asesina en sus perseguidores, acto seguido, se puso en pie, cegado por los focos de las motos, y aferró su espada con fuerza, poniéndose en modo de combate de nuevo.
-¡Venid aquí que os de lo vuestro, grandísimos hijos de $%&/!- blasfemó Adler de nuevo, retorciendo la empuñadura de su espada, la cual habia sido sacada de una moto, lo cual hizo que la espada se calentase hasta tal punto que su hoja adoptase un brillo rojizo, mientras esperaba a que sus captores entrasen en batalla.
Adler- Genómido Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
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Re: Persecución en la noche.
Habían tomado una velocidad impresionante. Tal era, que sus perseguidores necesitaron acelerar más allá de lo que estaban acostumbrados, tomando así mayor riesgo en la conducción. Uno de los soldados, dispuesto a darles caza a toda costa, salió disparado hacia ambos individuos con su moto. Debido al exceso, sufrió un terrible impacto con un muro segundos después, que lo hizo caer de ésta, obteniendo así un aparatoso golpe que lo dejaría fuera de combate.
Lloyd desvió la mirada hacia atrás para comprobar la situación, y sonrió al ver el suceso. Unos cuantos soldados se quedaron con su compañero malherido, asistiéndole y abandonando así la persecución. Sólo un pequeño grupo de cabecilla continuó la estela de los dos jóvenes guerreros, que continuaban huyendo de sus garras cada vez con más facilidad. Sin embargo, no podían cantar victoria tan pronto. Una nueva oleada de disparos atravesó la distancia que les separaba de aquel grupo de soldados, haciendo que esta vez, para desgracia del genómido, una de las balas penetrase en la rueda delantera de la moto que conducía. Lloyd, sin embargo, corrió mejor suerte y no recibió ningún tipo de daño.
Adler salió disparado hacia arriba, catapultado por el impacto de la rueda dañada con el asfalto. Irremediablemente, tuvo que recurrir a un último recurso si no quería recibir de lleno el golpe contra la calzada, así que desenvainó su espada y la clavó en la carretera para agarrarse y mantener la estabilidad antes de caer. Se arrastró varios metros hacia atrás, mientras que su moto quedaba completamente destrozada a lo lejos. Lloyd observó la situación desde su posición y rápidamente frenó, para seguidamente dar un giro completo a su vehículo, quedando así de cara a los soldados que se acercaban a lo lejos.
- "Mierda, más me vale que no lo arresten si no quiero perder la oportunidad de atraparlo."
Bajó de la moto y comenzó a caminar con decisión hacia la posición de su ahora compañero, mientras portaba en mano su espada. Continuó acercándose sin decir ni media palabra, mientras que el genómido se ponía en pie y giraba la muñeca para aumentar la potencia de su arma. Vacilante, gritó a sus adversarios, que se acercaban de frente.
El mercenario, una vez ya a su lado, bajó con elegancia el filo de su espada, realizando un lígero corte en el asfalto, un semicírculo justo a su lado derecho. Aquel movimiento dejó ver que la hoja estaba perfectamente afilada, y que con un suave deslizamiento era capaz de rasgar materiales tan duros como ese.
- No la palmes ahora. Tengo asuntos pendientes contigo.
Habló al fugitivo de medio lado, sin dirigirle la mirada y con gran serenidad. Ese comentario dejaba claro que, dadas las circunstancias, estaba dispuesto a luchar a su lado contra aquellos soldados de Galbadia, que permanecían apuntando con las armas de fuego que portaban, ya bajados de sus respectivos vehículos. Oteó el horizonte, tranquilo, dejándo que los focos de las motos que venían de frente le cegaran.
- "Pronto amanecerá. Sólo dispongo de una noche más."
Recordó las palabras de Seifer, y sintió esa presión propia de la impotencia. Muy pronto sería el Desfile de la Bruja, y aún no había dado caza a aquella persona que necesitaba si quería rescatar a Claire. Apretó la empuñadura de la espada con fuerza y permaneció en ese gesto, sin más.
- "Mierda..."
Lloyd desvió la mirada hacia atrás para comprobar la situación, y sonrió al ver el suceso. Unos cuantos soldados se quedaron con su compañero malherido, asistiéndole y abandonando así la persecución. Sólo un pequeño grupo de cabecilla continuó la estela de los dos jóvenes guerreros, que continuaban huyendo de sus garras cada vez con más facilidad. Sin embargo, no podían cantar victoria tan pronto. Una nueva oleada de disparos atravesó la distancia que les separaba de aquel grupo de soldados, haciendo que esta vez, para desgracia del genómido, una de las balas penetrase en la rueda delantera de la moto que conducía. Lloyd, sin embargo, corrió mejor suerte y no recibió ningún tipo de daño.
Adler salió disparado hacia arriba, catapultado por el impacto de la rueda dañada con el asfalto. Irremediablemente, tuvo que recurrir a un último recurso si no quería recibir de lleno el golpe contra la calzada, así que desenvainó su espada y la clavó en la carretera para agarrarse y mantener la estabilidad antes de caer. Se arrastró varios metros hacia atrás, mientras que su moto quedaba completamente destrozada a lo lejos. Lloyd observó la situación desde su posición y rápidamente frenó, para seguidamente dar un giro completo a su vehículo, quedando así de cara a los soldados que se acercaban a lo lejos.
- "Mierda, más me vale que no lo arresten si no quiero perder la oportunidad de atraparlo."
Bajó de la moto y comenzó a caminar con decisión hacia la posición de su ahora compañero, mientras portaba en mano su espada. Continuó acercándose sin decir ni media palabra, mientras que el genómido se ponía en pie y giraba la muñeca para aumentar la potencia de su arma. Vacilante, gritó a sus adversarios, que se acercaban de frente.
El mercenario, una vez ya a su lado, bajó con elegancia el filo de su espada, realizando un lígero corte en el asfalto, un semicírculo justo a su lado derecho. Aquel movimiento dejó ver que la hoja estaba perfectamente afilada, y que con un suave deslizamiento era capaz de rasgar materiales tan duros como ese.
- No la palmes ahora. Tengo asuntos pendientes contigo.
Habló al fugitivo de medio lado, sin dirigirle la mirada y con gran serenidad. Ese comentario dejaba claro que, dadas las circunstancias, estaba dispuesto a luchar a su lado contra aquellos soldados de Galbadia, que permanecían apuntando con las armas de fuego que portaban, ya bajados de sus respectivos vehículos. Oteó el horizonte, tranquilo, dejándo que los focos de las motos que venían de frente le cegaran.
- "Pronto amanecerá. Sólo dispongo de una noche más."
Recordó las palabras de Seifer, y sintió esa presión propia de la impotencia. Muy pronto sería el Desfile de la Bruja, y aún no había dado caza a aquella persona que necesitaba si quería rescatar a Claire. Apretó la empuñadura de la espada con fuerza y permaneció en ese gesto, sin más.
- "Mierda..."
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Re: Persecución en la noche.
Por unas circunstancias o por otras, los dos chicos quedaron delante de los soldados en mitad del asfalto. Estos bajaron de sus vehículos y quedaron frente a Adler y Lloyd. Algunos cargaron sus armas de fuego mientras otros desenvainaban sus espadas, pues se dirigían a por ellos para el cuerpo a cuerpo.
-Vosotros lo habéis querido... ¡Aaah!
Varios de los soldados de Galbadia se abalanzaron hacia donde se encontraban los dos perseguidos. Debían atraparlos por causar esos estragos en la ciudad.
-Vosotros lo habéis querido... ¡Aaah!
Varios de los soldados de Galbadia se abalanzaron hacia donde se encontraban los dos perseguidos. Debían atraparlos por causar esos estragos en la ciudad.
- Datos para continuar:
- Off:: Tenéis 3 turnos para libraros de los guardias. Obviamente se os lanzado encima y debéis tener en cuenta que son varios. Sin embargo, el combate será plena y puramente rolero, para que sea más vistoso y podáis hacer lo que veáis conveniente en cada turno, siempre que sea ''lógico''. El fin de esto es que os podáis cargar a los guardias sin necesidad de usar los stats, ya que al ser varios el combate a parte de largo sería dificil.
Como ya dije, son 3 turnos para rolear una bonita escena de combate-matanza. Al final de cada post vuestro se os permite una tirada de límite, como si fuera un combate normal. ::Off
Npc- Señor del rol
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Re: Persecución en la noche.
Contra todo pronostico, el mercenario se situó a la derecha de Adler, al parecer lo iba a ayudar a entablar combate contra los soldados de Galbadia, a pesar de que el no había sido derribado de su moto, era algo muy extraño, normalmente, el chico no se fiaría de este cambio de actitud, no obstante, estaba apunto de enfrentarse a medio regimiento de soldados profesionales, y no le venia nada mal cualquier ayuda por minima que fuese, no obstante, no les tenia miedo, por sus venas corría mas la ira y el hastío por esta situación que el temor a la muerte. El no tenia nada por lo que vivir, cuando no tienes nada, no tienes nada que perder. Los soldados desmontaron sus vehículos y se encararon a ellos, Adler no dio margen a dudas, espada en manos, dio sendos pasos hacia atrás y acto seguido lanzó su espada como si de una lanza se impactase. Por la perfección del lanzamiento y la poca luz que les amparaba pues, aunque amaneciendo, aun era de noche, los soldados no diferenciaron la trayectoria de la espada de Adler, la cual ensartó brutalmente al soldado central, haciendo que este cayese hacia atrás gravemente herido, los soldados se pararon en seco tras este ataque, pues al parecer no habían medido con el debido detenimiento a sus adversarios y ahora comenzaban a pagar las consecuencias con sangre. Algunos de los soldados miraban a su amigo herido en el suelo, con caras de terror apenas diferenciables tras la mascara, apenas se hubieron girado para encarar otra vez a su enemigo cuando el que se encontraba a la derecha de el caído recibió un fuerte puñetazo en plena cara, que hizo que la mascara que ocultaba su rostro se partiese por la mitad, haciendo que diminutos fragmentos de cristal rojo se desperdigasen por doquier.
- Que sepáis… Los demás… – dijo Adler serenamente a los que quedaban con vida, los cuales encañonaron al peliblanco al instante. - que dentro de apenas, 3 minutos, cualquiera de vosotros, Daria lo que fuese por estar en el lugar de el tipo que he usado como diana en el primer golpe.
-¡¿Pero que dices?! ¡Nosotros somos mucho mas, y mejor armados! – dijo uno de los bravidos soldados.
- No, lo único que tenéis son balas, y la esperanza de que cuando hayáis acabado el cargador nos hayáis liquidado a los dos, por que de los contrarios os mataremos antes de que podáis recargarlas.
Tras escuchar esta provocativa frase, los soldados comenzaron a abrir fuego súbitamente sobre el fugitivo y el mercenario, Adler se limitó a agarrar la empuñadura de su espada y levantarla con una sola mano, junto al soldado que ensartado llevaba en ella, usándolo como un macabro escudo, pues a la distancia que se encontraba de ellos ni la mejor de las maniobras habría conseguido que saliese impune, retrocedió en la medida que pudo, ahora era el turno del mercenario, a Adler le intrigaba bastante, ya que quería ver como era verle luchar contra otras personas.
-¿Sabes…? Aun no me has dicho tu nombre – dijo Adler en medio de aquella tormenta de balas, lo suficientemente alto y cerca del mercenario como para que este le escuchase.
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- Que sepáis… Los demás… – dijo Adler serenamente a los que quedaban con vida, los cuales encañonaron al peliblanco al instante. - que dentro de apenas, 3 minutos, cualquiera de vosotros, Daria lo que fuese por estar en el lugar de el tipo que he usado como diana en el primer golpe.
-¡¿Pero que dices?! ¡Nosotros somos mucho mas, y mejor armados! – dijo uno de los bravidos soldados.
- No, lo único que tenéis son balas, y la esperanza de que cuando hayáis acabado el cargador nos hayáis liquidado a los dos, por que de los contrarios os mataremos antes de que podáis recargarlas.
Tras escuchar esta provocativa frase, los soldados comenzaron a abrir fuego súbitamente sobre el fugitivo y el mercenario, Adler se limitó a agarrar la empuñadura de su espada y levantarla con una sola mano, junto al soldado que ensartado llevaba en ella, usándolo como un macabro escudo, pues a la distancia que se encontraba de ellos ni la mejor de las maniobras habría conseguido que saliese impune, retrocedió en la medida que pudo, ahora era el turno del mercenario, a Adler le intrigaba bastante, ya que quería ver como era verle luchar contra otras personas.
-¿Sabes…? Aun no me has dicho tu nombre – dijo Adler en medio de aquella tormenta de balas, lo suficientemente alto y cerca del mercenario como para que este le escuchase.
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Re: Persecución en la noche.
La batalla ya había dado comienzo. Adler demostró buena parte de sus habilidades con movimientos directos y rápidos. Ensartó a uno de los soldados con la espada, arrojándola cual jabalina, y golpeó seguidamente a uno de sus compañeros. Seguidamente, amenzó a todos los allí presentes, y utilizó el cuerpo de una de sus víctimas como escudo humano, para no recibir daño alguno por las balas.
Retrocedió y se acercó al mercenario, mostrando cierta intriga que había guardado desde antes.
- ¿Sabes…? Aun no me has dicho tu nombre
Lloyd ni siquiera le miró. Permanecía a su lado, inmóvil, con la espada en lo bajo y los ojos postrados en los guardias que se mantenían frente a ellos. No dijo nada, y en apenas décimas de segundo, salió disparado hacia sus rivales con un gesto casi imperceptible. No tuvieron tiempo los tiradores a enfocar al de pelo gris, pues desde la anterior provocación de Adler, el fugitivo se había convertido en su blanco principal. Aprovechando esa distracción, se aproximó lo suficiente como para encarar a los que empuñaban espadas cuerpo a cuerpo.
- "Los guerreros son para mi" -pensó, esperando que Adler simplemente se encargase de los que había encarado con anterioridad.
Y, extrañamente, así fue. Mientras el muchacho de pelo blanco enzarzaba una pelea contra los soldados armados de rifles y pistolas, Lloyd se encontraba frente a los que portaban armas de corta distancia. Habían compenetrado bastante bien, y eso que no se conocían casi de nada. Sus estilos de combate eran realmente similares, y eso les convertían un duo muy peligroso.
El mercenario se metió entre medio de dos guardias, y mientras tomaba impulso hacia un lado con los brazos para clavar la hoja de su espada en uno de ellos, el otro fue golpeado debido a la maniobra con la empuñadura de ésta. El impactado cayó inevitablemente al suelo, mientras que el soldado ensartado escupió un poco de sangre, aún en pie. Con un ligero movimiento, Lloyd retiró el arma el filo de la hoja y desclavó el acero del pecho de su adversario, haciendo que éste cayese inerte al suelo. Seguidamente posó el pie sobre el guardia aturdido, y empuñó la espada en dirección al cuello del incapacitado miembro de Galbadia. Miró a los otros soldados con armas blancas, que permanecían paralizados.
- Ya habéis visto que no tengo problemas para acabar con vosotros sin remordimientos. Dejad de perseguirnos y no habrá más bajas innecesarias.
El soldado que se encontraba aplastado por el pie de Lloyd reaccionó con lentitud para no ser detectado, y movió su brazo muy lentamente hacia una pistola que se encontraba a escaos centímetros de su cuerpo. Una vez la agarró, y justo antes de que pudiese disparar, el mercenario le dió una patada en la muñeca y el arma salió disparada varios metros a lo lejos.
- No intentes nada extraño. -musitó finalmente mirando a su víctima, que mascullaba entre dientes y temblaba, diciendo cosas sin sentido por el pánico.
- ¡Arrrgh! ¡Bastardo! -uno de los guardias alzó su espada y se abalanzó a por el peligrisáceo, que no se movía de su posición.
Sin desviar la espada de su presa, desenfundó su pistola automática e instantáneamente, disparó al hombre que se le aproximaba. Su máscara se hizo añicos debido a la proximidad a la que se encontraban, y sin más, cayó desplomado al suelo. Acto seguido, golpeó con otra patada el rostro del rehén que había utilizado, haciendo que perdiese la consciencia. Retrocedió varios metros con un salto muy ágil, y quedó nuevamente al lado de Adler, quien se entretenía con los soldados de armas a distancia.
Fue cuestión de segundos que los espadachines se acercasen al mercenario por lo que había hecho. Mientras empuñaban sus armas y tomaban carrera directa, el muchacho volvió a levantar la voz.
- Lloyd Arcway. -hizo una prolongada pausa, mientras giraba su espada en la muñeca con un gesto elegante, dispuesto a recibir la embestida de sus combatientes. Después, realizó una última pregunta.- ¿Y tú?
No miró a su "camarada", estaba claro que aquella pregunta iba dirigida a él y no necesitó realizar señalización alguna. Preguntó por curiosidad, sin embargo, lo único que ahora tenía en mente era a su auténtica compañera de batallas. Quién sabe por lo que podría estar pasando.
Aquella presión era una espada de doble filo. El miedo a que le hubiese ocurrido algo le volvía frágil en algunos aspectos, con la mente puesta en su estado. Sin embargo, el deseo y la motivación a traerla de vuelta, le hacían luchar con muchísimas mas ganas. Sólo esperaba conseguirlo.
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Retrocedió y se acercó al mercenario, mostrando cierta intriga que había guardado desde antes.
- ¿Sabes…? Aun no me has dicho tu nombre
Lloyd ni siquiera le miró. Permanecía a su lado, inmóvil, con la espada en lo bajo y los ojos postrados en los guardias que se mantenían frente a ellos. No dijo nada, y en apenas décimas de segundo, salió disparado hacia sus rivales con un gesto casi imperceptible. No tuvieron tiempo los tiradores a enfocar al de pelo gris, pues desde la anterior provocación de Adler, el fugitivo se había convertido en su blanco principal. Aprovechando esa distracción, se aproximó lo suficiente como para encarar a los que empuñaban espadas cuerpo a cuerpo.
- "Los guerreros son para mi" -pensó, esperando que Adler simplemente se encargase de los que había encarado con anterioridad.
Y, extrañamente, así fue. Mientras el muchacho de pelo blanco enzarzaba una pelea contra los soldados armados de rifles y pistolas, Lloyd se encontraba frente a los que portaban armas de corta distancia. Habían compenetrado bastante bien, y eso que no se conocían casi de nada. Sus estilos de combate eran realmente similares, y eso les convertían un duo muy peligroso.
El mercenario se metió entre medio de dos guardias, y mientras tomaba impulso hacia un lado con los brazos para clavar la hoja de su espada en uno de ellos, el otro fue golpeado debido a la maniobra con la empuñadura de ésta. El impactado cayó inevitablemente al suelo, mientras que el soldado ensartado escupió un poco de sangre, aún en pie. Con un ligero movimiento, Lloyd retiró el arma el filo de la hoja y desclavó el acero del pecho de su adversario, haciendo que éste cayese inerte al suelo. Seguidamente posó el pie sobre el guardia aturdido, y empuñó la espada en dirección al cuello del incapacitado miembro de Galbadia. Miró a los otros soldados con armas blancas, que permanecían paralizados.
- Ya habéis visto que no tengo problemas para acabar con vosotros sin remordimientos. Dejad de perseguirnos y no habrá más bajas innecesarias.
El soldado que se encontraba aplastado por el pie de Lloyd reaccionó con lentitud para no ser detectado, y movió su brazo muy lentamente hacia una pistola que se encontraba a escaos centímetros de su cuerpo. Una vez la agarró, y justo antes de que pudiese disparar, el mercenario le dió una patada en la muñeca y el arma salió disparada varios metros a lo lejos.
- No intentes nada extraño. -musitó finalmente mirando a su víctima, que mascullaba entre dientes y temblaba, diciendo cosas sin sentido por el pánico.
- ¡Arrrgh! ¡Bastardo! -uno de los guardias alzó su espada y se abalanzó a por el peligrisáceo, que no se movía de su posición.
Sin desviar la espada de su presa, desenfundó su pistola automática e instantáneamente, disparó al hombre que se le aproximaba. Su máscara se hizo añicos debido a la proximidad a la que se encontraban, y sin más, cayó desplomado al suelo. Acto seguido, golpeó con otra patada el rostro del rehén que había utilizado, haciendo que perdiese la consciencia. Retrocedió varios metros con un salto muy ágil, y quedó nuevamente al lado de Adler, quien se entretenía con los soldados de armas a distancia.
Fue cuestión de segundos que los espadachines se acercasen al mercenario por lo que había hecho. Mientras empuñaban sus armas y tomaban carrera directa, el muchacho volvió a levantar la voz.
- Lloyd Arcway. -hizo una prolongada pausa, mientras giraba su espada en la muñeca con un gesto elegante, dispuesto a recibir la embestida de sus combatientes. Después, realizó una última pregunta.- ¿Y tú?
No miró a su "camarada", estaba claro que aquella pregunta iba dirigida a él y no necesitó realizar señalización alguna. Preguntó por curiosidad, sin embargo, lo único que ahora tenía en mente era a su auténtica compañera de batallas. Quién sabe por lo que podría estar pasando.
Aquella presión era una espada de doble filo. El miedo a que le hubiese ocurrido algo le volvía frágil en algunos aspectos, con la mente puesta en su estado. Sin embargo, el deseo y la motivación a traerla de vuelta, le hacían luchar con muchísimas mas ganas. Sólo esperaba conseguirlo.
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Re: Persecución en la noche.
Vaya dos hombres. La estrecha calle reducía en mucho la posibilidad de un ataque en masa hacia ellos, haciendo que la diferencia de número se viese muy mermada para los soldados de Galbadia.
Un par no aguantaron esa angustia y dejaban caer las armas.
-Tengo familia e hijos que alimentar, no pienso morir aquí. -decía uno de ellos mientras se retiraba el casco y salía corriendo. Parecía joven, y era comprensible.
Otros, sin embargo, alimentaban su ira gracias a sus compañeros caídos. En nombre de la ley y sobre todo de ellos, se abalanzaron sobre ambos con las espadas en mano. Si morían, morirían luchando.
Un par no aguantaron esa angustia y dejaban caer las armas.
-Tengo familia e hijos que alimentar, no pienso morir aquí. -decía uno de ellos mientras se retiraba el casco y salía corriendo. Parecía joven, y era comprensible.
Otros, sin embargo, alimentaban su ira gracias a sus compañeros caídos. En nombre de la ley y sobre todo de ellos, se abalanzaron sobre ambos con las espadas en mano. Si morían, morirían luchando.
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Re: Persecución en la noche.
El combate se encontraba en pleno auge de violencia, Adler había ejecutado si sangrienta maniobra con relativo éxito, y el mercenario se lanzaba ahora a la batalla con una habilidad de la que se podría presumir sin estar herrado, dejo fuera de combate a varios soldados en muy pocos movimientos, y todo ello usando únicamente su arma blanca, sin hacer uso de ningún tipo de arma a distancia, su potencial era innegable, además, contaban con el Handicap de que formaban un equipo muy peligroso, pues se entendían a la perfección.
-Con que Lloyd… Lloyd Arcway – dijo Adler también sin dirigirle la mirada a su compañero, pues una de las principales reglas elementales de combate era que no debía perder la vista al bajo ningún concepto – Adler… Adler Enver. Encantado, supongo.
A raíz de los anteriores movimientos, la histeria se propagó en el bando enemigo y algunos de los soldados huyeron despavoridamente, por fin quedaban solo aquellos que realmente lucharían hasta el final, aunque no lo expresó con palabras, Adler tuvo que admitir para si mismo que eran hombres respetables. Ambos bandos se quedaron en absoluto silencio durante unos instantes, y entonces comenzó el enfrentamiento directo. Adler envainó su espada sacando su revolver un instante después. Mientras recorría el pequeño espacio que les separaba, Adler ejecutó dos disparos a la piernas de los dos soldados que tenia delante, lo cual les hizo caer al suelo del dolor, Adler ejecutó un salto largo, por encima del soldado que venia tras los dos primeros y se colocó a su espalda, este se giró, pero no pudo ser lo suficientemente rápido, Adler le apuntó con su pistola, que, la girarse este, se introdujo accidentalmente en su boca. El soldado miró a Adler, totalmente aterrorizado, este giró un poco el canon hacia uno de sus mofletes, en dirección a un soldado que se le acercaba peligrosamente a Lloyd por detrás durante la batalla. El disparo resonó por encima del sonido de gritos de dolor y el sonido metálico de las espadas chocando, perforó la mejilla del muchacho y dio de lleno en la espalda del soldado que pensaba atacar a traición a su camarada. Entonces ocurrió algo extraño. Tal vez debido a la intensidad de la batalla, pero el brazo escayolado de Adler emitió una palpitación, que hizo que la escayola se resquebrajase levemente. Entonces, el chico se replegó sobre sus pasos a la espera de la segunda oleada, pues pretendía no perder su posición en ningún momento, cada vez quedaban menos soldados, la victoria estaba próxima.
- ¿Necesitas ayuda por tu lado? – preguntó Adler a su temporal compañero.
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-Con que Lloyd… Lloyd Arcway – dijo Adler también sin dirigirle la mirada a su compañero, pues una de las principales reglas elementales de combate era que no debía perder la vista al bajo ningún concepto – Adler… Adler Enver. Encantado, supongo.
A raíz de los anteriores movimientos, la histeria se propagó en el bando enemigo y algunos de los soldados huyeron despavoridamente, por fin quedaban solo aquellos que realmente lucharían hasta el final, aunque no lo expresó con palabras, Adler tuvo que admitir para si mismo que eran hombres respetables. Ambos bandos se quedaron en absoluto silencio durante unos instantes, y entonces comenzó el enfrentamiento directo. Adler envainó su espada sacando su revolver un instante después. Mientras recorría el pequeño espacio que les separaba, Adler ejecutó dos disparos a la piernas de los dos soldados que tenia delante, lo cual les hizo caer al suelo del dolor, Adler ejecutó un salto largo, por encima del soldado que venia tras los dos primeros y se colocó a su espalda, este se giró, pero no pudo ser lo suficientemente rápido, Adler le apuntó con su pistola, que, la girarse este, se introdujo accidentalmente en su boca. El soldado miró a Adler, totalmente aterrorizado, este giró un poco el canon hacia uno de sus mofletes, en dirección a un soldado que se le acercaba peligrosamente a Lloyd por detrás durante la batalla. El disparo resonó por encima del sonido de gritos de dolor y el sonido metálico de las espadas chocando, perforó la mejilla del muchacho y dio de lleno en la espalda del soldado que pensaba atacar a traición a su camarada. Entonces ocurrió algo extraño. Tal vez debido a la intensidad de la batalla, pero el brazo escayolado de Adler emitió una palpitación, que hizo que la escayola se resquebrajase levemente. Entonces, el chico se replegó sobre sus pasos a la espera de la segunda oleada, pues pretendía no perder su posición en ningún momento, cada vez quedaban menos soldados, la victoria estaba próxima.
- ¿Necesitas ayuda por tu lado? – preguntó Adler a su temporal compañero.
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- Siento haber tardado en responder T_T Me pillasteis estudiando como si mi vida dependiese de ello
P.D: Que se acabe esta escena ya T_T No se me da bien escribir peleas.
Adler- Genómido Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
Adler se presentó, igual que antes lo hiciera Lloyd.
- "El nombre no está mal" - pensó para sí, mientras arqueaba una ligerísima sonrisa.
Algunos soldados empezaron a retirarse. Se habían dado cuenta de que sus posibilidades comenzaban a mermar, descendían drásticamente cada segundo que transcurría. Los dos chicos que permanecían frente a ellos eran más hábiles de lo que esperaron desde un principio, y ahora gozaban de una ventaja: la moral. Mientras los guardias parecían temerosos y asustados por lo que algunos de sus compañeros habían pasado, ambos chicos mostraban gran determinación y se crecían con cada una de sus maniobras. Ellos tampoco habían contado con que deshacerse de aquellos perseguidores fuese un trabajo tan sencillo, pues aunque al princpio eran muchos, la dificultad se había visto reducida ahora que sólo quedaba una pequeña escuadra de hombres a sus frentes.
Adler dio el primer paso. Salió disparado hacia un soldado, al cual disparó en las piernas para inmovilizarlo. Saltó, y se colocó a la espalda de su víctima. Cuando éste se giró, el cañón del revolver del genómido se introdujo en su boca. Mientras tanto, Lloyd bloqueó el golpe de un asaltante, que se dirigió hacia él con la intención de matarle. Puso la hoja de su espada de por medio y evitó la estocada de su agresor, que apretó con fuerza para hacerle retrocerder. En ese preciso instante, un segundo soldado se acercó a él a toda prisa, por la espalda. La idea era aprovechar ahora que ocupaba sus movimientos en el guardia que le atacó, y empalarle por detrás. Ese tipo no pasó desapercibido para Lloyd, pero tampoco para Adler, que en un desesperado intento por ayudarle, no tuvo más remedio que disparar a través de la mejilla del individuo que "saboreaba" su arma de fuego.
Un agónico grito de dolor inundó la calle, mientras que el certero disparo acababa con la vida del sucio rastrero que intentó llegar hasta la espalda del mercenario. Justo antes de que cayese al suelo, Lloyd sacudió su pierna hacia atrás, propinando un fuerte taconazo en la exacta zona donde el de Galbadia enfundaba una metralleta. Ésta salió disparada hacia arriba, y antes de que bajase, el peligrisáceo la cazó al vuelo mientras aún forcejeaba con la espada, aguantada con una sola mano. La enfundó con estilo y apuntó a la cabeza de su atacante, entre ceja y ceja.
- Di adiós.
Realmente, dijo aquello sólo para darle elegancia a la maniobra, ya que disparó sin ni siquiera dar un segundo de tregua. El soldado cayó al suelo, justo bajo los pies del mercenario, que fue rápidamente embestido de nuevo. Arrojó el arma que había robado a la cabeza de otro soldado para aturdirlo, y seguidamente blandió su espada, realizando una estocada liviana a su paso, mientras otros dos miembros del ejército caían tras él.
- ¿Necesitas ayuda por tu lado?
- Céntrate en los tuyos. -respondió, mientras volvía a bloquear un ataque.- Lo tengo bajo control.
Finalizó con un excelente movimiento, que desarmó a su oponente. Atravesó su abdomen y retiró la espada con rápidez de éste, para que cayese al suelo al acto. Cada vez había menos. Unos pocos movimientos serían necesarios para finiquitar aquella carnicería, nada más.
Y eso era precisamente de agradecer, pues el tiempo corría en su contra.
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- "El nombre no está mal" - pensó para sí, mientras arqueaba una ligerísima sonrisa.
Algunos soldados empezaron a retirarse. Se habían dado cuenta de que sus posibilidades comenzaban a mermar, descendían drásticamente cada segundo que transcurría. Los dos chicos que permanecían frente a ellos eran más hábiles de lo que esperaron desde un principio, y ahora gozaban de una ventaja: la moral. Mientras los guardias parecían temerosos y asustados por lo que algunos de sus compañeros habían pasado, ambos chicos mostraban gran determinación y se crecían con cada una de sus maniobras. Ellos tampoco habían contado con que deshacerse de aquellos perseguidores fuese un trabajo tan sencillo, pues aunque al princpio eran muchos, la dificultad se había visto reducida ahora que sólo quedaba una pequeña escuadra de hombres a sus frentes.
Adler dio el primer paso. Salió disparado hacia un soldado, al cual disparó en las piernas para inmovilizarlo. Saltó, y se colocó a la espalda de su víctima. Cuando éste se giró, el cañón del revolver del genómido se introdujo en su boca. Mientras tanto, Lloyd bloqueó el golpe de un asaltante, que se dirigió hacia él con la intención de matarle. Puso la hoja de su espada de por medio y evitó la estocada de su agresor, que apretó con fuerza para hacerle retrocerder. En ese preciso instante, un segundo soldado se acercó a él a toda prisa, por la espalda. La idea era aprovechar ahora que ocupaba sus movimientos en el guardia que le atacó, y empalarle por detrás. Ese tipo no pasó desapercibido para Lloyd, pero tampoco para Adler, que en un desesperado intento por ayudarle, no tuvo más remedio que disparar a través de la mejilla del individuo que "saboreaba" su arma de fuego.
Un agónico grito de dolor inundó la calle, mientras que el certero disparo acababa con la vida del sucio rastrero que intentó llegar hasta la espalda del mercenario. Justo antes de que cayese al suelo, Lloyd sacudió su pierna hacia atrás, propinando un fuerte taconazo en la exacta zona donde el de Galbadia enfundaba una metralleta. Ésta salió disparada hacia arriba, y antes de que bajase, el peligrisáceo la cazó al vuelo mientras aún forcejeaba con la espada, aguantada con una sola mano. La enfundó con estilo y apuntó a la cabeza de su atacante, entre ceja y ceja.
- Di adiós.
Realmente, dijo aquello sólo para darle elegancia a la maniobra, ya que disparó sin ni siquiera dar un segundo de tregua. El soldado cayó al suelo, justo bajo los pies del mercenario, que fue rápidamente embestido de nuevo. Arrojó el arma que había robado a la cabeza de otro soldado para aturdirlo, y seguidamente blandió su espada, realizando una estocada liviana a su paso, mientras otros dos miembros del ejército caían tras él.
- ¿Necesitas ayuda por tu lado?
- Céntrate en los tuyos. -respondió, mientras volvía a bloquear un ataque.- Lo tengo bajo control.
Finalizó con un excelente movimiento, que desarmó a su oponente. Atravesó su abdomen y retiró la espada con rápidez de éste, para que cayese al suelo al acto. Cada vez había menos. Unos pocos movimientos serían necesarios para finiquitar aquella carnicería, nada más.
Y eso era precisamente de agradecer, pues el tiempo corría en su contra.
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Re: Persecución en la noche.
Los soldados restantes peleaban con ferocidad, pero no tenian ninguna posibilidad contra los fortísimos guerreros, que los liquidaban sin errar sus golpes. Uno de los soldados se alejó, herido, al comprobar las habilidades de aquellos oponentes y se dispuso a llamar refuerzos.
Mientras tanto, los fugitivos, con el éxtasis de la pelea, no se percataron de que se encontraban en un callejón sin salida, cercados por apenas un pequeño grupo de soldados. Lloyd y Adler acabarían con ellos en un abrir y cerrar de ojos, incluso los mismos soldados lo sabían, pero no por ello abandonaron su puesto, si no que permanecieron en guardia, aun sabiendo que en poco tiempo correrian la misma suerte que sus compañeros...
La batalla ya estaba decidida, cuando repentinamente, se escuchó el fuerte ruido de un motor en la lejanía... Al poco rato, un imponente todoterreno blindado se encontraba enfrente de los dos fugitivos, dispuesto a acabar con aquellos que se habían cobrados la vida de tantos hombres.
El soldado que había pedido refuerzos sonrió, en una macabra sonrisa por la que corría un hilo de sangre, muerto en el acto debido a sus graves heridas. Sin duda esperaba que su último acto sirviese para vengar la muerte de sus compañeros y amigos caidos.
Los hombres que aun quedaban en pie se animaron al notar la presencia de aquel vehículo que sin duda podría darle la vuelta a la batalla. Alzaron sus armas en un desesperado intento de presentar batalla a Lloyd y Adler.
Mientras tanto, los fugitivos, con el éxtasis de la pelea, no se percataron de que se encontraban en un callejón sin salida, cercados por apenas un pequeño grupo de soldados. Lloyd y Adler acabarían con ellos en un abrir y cerrar de ojos, incluso los mismos soldados lo sabían, pero no por ello abandonaron su puesto, si no que permanecieron en guardia, aun sabiendo que en poco tiempo correrian la misma suerte que sus compañeros...
La batalla ya estaba decidida, cuando repentinamente, se escuchó el fuerte ruido de un motor en la lejanía... Al poco rato, un imponente todoterreno blindado se encontraba enfrente de los dos fugitivos, dispuesto a acabar con aquellos que se habían cobrados la vida de tantos hombres.
El soldado que había pedido refuerzos sonrió, en una macabra sonrisa por la que corría un hilo de sangre, muerto en el acto debido a sus graves heridas. Sin duda esperaba que su último acto sirviese para vengar la muerte de sus compañeros y amigos caidos.
Los hombres que aun quedaban en pie se animaron al notar la presencia de aquel vehículo que sin duda podría darle la vuelta a la batalla. Alzaron sus armas en un desesperado intento de presentar batalla a Lloyd y Adler.
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Re: Persecución en la noche.
Adler y Lloyd seguían inmersos en el fragor de la batalla, los enemigos cada vez eran menos numerosos y los pocos que quedaban parecían desmoralizados por la inminente derrota que iban a sufrir. El sol comenzaba a aparecer por el horizonte, había sido una noche muy larga, a Adler se le hacia difícil recordar que todo aquello había venido a raíz del concierto en el bar del hotel. Lloyd seguía combatiendo a los enemigos con su imponente arma blanca, mientras que el otro se dedicaba a llenar de plomo a todos los enemigos que arremetían contra él. Tal era la cercanía del final de aquel conflicto, que algunos de los soldados heridos se replegaron y pidieron refuerzos. A los pocos segundos apareció de forma muy estruendosa un todoterreno blindado, que se paró a pocos metros de la pelea.
Con tres disparos certeros, Adler acabó con la agonía de los soldados con los que estaba luchando, notaba una extraña sensación en el brazo izquierdo, no era dolor ni molestia, era… presión. No obstante, intentaba no hacerle mucho caso, pues en el momento tenia problemas mas importantes a los que atender, como era el finalizar aquella pelea.
-Guau… Pedazo de cafetera… - dijo el chico una vez hubo derrotado a sus enemigos.
Acto seguido disparó al parabrisas del todoterreno tres veces con su poderoso revolver, a la espera de saber como reaccionaria aquel nuevo intruso, aunque Adler intuya que no seria precisamente motivo de alegría.
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Con tres disparos certeros, Adler acabó con la agonía de los soldados con los que estaba luchando, notaba una extraña sensación en el brazo izquierdo, no era dolor ni molestia, era… presión. No obstante, intentaba no hacerle mucho caso, pues en el momento tenia problemas mas importantes a los que atender, como era el finalizar aquella pelea.
-Guau… Pedazo de cafetera… - dijo el chico una vez hubo derrotado a sus enemigos.
Acto seguido disparó al parabrisas del todoterreno tres veces con su poderoso revolver, a la espera de saber como reaccionaria aquel nuevo intruso, aunque Adler intuya que no seria precisamente motivo de alegría.
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Re: Persecución en la noche.
Ya no quedaba mucho. El número de soldados se vio completamente reducido poco a poco, hasta el punto de llegar a ser mínimo. Lloyd y Adler habían acabado con ellos con relativa facilidad, logrando así la momentánea tranquilidad lejos de aquellos perseguidores.
Sin embargo, no les duraría mucho, pues repentinamente, y tras ellos, se escuchó el fuerte ruido de un motor muy potente. Ambos se giraron casi a la vez, logrando distinguir con la vista lo que se les aproximaba.
- Mierda...
Un enorme todoterreno blindado avanzaba hacia la dirección en la que ambos individuos se encontraban, con gran rapidez y dispuesto a aplastarlos y aniquilarlos para siempre. Los guardias que quedaban pronto salieron a la huida, confiados de su victoria. Y no era para menos. Un vehículo de semejantes características sería un rival mucho mas duro que aquellos guardias de pacotilla.
Adler, en un instintivo ataque de protección, disparó al armatoste con su revolver con tres balazos directos al parabrisas, aunque como era de esperar, no pasó absolutamente nada. Lloyd repitió la acción, no esperanzado en lograr algo, pero sí para comprobar la dureza a la que se enfrentaban. El resultado fue idéntico. Ni un rasguño.
- Es un juguete de Galbadia a prueba de balas. -comentó el mercenario, mientras el todoterreno se acercaba más y más.- Mueve el culo o estás acabado.
Casi con la misma velocidad, ambos muchachos salieron disparados en direcciones opuestas. Eso obligaría a los conductores a elegir sólo a uno de los dos fugitivos, y para suerte del peligrisáceo, fue a Adler a quien escogieron. Dejándose el aliento en la carrera, el genómido abandonó la calzada, mientras corría sin mirar hacia atrás. Su gigantesco perseguidor no dudaba y continuaba sus pasos a gran velocidad. La ventaja que había sacado de inicio fue la que le ayudó a mantener la distancia.
Mientras tanto, Lloyd, regresó a la carretera. Allí, el cúmulo de cuerpos inertes y las motos disperas por el asfalto eran los únicos materiales que se mantenían presentes. Y fue entonces cuando se hizo oir. Alzó la voz, y dejó que el silencio de la zona creara el eco suficiente como para que Adler le escuchase desde lo lejos.
- ¡Adler! ¡Vuelve a la carretera!
El genómido le miró desde la lejana explanada que se extendía por los campos de territorio Galbadiano, corriendo. Y aunque no tenía motivos para confiar en él, tampoco podía desconfiar en una ocasión así. Rápidamente, fue cambiando la trayectoria de su movimiento en una amplia curva, manteniéndose, como no, en plena carrera y sin cesar ni un segundo. El todoterreno le siguió, evidentemente.
- Bien. -mientras en la distancia el genómido se aproximaba a su posición, Lloyd se encontraba apilando una buena fila de motos en línea. Esperaba que su idea funcionase.
Aquellos vehículos de dos ruedas eran todos los que los guardias, ahora desperdigados por el asfalto, habían utilizado para perseguirles desde la ciudad de Deling. Así que no gozaban de propietario en esos momentos, y podía utilizarlos como una posible solución.
El blindado cada vez se aproximaba más a su víctima. Casualmente, y mientras Adler se acercaba a Lloyd desde lo lejos, una moto de la brigada policial de Deling se encontraba tirada en el suelo, en mitad del camino. Además, gozaba de buen estado. El de pelo blanco no dudó ni un instante y se subió a ella, acelerando sin más y avanzando con decisión. El todoterreno seguía su estela, pero era más lento, y la escasa distancia que les separaba se amplió. Un vehículo tan corpulento no podía ser más rápido.
Cuando Adler llegó hasta el punto donde se encontraba su compañero, observó la enorme pila de motos que había reunido el de pelo gris. Sonrió, no hizo falta explicarle qué es lo que se traía entre manos, así que, aprovechando la ventaja que había tomado sobre su perseguidor, retrocedió por el mismo camino que había venido, y poco a poco se fue acercando al todoterreno, que llegaba de frente. Con un gesto burlesco, le incitó a avanzar hacia él, y seguidamente dio un giro brusco, quedando con el bloque de motos al frente, varios metros a lo lejos. Aceleró, levantando una pequeña cortina de humo, y salió disparado hacia el cúmulo puesto por Lloyd, que se había alejado de la zona y guardaba cierta distancia. El blindado le pisaba los talones, y poco a poco, usando su propio cuerpo como cebo, Adler se acercó a su destino. Levantó la moto lo justo, con la ayuda del pequeño bache que se creaba al inicio de la calzada, y saltó en el aire, superando la barricada desde lo alto en una increíble acrobacia.
- Bingo.
El tiempo se congeló. El todoterreno se acercaba peligrosamente al cúmulo de motos apiñadas, lo cual le importaba bien poco pues las derribaría sin problema y continuaría a la caza del escurridizo bandido. Pero sus conductores no contaban con lo que estaba a punto de suceder. Lloyd, que mantenía su pistola en mano, realizó un disparo muy certero. La bala surcó el cielo, compenetrándose lo justo con la llegada del coche y el salto de Adler. Finalmente, impactó de lleno en el depósito de una de las motos del cúmulo, haciéndola estallar. La detonación de uno de esos vehículos no era muy grande, pero el contacto y la proximidad con el resto, crearía una importante explosión en cadena. La dimensión creció de forma abismal, mientras que Adler notaba la presión del aire tras de sí y rogaba desde lo alto que el fuego no alcanzase a la moto que él conducía. Mientras tanto, el todoterreno había quedado completamente sumergido en la explosión provocada.
Era evidente que un blindado aguantaría incluso eso, pero destruirlo no había sido la idea tomada por el mercenario. Lloyd contaba con que el fuerte movimiento y estruendo que creara la detonación lo hiciese desestabilizar, perder el equlibrio, y finalmente, volcar hacia un lado.
Y no se equivocó. Cuando la humareda se fue disipando, se pudo observar el todoterreno tumbado, de lado. No había sufrido graves destrozos, pero le era imposible emprender la marcha de nuevo.
- Es resistente como el diamante. -se acercó hasta el enorme coche y lo observó con detenimiento.- Pero no hay vehículo que pueda avanzar si sus ruedas no tocan el suelo, ¿verdad? -y sonrió, satisfecho.
Finalmente, Adler se acercó a él, quedando a su lado. Había dejado la moto apartada, y decidió compartir aquel momento con su "nuevo amigo". El crepitar de las llamas, presentes en los vehículos carbonizados, era el único ruido que podía escucharse junto con el cantar de algunos pájaros, que demostraban el amanecer de un nuevo día.
Lloyd agachó la cabeza. Estaba exahusto. Había removido cielo y tierra para atrapar a ese sujeto, y por unas u otras circunstancias, ahora se encontraba a su lado y ni siquiera se interesaba por darle caza. Pero la imagen de su compañera no dejaba de atacar su mente con fuertes y rápidas ráfagas de imagenes que demostraban cuanto la echaba en falta. Casi sin aliento, y en un deje de palabras muy entrecortado, se dejó caer al suelo para tomar un respiro mientras pronunciaba algo por lo bajo.
- Hoy es el desfile, Claire...
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Lloyd ha efectuado 1 lanzada(s) de uno Dado de 6 caras :
Límite actual: 7/20
Sin embargo, no les duraría mucho, pues repentinamente, y tras ellos, se escuchó el fuerte ruido de un motor muy potente. Ambos se giraron casi a la vez, logrando distinguir con la vista lo que se les aproximaba.
- Mierda...
Un enorme todoterreno blindado avanzaba hacia la dirección en la que ambos individuos se encontraban, con gran rapidez y dispuesto a aplastarlos y aniquilarlos para siempre. Los guardias que quedaban pronto salieron a la huida, confiados de su victoria. Y no era para menos. Un vehículo de semejantes características sería un rival mucho mas duro que aquellos guardias de pacotilla.
Adler, en un instintivo ataque de protección, disparó al armatoste con su revolver con tres balazos directos al parabrisas, aunque como era de esperar, no pasó absolutamente nada. Lloyd repitió la acción, no esperanzado en lograr algo, pero sí para comprobar la dureza a la que se enfrentaban. El resultado fue idéntico. Ni un rasguño.
- Es un juguete de Galbadia a prueba de balas. -comentó el mercenario, mientras el todoterreno se acercaba más y más.- Mueve el culo o estás acabado.
Casi con la misma velocidad, ambos muchachos salieron disparados en direcciones opuestas. Eso obligaría a los conductores a elegir sólo a uno de los dos fugitivos, y para suerte del peligrisáceo, fue a Adler a quien escogieron. Dejándose el aliento en la carrera, el genómido abandonó la calzada, mientras corría sin mirar hacia atrás. Su gigantesco perseguidor no dudaba y continuaba sus pasos a gran velocidad. La ventaja que había sacado de inicio fue la que le ayudó a mantener la distancia.
Mientras tanto, Lloyd, regresó a la carretera. Allí, el cúmulo de cuerpos inertes y las motos disperas por el asfalto eran los únicos materiales que se mantenían presentes. Y fue entonces cuando se hizo oir. Alzó la voz, y dejó que el silencio de la zona creara el eco suficiente como para que Adler le escuchase desde lo lejos.
- ¡Adler! ¡Vuelve a la carretera!
El genómido le miró desde la lejana explanada que se extendía por los campos de territorio Galbadiano, corriendo. Y aunque no tenía motivos para confiar en él, tampoco podía desconfiar en una ocasión así. Rápidamente, fue cambiando la trayectoria de su movimiento en una amplia curva, manteniéndose, como no, en plena carrera y sin cesar ni un segundo. El todoterreno le siguió, evidentemente.
- Bien. -mientras en la distancia el genómido se aproximaba a su posición, Lloyd se encontraba apilando una buena fila de motos en línea. Esperaba que su idea funcionase.
Aquellos vehículos de dos ruedas eran todos los que los guardias, ahora desperdigados por el asfalto, habían utilizado para perseguirles desde la ciudad de Deling. Así que no gozaban de propietario en esos momentos, y podía utilizarlos como una posible solución.
El blindado cada vez se aproximaba más a su víctima. Casualmente, y mientras Adler se acercaba a Lloyd desde lo lejos, una moto de la brigada policial de Deling se encontraba tirada en el suelo, en mitad del camino. Además, gozaba de buen estado. El de pelo blanco no dudó ni un instante y se subió a ella, acelerando sin más y avanzando con decisión. El todoterreno seguía su estela, pero era más lento, y la escasa distancia que les separaba se amplió. Un vehículo tan corpulento no podía ser más rápido.
Cuando Adler llegó hasta el punto donde se encontraba su compañero, observó la enorme pila de motos que había reunido el de pelo gris. Sonrió, no hizo falta explicarle qué es lo que se traía entre manos, así que, aprovechando la ventaja que había tomado sobre su perseguidor, retrocedió por el mismo camino que había venido, y poco a poco se fue acercando al todoterreno, que llegaba de frente. Con un gesto burlesco, le incitó a avanzar hacia él, y seguidamente dio un giro brusco, quedando con el bloque de motos al frente, varios metros a lo lejos. Aceleró, levantando una pequeña cortina de humo, y salió disparado hacia el cúmulo puesto por Lloyd, que se había alejado de la zona y guardaba cierta distancia. El blindado le pisaba los talones, y poco a poco, usando su propio cuerpo como cebo, Adler se acercó a su destino. Levantó la moto lo justo, con la ayuda del pequeño bache que se creaba al inicio de la calzada, y saltó en el aire, superando la barricada desde lo alto en una increíble acrobacia.
- Bingo.
El tiempo se congeló. El todoterreno se acercaba peligrosamente al cúmulo de motos apiñadas, lo cual le importaba bien poco pues las derribaría sin problema y continuaría a la caza del escurridizo bandido. Pero sus conductores no contaban con lo que estaba a punto de suceder. Lloyd, que mantenía su pistola en mano, realizó un disparo muy certero. La bala surcó el cielo, compenetrándose lo justo con la llegada del coche y el salto de Adler. Finalmente, impactó de lleno en el depósito de una de las motos del cúmulo, haciéndola estallar. La detonación de uno de esos vehículos no era muy grande, pero el contacto y la proximidad con el resto, crearía una importante explosión en cadena. La dimensión creció de forma abismal, mientras que Adler notaba la presión del aire tras de sí y rogaba desde lo alto que el fuego no alcanzase a la moto que él conducía. Mientras tanto, el todoterreno había quedado completamente sumergido en la explosión provocada.
Era evidente que un blindado aguantaría incluso eso, pero destruirlo no había sido la idea tomada por el mercenario. Lloyd contaba con que el fuerte movimiento y estruendo que creara la detonación lo hiciese desestabilizar, perder el equlibrio, y finalmente, volcar hacia un lado.
Y no se equivocó. Cuando la humareda se fue disipando, se pudo observar el todoterreno tumbado, de lado. No había sufrido graves destrozos, pero le era imposible emprender la marcha de nuevo.
- Es resistente como el diamante. -se acercó hasta el enorme coche y lo observó con detenimiento.- Pero no hay vehículo que pueda avanzar si sus ruedas no tocan el suelo, ¿verdad? -y sonrió, satisfecho.
Finalmente, Adler se acercó a él, quedando a su lado. Había dejado la moto apartada, y decidió compartir aquel momento con su "nuevo amigo". El crepitar de las llamas, presentes en los vehículos carbonizados, era el único ruido que podía escucharse junto con el cantar de algunos pájaros, que demostraban el amanecer de un nuevo día.
Lloyd agachó la cabeza. Estaba exahusto. Había removido cielo y tierra para atrapar a ese sujeto, y por unas u otras circunstancias, ahora se encontraba a su lado y ni siquiera se interesaba por darle caza. Pero la imagen de su compañera no dejaba de atacar su mente con fuertes y rápidas ráfagas de imagenes que demostraban cuanto la echaba en falta. Casi sin aliento, y en un deje de palabras muy entrecortado, se dejó caer al suelo para tomar un respiro mientras pronunciaba algo por lo bajo.
- Hoy es el desfile, Claire...
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Lloyd- Humano Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
El calor hizo que los guardias saliesen del vehículo tumbado. Eran dos, los demás parecían haber muerto con todo lo ocurrido. De todos modos lo que quedaba era muy leve, pues ambos soldados no aguantaron más de dos gateadas y cayeron de nuevo al suelo.
Había llegado el final de todos ellos. Y todo por dos fugitvos supuestamente enemistados. Irónico, pero cierto.
El amanecer llegó a las afueras de Deling, donde ahora se encontraban ellos. Un nuevo día había comenzado. Ya no faltaba mucho para que llegase "aquel" día.
Había llegado el final de todos ellos. Y todo por dos fugitvos supuestamente enemistados. Irónico, pero cierto.
El amanecer llegó a las afueras de Deling, donde ahora se encontraban ellos. Un nuevo día había comenzado. Ya no faltaba mucho para que llegase "aquel" día.
Npc- Señor del rol
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Fecha de inscripción : 11/10/2010
Re: Persecución en la noche.
Lloyd y Adler ganan el combate
*Ambos obtienen un total de 22 puntos de experiencia. 20 puntos por la batalla y 2 puntos por la calidad del rol.
*Obtienen un total de 2 puntos de habilidad. 1 por la batalla y 1 por la calidad del rol.
*Ambos obtenéis 1 punto de Reputación debido al escándalo montado en la ciudad.
*Adler se queda con un total de 20/20 puntos de su Límite. Tiene la opción de usar el límite en su próxima batalla.
*Lloyd se queda con un total de 10/20 puntos de su Límite.
Observaciones:
* La calidad del rol ha sido notable, pero os recomiendo que no penséis que por escribir El señor de los Anillos en cada post la calidad de la escritura sube (evidentemente, me refiero a la extensión). La cantidad no es sinónimo de calidad. Desde mi punto de vista, había veces que se hacía hasta pesado, así que cuidado con eso (es solo un consejo)
* Debéis saber que vuestra VIT, vuestro PM y los estados alterados vuelven a la normalidad una vez que termina el combate.
* No os olvidéis de pedir vuestra experiencia y vuestros puntos correspondientes en el post dedicado a ello---> Petición de experiencia, puntos de habilidad y reputación
[WM]Equidna- Administrador
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Re: Persecución en la noche.
El plan de Lloyd salió a la perfección, consiguieron destruir el vehiculo con suma facilidad y con él a los soldados que lo pilotaban. La dramática pelea finalizó con un paisaje de lo más dantesco: chatarra esparcida por el suelo, cadáveres de soldados de Galbadia así como algún que otro resto en llamas o ligeros charcos de sangre sobre la calzada, para ser finalmente culminado con un amanecer de colores calidos. Adler se acercó al mercenario y quedó en pie a su lado contemplando el desolado pasaje. No obstante, Adler aun manteniéndose alerta aun, pues no olvidaba como había sido el comienzo de todo aquel desbarajuste, deslizó su mano silenciosamente hacia la pistola de Lloyd, teniéndola a su alcance. Justo cuando este iba a robar dicho objeto, a Lloyd se le escaparon unas palabras en voz bajas, las cuales fueron captadas por Adler seguramente a la contra de lo que el mercenario hubiese deseado.
-Mm… Lo siento… Lloyd. – dijo Adler en voz alta, a la vez que le requisaba la pistola al mercenario y le apuntaba con ella entre los ojos al mercenario, el cual parecía volver a recobrar el sentido de la situación. No era una muestra de debilidad, un descuido lo tiene cualquiera. – Solo una ultima pregunta… ¿Quién es Claire?
Sentenció Adler con una pregunta, no pensaba dispararle, realmente no deseaba hacerlo, pero necesitaba saber algunas detalles que el mercenario hasta ahora se estaba guardando para si mismo.
-Mm… Lo siento… Lloyd. – dijo Adler en voz alta, a la vez que le requisaba la pistola al mercenario y le apuntaba con ella entre los ojos al mercenario, el cual parecía volver a recobrar el sentido de la situación. No era una muestra de debilidad, un descuido lo tiene cualquiera. – Solo una ultima pregunta… ¿Quién es Claire?
Sentenció Adler con una pregunta, no pensaba dispararle, realmente no deseaba hacerlo, pero necesitaba saber algunas detalles que el mercenario hasta ahora se estaba guardando para si mismo.
Adler- Genómido Guerrero
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Re: Persecución en la noche.
Había bajado la guardia. O como él prefería decir, su pensamiento le había jugado una mala pasada. Estaba demasiado centrado en el tiempo del que disponía como para prestar atención a los movimientos de Adler, además de que después del trabajo cooperativo que habían realizado, casi había olvidado que era un enemigo.
Y fue justo entonces cuando el genómido, aprovechando ese resquicio de debilidad, arrebató de su funda la pistola que Lloyd guardaba, y, mientras el mercenario se tumbaba en el suelo y se quedaba mirando al cielo, el fugitivo apuntaba con el cañón de ésta a la cabeza de su auténtico portador.
Los ojos carmesís del chico de pelo gris penetraron como flechas en los del extraño individuo de la escayola, que mantenía firme el arma con decisión y mirada amenazante. Aunque Lloyd ya no tuviese intención de continuar con aquello, su ahora oponente demostró todo lo contrario. Y, aunque fuese debido a ese detalle, no le quedaba más remedio que aceptarlo para sí. Adler había ganado.
- Sólo una última pregunta… ¿Quién es Claire?
Lloyd continuó mirándole, sin inmutarse ante la amenaza. No expresaba miedo alguno en sus ojos, tampoco furia, ni siquiera tristeza. Era una mirada vacía, indescriptible. Tal era la rareza, que sería imposible decir con palabras en qué pensaba en ese instante. Sólo se prolongó un silencio eterno, que no pareció impacientar al genómido, pero que lo mantuvo en mutua calma con el mercenario. Sin embargo, no bajó la pistola. Parecía querer saber ciertas cosas que hasta ahora Lloyd se había guardado.
- ¿Vas a matarme?
Movió el rostro hacia un lado. No le gustaba hablar con gente desconocida de sentimentalismos. A decir verdad, más bien no le gustaba hablar con nadie. Sin embargo, sin saber muy bien por qué, sintió la necesidad de comentar al menos algo a aquel muchacho. No opuso resistencia alguna para quitar el enfoque de su propia arma, simplemente suspiró.
- Es mi compañera. -tras el silencio y esas primeras palabras, Adler denotó un gesto de mayor intriga.- Ella es la recompensa que busco.
Alzó el torso hacia delante, quedando sentado en mitad del asfalto. Adler no disparó, aunque tampoco dejó de apuntar. No le obligó a retomar su posición, pues también notó que Lloyd no tenía ninguna intención de tomarle por sorpresa.
- Los de Galbadia la secuestraron. Sólo la liberaran si te entrego.
Era un chico de pocas palabras, directo al grano. Eso sería de agradecer para Adler, que en unos simples segundos ya se había enterado de todo aquello por lo que luchaba su "enemigo". Lloyd finalizó sus palabras repentinamente, diciendo algo más que seguramente sorprendería al genómido.
- Si vas a disparar... -se levantó, bajo la observación del fugitivo. Ni siquiera le dirigió la mirada, quedó de espaldas sin dejar indicios de realizar ningún movimiento extraño.- ...asegúrate de salvarla ahora que sabes esto. Ella no tiene nada que ver con todo este asunto.
Ya lo había dicho. No acostumbraba a pedir favores a nadie, y ni siquiera había mencionado aquello con esa intención. Pero sí que podía interpretarse como tal.
Y fue justo entonces cuando el genómido, aprovechando ese resquicio de debilidad, arrebató de su funda la pistola que Lloyd guardaba, y, mientras el mercenario se tumbaba en el suelo y se quedaba mirando al cielo, el fugitivo apuntaba con el cañón de ésta a la cabeza de su auténtico portador.
Los ojos carmesís del chico de pelo gris penetraron como flechas en los del extraño individuo de la escayola, que mantenía firme el arma con decisión y mirada amenazante. Aunque Lloyd ya no tuviese intención de continuar con aquello, su ahora oponente demostró todo lo contrario. Y, aunque fuese debido a ese detalle, no le quedaba más remedio que aceptarlo para sí. Adler había ganado.
- Sólo una última pregunta… ¿Quién es Claire?
Lloyd continuó mirándole, sin inmutarse ante la amenaza. No expresaba miedo alguno en sus ojos, tampoco furia, ni siquiera tristeza. Era una mirada vacía, indescriptible. Tal era la rareza, que sería imposible decir con palabras en qué pensaba en ese instante. Sólo se prolongó un silencio eterno, que no pareció impacientar al genómido, pero que lo mantuvo en mutua calma con el mercenario. Sin embargo, no bajó la pistola. Parecía querer saber ciertas cosas que hasta ahora Lloyd se había guardado.
- ¿Vas a matarme?
Movió el rostro hacia un lado. No le gustaba hablar con gente desconocida de sentimentalismos. A decir verdad, más bien no le gustaba hablar con nadie. Sin embargo, sin saber muy bien por qué, sintió la necesidad de comentar al menos algo a aquel muchacho. No opuso resistencia alguna para quitar el enfoque de su propia arma, simplemente suspiró.
- Es mi compañera. -tras el silencio y esas primeras palabras, Adler denotó un gesto de mayor intriga.- Ella es la recompensa que busco.
Alzó el torso hacia delante, quedando sentado en mitad del asfalto. Adler no disparó, aunque tampoco dejó de apuntar. No le obligó a retomar su posición, pues también notó que Lloyd no tenía ninguna intención de tomarle por sorpresa.
- Los de Galbadia la secuestraron. Sólo la liberaran si te entrego.
Era un chico de pocas palabras, directo al grano. Eso sería de agradecer para Adler, que en unos simples segundos ya se había enterado de todo aquello por lo que luchaba su "enemigo". Lloyd finalizó sus palabras repentinamente, diciendo algo más que seguramente sorprendería al genómido.
- Si vas a disparar... -se levantó, bajo la observación del fugitivo. Ni siquiera le dirigió la mirada, quedó de espaldas sin dejar indicios de realizar ningún movimiento extraño.- ...asegúrate de salvarla ahora que sabes esto. Ella no tiene nada que ver con todo este asunto.
Ya lo había dicho. No acostumbraba a pedir favores a nadie, y ni siquiera había mencionado aquello con esa intención. Pero sí que podía interpretarse como tal.
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Re: Persecución en la noche.
Adler escuchó atentamente las palabras de Lloyd, ahora todo tenia sentido, había un pretexto mas profundo para todo aquel embrollo, no se trataba simplemente de un saco de Guiles, el mercenario tenia una compañera, y esta había sido secuestrada por el ejercito de Galbadia con el fin de asegurarse de que el chico cumpliese con su trabajo de forma eficiente, era curioso, a primera vista Lloyd no era de la clase de personas que hacen nada por nadie, tenia el aspecto de ser un soberano superviviente, para el cual el fin siempre justifica los medios, y que aplastaría sin miramientos a cualquiera que se interpusiese en su camino, que visión tan equivocada. Había arriesgado su vida hasta el extremo por salvar a su compañera, incluso ahora, cuando su rival le amenaza de muerte con su propia arma, el mismo le pide que libere a su compañera sin pensar en lo que le pueda suceder a él. Lloyd se dio la vuelta, y no alcanzó a ver como Adler bajaba silenciosamente el arma mientras escuchaba sus palabras, se formó un silencio, durante el cual, seguramente, Lloyd esperaba un disparo. No obstante su propia arma le pasó por encima, y gracias a sus felinos reflejos, le dio tiempo a cogerla antes de que impactara contra el suelo.
-Bueno, ya que nuestro objetivo es rescatar a alguien que ha sido tomada como rehén de uno de los ejércitos mas numerosos y poderosos del mundo conocido… Cuantos más seamos, mejor. ¿No? – dijo Adler sonriendo, y entonándolo como si fuese tan fácil como ir a comprar pipas a un estanco.
Adler le dio la espalda a Lloyd, haciendo ver que ahora confiaba en él, pues no es usual que alguien le de la espalda a su enemigo a sabiendas de que este ahora estaba armado de nuevo. No obstante, Adler sabia que Lloyd no le traicionaría ahora, tenía cosas más importantes en las que pensar. El chico oteó la desolada carretera y con tono irónico comentó:
-Mm… me parece que vamos a tener que hacer autostop… - se dijo a si mismo, contemplando la apocalíptica escena que tenían ante sus ojos.
-Bueno, ya que nuestro objetivo es rescatar a alguien que ha sido tomada como rehén de uno de los ejércitos mas numerosos y poderosos del mundo conocido… Cuantos más seamos, mejor. ¿No? – dijo Adler sonriendo, y entonándolo como si fuese tan fácil como ir a comprar pipas a un estanco.
Adler le dio la espalda a Lloyd, haciendo ver que ahora confiaba en él, pues no es usual que alguien le de la espalda a su enemigo a sabiendas de que este ahora estaba armado de nuevo. No obstante, Adler sabia que Lloyd no le traicionaría ahora, tenía cosas más importantes en las que pensar. El chico oteó la desolada carretera y con tono irónico comentó:
-Mm… me parece que vamos a tener que hacer autostop… - se dijo a si mismo, contemplando la apocalíptica escena que tenían ante sus ojos.
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